El ministro detras de la cortina

Por Evangelista Johnny Andrade

Actualmente el ambiente que se percibe alrededor del mundo puede ser muy oscuro, lo que ha detonado que muchas personas pierdan la fe en el Senor Jesus y decidan hacer caso a los mensajes malignos que les envia Satanas.

Estas circunstancias tambien tratan de afectar a los ministros, ya que cada dia tenemos que enfrentarnos a nuevas batallas tanto en nuestra congregacion como en nuestra vida personal. En el ministro detras de la cortina quise plasmar un poco de la vida de los ministros incluyendo dificultades y riesgos a los que nos enfrentamos tales como: charlatanes, calumnias, tentaciones y mucho mas.

El exitoso hermano Andrade explica con franqueza cuan importante es que los siervos y ministros del Evangelio comprendan el papel que juegan en el plan y proposito de Dios, mientras vayas leyendo este hermoso libro, te daras cuenta de que es importante que nunca dejes de creer en nuestro Senor Jesucristo, aun cuando te encuentres en una situacion muy dificil y sientas que no podras salir adelante, es en esos momentos que debes de confiar en El, ya que nunca te dejara solo.

Piensa que esa situacion no es un castigo, sino una batalla que te dejara un aprendizaje que podras aplicar en tu vida cotidiana y te permitira ser una mejor persona.

El hermano predicador y evangelista Johnny Andrade es un siervo del Senor que en sus anos de ministerio, se ha destacado por su entrega, valentia, y dedicacion en la obra del Senor, llevando el mensaje glorioso y transformador del Evangelio por diferentes ciudades y paises.

• Idioma: Español
• Editorial: Page Publishing, Inc.
• Fecha de lanzamiento: 25 ene 2024
• ISBN: 9781662496776

Vista previa del libro

El ministro detras de la cortina

Evangelista Johnny Andrade

Derechos de autor © 2024 Evangelista Johnny Andrade

Todos los derechos reservados

Primera Edición

PAGE PUBLISHING

Conneaut Lake, PA

Primera publicación original de Page Publishing 2023

ISBN 978-1-6624-9676-9 (Versión Impresa)

ISBN 978-1-6624-9677-6 (Versión Electrónica)

Libro impreso en Los Estados Unidos de América

Tabla de contenido

Dedicatoria

Prólogo

Agradecimiento

Introducción

El ministro detrás de la cortina

Capítulo 1

¿Por qué este libro?

El rompimiento

Todo reino dividido contra sí mismo es asolado

Atado y esclavo del miedo

La verdad nos hace esclavos para mal (Juan 8:32)

La violencia condenada por Dios

¿Qué es la violencia domestica?

¿A quién afecta la violencia doméstica?

Señales de una víctima de violencia doméstica

¿Qué puedo hacer si soy víctima de violencia doméstica?

Soledad, perplejidad y confusión

Arma letal del enemigo, la depresión

Crecer es parte de la vida

Capítulo 2

El llamado al ministerio

Falsos maestros dentro de la iglesia de Cristo

Balaam, el falso profeta hasta el día de hoy

Lo mismo de ayer, es hoy

Capítulo 3

El verdadero llamado ministerial

La forma correcta de ver a los ministros de Dios

7 características de un falso profeta

No te pongas ni robes una obra que no te costó

Capítulo 4

Las pruebas en el ministerio

Pruebas familiares

Pruebas de enfermedades

Pruebas de finanzas

Prueba de la difamación

Pecados dentro del ministerio

Definición de la palabra tentación

¿Por qué Dios aborrece el pecado de adulterio?

Pornografía

La zoofilia

La masturbación

Principios bíblicos que aplican contra la masturbación

La fornicación

Capítulo 5

La oscuridad en medio del día

Tinieblas que podían palparse

Faraón y sus acuerdos, igual que Satanás

Tinieblas de afuera

Dios nos llevará a su voluntad

Capítulo 6

Pelea la buena batalla de la fe

El mundo, la carne y el diablo

Determinación, clave para la victoria

Capítulo 7

Ministerio victorioso

Recuento agotador de un líder

Vivir para Cristo, nos da la victoria

La victoria que vence al mundo, nuestra fe

Impedimentos de nuestra victoria en la fe

Orgullo

Inseguridad

Cambios bruscos de humor

Perfeccionismo

Negativismo

Recursos para tener una vida de fe victoriosa

Perseverancia

Propósito

Perspectiva

Capítulo 8

La última batalla

La fe es ese componente importante de la vida cristiana

Capítulo 9

Promesas cumplidas

Cuidado, tecnología y grandes redes de comunicación

Maquinaciones de Satanás

Promesas de Dios con propósito

Capítulo 10

Jesús el Victorioso y Conquistador

Ninguno como Jesús

Venció a Satanás y sus demonios (Colosenses 2:15)

Venció la muerte (1 Corintios 15:55–57)

Venció el pecado

Venció las enfermedades (Isaías 53:4–5)

Firmes y constantes en el Evangelio

La obediencia a la palabra

Dedicatoria

Dedico este libro a mi único y suficiente salvador llamado Jesucristo, quien merece toda gloria y honra, por tanto, al Rey de los siglos, Inmortal, Invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos, amén, 1 Timoteo 1:17. Creo que sin usted Señor no hubiera sido posible este hermoso libro, Él fue quien me dio fuerzas y me inspiró día y noche para llevar a cabo la materialización de dicha obra, creo que la palabra gracias se quedaría pequeña.

Dedico también este libro a mis dos hijos queridos, Josué y Caleb, que fueron y siguen siendo parte de mi tiempo, no voy a decir pasé, sino pasamos juntos la prueba día y noche, juntos nos alegramos y reímos, pero también muchas veces llorábamos, aprendimos a tener, como a no tener, cuando creímos que no la íbamos a hacer, la hicimos juntos y salimos adelante, los amo profundamente, papá.

Prólogo

Cuando el evangelista Johnny Andrade me pidió escribir este prólogo me sentí muy honrado, y luego después de leer el contenido orar y meditar creo de todo corazón que será de gran bendición y de ayuda al lector.

El ministro detrás de la cortina, es un libro con un contenido único, y al leerlo se podrá dar cuenta que alguien que ha conocido a Cristo puede desarrollar estos temas tan importantes. Este libro explora la vida de un líder, su llamado, responsabilidad y su deber al altar, y también su guerra que pasa consigo mismo y experimenta El ministro detrás de la cortina, el hermano evangelista Johnny Andrade habla de sus experiencias en el ministerio, las dificultades que se pasan al ser un ministro y mantener una familia saludable delante de Dios y de la sociedad, una tarea que yo mismo he tenido que manejar, El ministro detrás de la cortina le enseñará cómo confiar en Dios y en sus promesas, especialmente cuando estés entre la espada y la pared.

Junior Beltres.

Pastor principal del ministerio columnas de fuego.

Miami, Florida.

Agradecimiento

Deseo agradecer a todos los ministros y pastores hermanos que me apoyaron y que siempre han estado conmigo en las buenas y también en las malas, en esos momentos cuando más los necesité y los busqué siempre me dijeron aquí estamos, aquellos que siempre confiaron y creyeron en mí, y en el ministerio Juan 8:32, muchos que no me cerraron sus puertas ni me preguntaron qué pasó, al contrario, me recibían como parte de ellos, a todos los que oraron por mí, aquellos que me daban una llamada, una palabra, un consejo, aquellos que sembraron en momentos duros que pasamos, aquellos que no solo vieron a un hombre o un ser humano lleno de errores, defectos, sino que me vieron siempre como lo que soy, un hijo y ministro de Dios. Estoy completamente agradecido con cada uno de ellos con todo mi corazón.

Quiero decirles a todos ellos, los cuales quisiera mencionar uno por uno, qué bueno es tenerlos a ustedes como consiervos, ministros, amigos y hermanos del Evangelio, los reconozco a todos como parte integral de esta obra, me alegro por tenerlos como mis amigos de ministerio, los amamos y los valoramos grandemente, les deseo que la mano de nuestro Dios nunca se aparte de ustedes; y estando persuadidos de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta Jesucristo. Filipenses 1:6; bendiciones.

Introducción

El ministro detrás de la cortina

2 Corintios 1:8–11:

Porque hermanos no queremos que ignoréis acerca de nuestras tribulaciones que nos sobrevino en Asia, porque fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida, pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos, el cual nos libró, y nos libra, y en quien esperamos que aún nos librará de tan gran muerte….

Cuando hablamos de ministros o ministerios cristianos, muchos piensan que es algo emocionante y divertido, sin ningunas responsabilidades, esfuerzo y negación, lo cual muchos tienden a pensar, la realidad es que muchos no ven la otra cara de la moneda, la otra cara de la moneda es un asunto serio y delicado, ¿por qué? Pues este asunto no tiene que ver ni con cosas terrenales, carnales o de los hombres, simplemente va más allá del mero conocimiento o lógicas humanas, son cosas espirituales de las cuales tiene que ver principalmente con un Dios supremo que se llama Jesucristo, quien es la piedra angular (1 Pedro 2:6), en el cual rige y existen todas las cosas (Colosenses 1:15–17), y a la misma vez de una gran responsabilidad humana, el cual es el tema principal de este libro; y eso es lo queremos hablar y mostrar a través de este escrito, hacer ver la realidad de las cosas como por causa del llamado al ministerio, (que aunque pasamos momentos de gloria y miramos y disfrutamos la bendición de Dios), se pasa muchas cosas, pruebas y conflictos.

Conflicto es un término que denota dificultades en las relaciones causado por intereses particulares o sectoriales, el diccionario de la lengua española lo define. El diccionario expositivo de Vine en referencia a 1 tesalonicenses 2:2 define conflicto como: En el ministerio pastoral siempre habrá conflictos porque la obra de Dios tendrá enemigos constantemente.

En un ministerio existen muchas áreas donde pueden surgir conflictos y muchas pruebas, quiero enumerar algunos tales como persecuciones, difamaciones, calumnias, se llora, se sufre, viene el cansancio, depresión, soledad, penas, dolores, tristezas, momentos difíciles que como hombres y mujeres de Dios, solo aquel que se encuentra detrás de la cortina sabe y conoce, siente y padece; cuando hablamos de padecer muchos tienden a pensar y a enseñar, mayormente los que enseñan un Evangelio diferente que no es cierto, que eso no le puede suceder a alguien que es cristiano, hijo de Dios, a un ministro, que todo es color de rosa, una vida de descanso, de abundancia, de lujos y diversión, y otros piensan que esto es un medio de enriquecimiento donde se puede llenar los bolsillos de dinero, como olvidándonos de un trabajo secular, dedicados a tiempo completo a la obra, pastoreando una congregación dos o tres veces por semana, dos o tres horas diarias, viajando por diferentes lugares, ciudades o países, conociendo gente o que lo conozcan, o volviéndose estrella o famosos de la farándula cristiana, etc.; algunos recibiendo un cheque cada semana o al mes porque son asalariados como ministros evangelistas, terminan un evento salir para otro lado apresurados y tomar un avión o un autobús para llegar a otro destino cumplir con otro evento, detrás de la cortina habla de todo esto, detrás de la cortina habla que el hombre de Dios pasa por problemas, necesidades, tentaciones, enfermedades, hasta de pecado; ¿pecado? Sí, eso dije, lo que muchas veces se esconde por semanas, meses y hasta años, los secretos escondidos de muchos hombres que le sirven a Dios, que aunque prediquen y Dios los use, pueda ser que estén viviendo una doble vida, viviendo esa doble vida en adulterio o fornicación, en los brazos de una mujer extraña que no sea la esposa, teniendo una simple aventura sexual de locura infernal en un cuarto de cierto hotel, aventura y placer sexual llena de mentiras y engaños, haciendo toda clase de aberraciones en su secreto donde nadie los ve, pero, sin embargo, los admiran, los aplauden y tienen una gran imagen de ellos.

Pero la realidad es otra, cuando se echa una miradita detrás de la cortina lo que se ve es escandaloso y aterrador, que hasta el cielo se estremece y se duele; y aunque muchas veces Dios les da el tiempo y la oportunidad para que se arrepientan y sean restaurados, y librarlos de algo peor que les pueda acontecer, pues viviendo esa vida la muerte los sorprende pueden terminar su carrera en el infierno, vemos algunas veces que la dureza de sus corazones y el deseo de sus pasiones son tan fuertes que los controlan y manipulan, que se les hace difícil dejar sus pecados; ahora bien, lo primero que debemos tener en cuenta al momento de enterarnos de una condición de pecado en determinado ministerio, es que nosotros no somos ni mejores, ni inmunes; debemos recordar que todos estamos expuestos a las mismas luchas contra el pecado, y a expensas de los mismos medios para mantenernos firmes, puede suceder que al enterarnos de que el ministro ha pecado gravemente, surja un profundo sentimiento de indignación, lo cual es normal, pero si esa indignación se convierte en menosprecio y grita en el corazón que eso es algo que nunca haríamos, en ese momento hay que parar, y recordemos lo que dice la escritura en el siguiente verso: "Hermanos, aun si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo en un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado". Gálatas 6:1.

La misericordia de Dios es grande, pero de algo estamos seguros, es que Dios les da a sus ciervos algo especial para poder soportar tan terribles pruebas a las que se ven expuestos a diario en una esfera que va más allá de lo carnal, pues si no fuera así, la mayoría de estos hombres por no decir todos, morirían de un fulminante ataque al corazón, por la gran presión y la gran demanda que exige el llamado, todo eso lo tocaremos más adelante para que tomemos conciencia qué lo que pasa el hombre de Dios, no es fácil, pero Dios cumple su promesa, Él es fiel y verdadero, y en medio de todo lo que pasan sus ciervos Él promete cuidarlos y no permitirá que sean avergonzados y que nadie los toque; nosotros sabemos que en las escrituras no encontramos ni tan siquiera un pasaje ni tampoco un verso que nos diga que esto iba a ser fácil, ni nos libraríamos de persecuciones en este camino del Señor, al contrario, la Biblia dice que en este mundo tendríamos aflicción, pero debíamos de confiar en aquel que venció a este mundo de aflicción en el cual vivimos; Juan 16:33.

Al considerar el llamado al ministerio, pregúntate a ti mismo: ¿Estoy dispuesto a sufrir emocional o mentalmente por la causa del Evangelio? Antes de responder recuerda que este sufrimiento no será arbitrario y sin razón, Dios planta el Evangelio profundamente cuando siembra el sufrimiento en sus ciervos. Los pastores y ministros del Evangelio descubren que Dios no solo causa que todas las cosas obren para bien (Romanos 8:28), sino que también causa que el sufrimiento del pastor, del líder y del cristiano obre a bien para las personas que sirve, en los versos 8 al 10 Pablo nos cuenta una experiencia horrible que pasó en Asia; Pablo no especifica los detalles de esta prueba, pudo haber sido el motín de Éfeso (Hechos 19), una lucha con bestias salvajes (1 Corintios 15:32), o persecución o enfermedad, no se nos dice con detalles lo que sucedió, lo cual probamente es bueno, ¿por qué? Porque Dios nos habla a todos a través de la palabra de Pablo.

En cierto sentido, podemos aplicar la prueba de Pablo a nuestra propia vida. Esa prueba de Pablo creemos que iba más allá de lo que él podía soportar con sus propias fuerzas, de hecho le hizo perder la esperanza de salir con vida, utiliza palabras emocionalmente desgarradoras, fue una experiencia de debilidad incomprensible, este hombre estaba abrumado, sin escapatoria. Y en sus emociones era tal que se sentía sentenciado a muerte; la pregunta que quiero hacerte, ¿todavía quieres estar y seguir en el ministerio? Si es así puede que tú también pases tiempo en Asia, puede ser que en momentos te sientas abatido, atrapado y sin esperanza, puede que el celo abandone tu corazón al batallar con la desesperanza, cabe destacar aquí que pasar por esas experiencias con tanta confianza en los propósitos de Dios es algo realmente hermoso.

Ahora bien, queremos decir que Dios permite que los cristianos, mayormente sus líderes sufran, tiene una buena razón para que ello ocurra, tiene un propósito específico en todo ese proceso, aunque nosotros a veces no lo podamos entender, Él tiene la intención de que sirva para un buen propósito, para que los creyentes puedan consolar a otros.

Quiero que sepas que una de las principales razones por las que Dios nos envía el sufrimiento, es para quebrantar el inquebrantable espíritu humano de obstinación en nuestro interior, que insiste en intentar resolverlo todo por medio de nuestros propios recursos o corriendo a buscar otros recursos humanos, o de alguna manera negándonos a reconocer que necesitamos la ayuda divina. Pablo debió de luchar de una manera semejante.

Pablo aprendió a confiar en Dios cuando la vida le hizo pasar por toda clase de situaciones, fuesen las que fuesen. Ese es el estilo de vida cristiana. Es hora de que algunos de nosotros los cristianos dejemos de actuar como el mundo que nos rodea, quejándonos continuamente de todo lo que encontramos en nuestro camino. Deberíamos considerar estos problemas como oportunidades para exhibir un estilo de vida diferente y mostrar en nuestras propias vidas un poder apacible que mantenga nuestros corazones en paz, porque sabemos que un Dios adecuado se está ocupando de la situación y Él hará que pasemos con bien por ella.

Le recordaré que todo lo que usted y yo tenemos se debe a la misericordia de Dios, ministerios, dones, talentos, llamados y hasta dinero, lo tenemos para beneficio de otros, aquí vemos que, a pesar de estar viviendo bajo grandes presiones, presiones que iban más allá de su capacidad humana para soportarlas, Pablo tenía confianza en que Dios lo libraría del peligro de muerte hasta que hubiera acabado su carrera cristiana y su tarea se hubiera cumplido, y esa misma confianza es la que todos nosotros como hijos de Dios debemos tener en cualquiera que sea la situación que estemos pasando, por ello este hombre de Dios podía decir confiadamente, nos libró de tan gran peligro de muerte, y refiriéndose al futuro podía afirmar sin jactancia, él aún nos ha de librar. Pablo sabía en quién había depositado su confianza y esperanza. Humanamente hablando, no conocía sus posibilidades de supervivencias, pero creyó que Dios lo libraría. Y así como Pablo la tenía, esta es también nuestra esperanza que está basada en aquel que resucitó de los muertos, la visión que el apóstol Juan tuvo en Apocalipsis 1:16, dice que vio a uno que tenía en su diestra siete estrellas y esas estrellas representan los pastores de las iglesias de Dios, aquí claramente nos dice que a estos ministros Él los tiene en su mano y nadie los puede tocar, derribar y mucho menos destruir, pues en sus manos están seguros.

En la vida muchas veces vamos a enfrentar situaciones buenas y malas, pero tenemos que saber que estamos en la mano de Dios, y en su mano estamos seguros, y que esa seguridad nos da fuerza y coraje para seguir luchando, tenemos que seguir adelante a pesar de los momentos dolorosos y las situaciones que nos toca vivir, y saber que la vida continúa y que nos esperan muchas cosas por delante, ya sean buenas o malas, pero algo tienes que tener presente es que cuando Él toma el timón no hay tempestad que te pueda destruir.

En 2 de Corintios 6:4, el apóstol Pablo una vez más habla de sus experiencias y de todas estas cosas de la cual le tocó pasar, como hombre y siervo de Dios en su vida él pasó por diferentes momentos difíciles, y podemos decir casi a diario, el versículo 4 nos dice:

Antes bien nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulación, en necesidades, en angustias, en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos.

Esta, como muchas más citas, la palabra nos hace saber que todo hombre y ministro con un llamado celestial puesto por Dios en esta tierra para seguir esta gran comisión, la cual es predicar este poderoso mensaje del Evangelio de las buenas nuevas de salvación para una humanidad perdida, tendrá que pasar terribles momentos de lucha y combate para poder sobrevivir y seguir adelante, y a la misma vez queremos mostrarte lo que muchos no aceptan ni predican, y se resisten a creerlo, ¿y qué es? Un Evangelio de pruebas y sufrimientos; pero el ciervo de Dios llamado Pablo confiando en el Señor, aprendió a confiar y a ver la mano de Dios en todo tiempo, en las pruebas con las cuales él se pudo encontrar, por la entrega que él tuvo en su vida con a aquel que se le reveló camino a Damasco. Una vez más te hacemos la pregunta: ¿todavía quieres seguir en ministerio?

Esperamos que este libro sea de mucha ayuda y de mucha bendición como hombre y mujer de Dios, y que tu fe crezca y te fortalezcas para que sigas adelante, y recuerdes que las pruebas solo son una oportunidad para que Él (Dios) muestre su gloria y poder por medio de lo que estás pasando, y como dice su palabra, que esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria (2 Corintios 4:17), y tener por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con las glorias venideras que en nosotros ha de manifestarse (Romanos 8:18), y que sobre todo te ayude a que tu mirada esté en tu Dios, y motive a seguir adelante en tu vida y ministerio, una vez más solo queremos hacerte saber que no estamos solos, que por muchas pruebas y persecuciones, momentos difíciles y tentaciones, el Señor muestra su permanencia y su sincero amor para con nosotros, recuerda que por muy dura que sea la situación por la que estés pasando, él siempre estará allí para sustentarte y ayudarte, y que salgas adelante de cualquier momento duro en tu vida, Él te dice hoy: Yo siempre estaré contigo y te sostendré siempre, recuerda que no estás solo(a), Él está y estará siempre todos los días de tu vida (Hebreos 13:5), Él te dice: No te dejaré ni te desampararé, ¡el sufrimiento vendrá!, pero haber aprendido a confiar en Dios y la experiencia de ser librados hará que valga la pena.

Seguiremos orando para que a medida que leas este libro recibas bendición y fortaleza de parte del Señor en tu vida y tu familia.

Evangelista Johnny A. Andrade.

Capítulo 1

¿Por qué este libro?

2 Timoteo 4:17–18:

Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerza para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león. Y el señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A Él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Quiero compartir con ustedes una de las tantas pruebas difíciles y duras que me ha tocado vivir y pasar en mi vida, y siendo ministro predicador del Evangelio, esa prueba fue la que llegó a mi matrimonio y hogar; la verdad que no quisiera que a ninguno que lee este libro le aconteciera algo así de lo cual yo pasé, habrán muchos hombres y mujeres que estarán leyendo este libro que se van a sentir identificados con lo que leen por la razón de que pasaron algo similar, o puede ser que en este momento que te encuentres con este libro en tu mano estás pasando alguna prueba terrible y amarga en tu matrimonio como la que yo pasé; algunos encontrarán una respuesta, fortaleza, otros consuelo y paz, aunque cuando se habla de consuelo y paz créeme que estas palabras solo las podemos encontrar en nuestro único Dios llamado Jesucristo, pues Él mismo dijo que Él era nuestra paz:

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz, en el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo. Juan 6:33.

Déjame decirte que ese Dios de paz fue el que me dio la guianza para escribir este hermoso libro que tienes en tu mano, déjame decirte que la mayoría de las personas cuando están pasando una situación dura, prueba, como le llaman, tienden a decir que Dios está procesando sus vidas (yo no le llamaría procesos, sino soberanía de Dios, pues en esa soberanía Él permite que pasemos muchas cosas), aunque creo que algo tan hermoso creado por Dios como lo es el matrimonio, Él no va a permitir que se dañe, a mi parecer creo que esto tiene que ver más con la dureza del corazón del hombre (Mateo 19:8), a mi opinión esto no se trata de proceso, sino de la soberanía de ese Dios grande y todopoderoso, y en su potestad pasaremos por muchas cosas de las cuales nunca habrá una respuesta; y podrá ser que partamos de esta tierra y no tendremos una respuesta clara de por qué sucedieron las cosas, por lo cual te aconsejo que si ya comenzaste a leerlo termínalo.

El rompimiento

Después de estar en el ministerio como evangelista por el periodo de quince años, me sobrevino una prueba fuerte de separación con la que fue mi esposa y compañera de ministerio, predicadora, conferencista y madre de mis dos hijos, fue duro todo ese tiempo, créeme, tiempo de enojo y rabia, se pasa por la frustración y tristeza, horas de pláticas, y algunos otros meses de terapia, la verdad que uno no se casa pensando que un día se terminará, uno se casa para toda la vida, cuando sabes que otros pasan por algo así, tú no crees que a ti te puede pasar, pero no es cierto, esto le puede pasar a cualquiera, sabes, la vida no es fácil, en ella nos tocará pasar por grandes desafíos muy duros y difíciles, cómo la vida nos puede cambiar de un momento a otro, la vida nos puede dar vuelta y sorprender con cosas como estas, y no estamos preparados, cuando el ser humano pasa por cosas como estas cuestionamos todo, la sociedad, los amigos, el tiempo y hasta Dios; llega la impotencia a la vida, y en esos momentos hay cosas que quisieras cambiar y arreglar, pero la verdad que ya no podemos, y eso hace que las cosas las sintamos más duras; tantos años viviendo con alguien, ¿y tiene que pasar algo así para que lo lleguemos a conocer? Dicen que si quieres conocer verdaderamente a tu pareja, sepárate o divórciate de ella y vas a conocer cosas que en todo el tiempo que estuviste con ella no conociste ni viste.

En una de mis tantas noches de soledad, angustia, donde moralmente y espiritual no me sentía bien, por tantas cosas que había estado pasando en mi vida hasta ese momento, es más, me sentía solo, vacío y desbastado, no solo lleno de tristeza, sino depresivo, ya que esta última se diferencia de la primera, podemos saber que la tristeza es algo natural, es ese estado anímico que ocurre por un acontecimiento desfavorable que suele manifestarse con signos exteriores como el llanto, pesimismo, melancolía, falta de ánimo, baja autoestima, entre otros estados de insatisfacción, más la otra es hasta en un punto no solo dañino en lo psíquico, sino en lo espiritual, y enferma a algunos, sino salen de esto puede ser que lleguen a la muerte; y era allí donde la situación junto con el enemigo quería que llegara; la verdad que no podía levantar la cabeza por mucho tiempo, los días y noches parecían interminables, y mi visión se encontraba nublada por tantos pensamientos que desorientaban, lleno de perplejidad y confusión hasta el punto que dejé de ver mi horizonte, la verdad que lo que quería era desaparecer y a gritos, decirle a la tierra Trágame; y es esos momentos lo que uno quiere es desaparecer y olvidarse de todo, en esos momentos es que le pierdes el interés hasta a las cosas más importantes de la vida, te descuidas de tu salud, de tu aspecto físico, de los que están a tu alrededor que te aman, te da lo mismo si el sol sale o no, hasta a tu comida favorita le pierdes el gusto, los colores, lugares, llegas a perderle ese interés, créeme que si no hay una intervención divina por nuestro Dios con todo lo que te pasa, mueres.

En ese tiempo de prueba mi di cuenta lo débil y frágil que somos como humanos, que una sola prueba nos puede tirar al piso y destruir; era un tiempo de vulnerabilidad extrema, donde cualquier cosas me podía hacer mucho daño, sentí que todo se derrumbó desde la superficie de la tierra hacia arriba se vino para abajo; dejé de ver a mi Dios y me enfoqué a ver y pensar solo en problemas, y la verdad fue algo que nunca debí de haber hecho, la verdad es que no podía dejar de hacerlo, por el simple hecho de que me sentía solo y sin fuerzas, no es que dejé de creer en la existencia del Dios supremo y único, pero sus promesas estaban muy lejos de mi mente y me empecé a hundir como Pedro en la aguas; sabes que en verdad nos pasa como este hombre llamado Pedro, que aun estando Jesús con él se hundía en las aguas, la verdad que para hundirnos