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PORQUE ASÍ LO SIENTO: Poemas
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PORQUE ASÍ LO SIENTO: Poemas
Libro electrónico179 páginas1 hora

PORQUE ASÍ LO SIENTO: Poemas

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Porque así lo siento es un poemario en donde el lector podrá encontrar distintas formas y maneras de expresar el más sublime de los sentimientos: ¡el amor!; a través de sus poemas, en donde se podrá apreciar, de un modo simple y profundo, que cada octava es una invitación a la imaginación y en donde cada rima es una dulce melodía para disfrutar y compartir. Es un mensaje de fe, de esperanza, donde casi todo es posible. Es un mensaje muy alentador para todos aquellos que han perdido, un poco, el rumbo para llegar y compartir las más bellas emociones que el amor nos puede regalar, como fuente inagotable para una feliz convivencia. Queda abierta la puerta para entrar al maravilloso y atractivo mundo llamado: ¡Porque así lo siento!

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento8 feb 2021
ISBN9781643346915
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    PORQUE ASÍ LO SIENTO - Fernando Cruz

    Porque así lo siento

    Porque así lo siento

    comparto mi vida,

    comparto mi vino

    y también mi pan,

    y quiero mostrar

    sueños de poeta,

    sin que una queja

    se puede escapar.

    Porque así lo siento

    comparto ilusiones,

    de algunos amores

    que hoy ya no están,

    y dejo al pasar

    mi brazo extendido,

    para que un amigo

    lo puedo apreciar.

    Porque así lo siento

    traigo en mis poemas,

    una luna llena

    que te alumbrará,

    y te guiará

    en oscuras noches,

    cuando a tus reproches

    quieras reprochar.

    Porque así lo siento

    te cuento un pasado,

    que quedó marcado

    por un gran amor,

    ese amor que lleva

    todo ser humano,

    ese amor sagrado

    que una madre da.

    Porque así lo siento

    grabo mis memorias,

    y una que otra historia

    que me sucedió,

    y dejo que Dios

    juzgue mis pecados,

    sí al juntar mis manos

    le pido perdón.

    Porque así lo siento

    le escribo a un anciano,

    a un niño, a un hermano

    y a una novia fiel,

    y al amanecer

    que testigo fue de un sueño,

    en el cual era el dueño

    de una boca gusto a miel.

    Porque así lo siento

    le escribo a mi infancia,

    y a la casa blanca

    donde ayer viví,

    en donde el jardín

    de mi santa madre,

    sabía inspirarme

    mis versos decir.

    Porque así lo siento

    dejaré en tus manos,

    el sueño anhelado

    que una vez soñé,

    y si al recorrer

    este, mi poemario,

    yo sé que habrás encontrado

    tu vida… también en él.

    Poema para el amigo olvidado

    Y yo que de Dios me olvidé

    por el primer tropezón,

    entendí que la razón

    se me negó a razonar,

    y empecé a navegar

    por las aguas de la duda,

    pero allí estaba la luna

    invitándome a soñar.

    …Y yo que de Dios me olvidé

    por olvidos juveniles,

    por rabietas infantiles

    con la primera novia de enfrente,

    por mi barrio... por mi gente

    y por el desengaño aquel,

    que llegó un atardecer

    y que fue como la muerte.

    …Y yo que de Dios me olvidé

    muy a solas y a escondidas,

    lo buscaba en cada esquina

    lo quería conocer,

    quería saber por qué

    mi madre lo amaba tanto,

    y por qué, en su dulce llanto,

    se confesaba con Él.

    …Y yo que de Dios me olvidé

    creyendo saberlo todo,

    me perdía por recodos

    donde dejaba la fe,

    y entre noches de placer

    o en rueda con los amigos,

    lo busqué muy dentro mío

    y así fue que lo encontré.

    …Y a partir de ese momento

    fuimos mucho más que dos,

    fuimos juntos la pasión

    por un sol y una bandera,

    por el árbol... por la tierra,

    por el río y su caudal,

    y por aquel manantial

    que estrené su boca nueva.

    …Y a partir de ese momento

    fuimos más que inseparables,

    fuimos la lluvia y el aire

    fuimos el fruto y la flor,

    fuimos poema y canción

    y abrazo de bienvenida,

    fuimos el llanto de vida

    que en la cuna se encontró.

    Fuimos el beso sincero

    que se da por vez primera,

    y fuimos en primavera

    inspiración de algún verso,

    en el altar fuimos rezo

    en los campos el trigal,

    y la mano que se da

    sin haberle puesto precio.

    Fuimos la noche serena

    para encontrar el amor,

    fuimos juntos el dolor

    de amistades traicioneras,

    fuimos la luz que naciera

    descubriéndonos Belén,

    también al amanecer

    la caricia que se espera.

    Fuimos el vaso de vino

    en momentos de alegría,

    y fuimos muy a escondidas

    románticos y aventureros,

    fuimos flor de limonero

    algo dulce y algo amarga,

    y también fuimos la calma

    cuando azul se pone el cielo.

    Fuimos fogón encendido

    para repartir calor,

    fuimos vela y el sillón

    para mecer esperanza,

    fuimos canto de alabanza

    llegada la navidad,

    fuimos espina y rosal

    que perfuman con el alba.

    Fuimos la mesa servida

    para el brindis familiar,

    fuimos carta que al llegar

    nos trae noticias gratas,

    fuimos el lazo que ata

    con la fuerza de la sangre,

    y fuimos, en cada tarde,

    pasiones que se desatan.

    Y a partir de ese momento

    fuimos mucho más que amigos,

    recorrimos mil caminos

    y así vamos a seguir,

    por eso quiero decir;

    y yo que de Dios me olvidé,

    del día que lo encontré

    les juro ¡soy muy feliz!

    Poema para una palabra

    La palabra más hermosa

    que se puede pronunciar,

    es aquella que te da

    alivio si estás cansado,

    amor si estás desolado

    paciencia si estás perdido,

    y también es el amigo

    que te sigue a todos lados.

    La palabra más hermosa

    que el mundo puede escuchar,

    es aquella que al pasar

    te dibuja una sonrisa,

    sale a pasear con la brisa

    nace cuando nace el sol,

    y llega a tu corazón

    para darte una caricia.

    La palabra más hermosa

    con la que puedes soñar,

    es aquella que al final

    la dices como al principio,

    es el payaso y el circo

    y vela de cada altar,

    que hace su luz recordar

    de Jesús su sacrificio.

    La palabra más

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