El consejo que tengo preparado para ustedes el día de hoy, está muy relacionado con algo de lo que hablamos casi al principio de esta aventura, en el episodio 2, sobre ir transfiriendo a nuestros hijos poco a poco la responsabilidad por su vida.  Hoy vamos a hablar de… Dales tiempo y libertad de resolver sus conflictos antes de intervenir o de darles la solución ¿Sientes que te has convertido en el referee o árbitro entre tus hijos?, ¿Eres la referencia para todos sus conflictos, decisiones, problemas o dudas? Eso es bueno, en cierta etapa o circunstancia, pero el problema con eso, es que muchas veces asumimos el papel como su fuera nuestro rol estelar, y caemos en la trampa de que siempre tenemos que intervenir y tener la palabra final en el asunto. Ese es el error, no siempre tenemos que intervenir, porque no siempre es conveniente que les hagamos la tarea a ellos, de hecho deben ir siendo cada vez más escasas conforme los hijos van creciendo, de lo contrario el mensaje que estas transmitiendo es: "tu solo no puedes, tengo que intervenir yo y resolverlo yo para que las cosas funcionen. Temo decirte que a la larga ese mensaje es tan poderoso que, en lugar de nutrir la relación y su corazón, lo estas minando. El objetivo es pasar de ser referee, a ser consejero, de tener que intervenir con gritos y manoteos, a poder sentarse a platicar frente a una sabrosa bebida y escucharlos y dirigirlos con base en la mayor información y perspectiva que puedan tener, para tomar las mejores decisiones en esas situaciones que les incomodan. Si no trabajas en nutrir su autoestima de esta manera, y los vas enseñando a enfrentar y resolver los problemas propios de su etapa, al ratito los vas a tener hablándote de todos sus problemas con su cónyuge y esperando que se los resuelvas.