El uso de drogas recreacionales está asociado a un mayor riesgo de adquisición de enfermedades de transmisión sexual tanto en hombres como en mujeres. Chemsex es un uso específico de drogas,  y en la literatura española se ha definido como un “uso intencional de drogas para tener relaciones sexuales por un período largo de tiempo entre hombres que tienen sexo con hombres. Existe una preocupación creciente por este fenómeno, ya que la práctica intensiva y continuada de Chemsex, puede facilitar no solo la transmisión sexual del VIH y otras infecciones, sino también ocasionar otros problemas y complicaciones para la salud física, mental y social de las personas que lo practican. Y para las personas que viven con VIH, su consumo representa un riesgo aumentado de presentar eventos adversos graves, debido al potencial de interacciones farmacológicas entre el consumo de dichas sustancias y la terapia antiretroviral.