Actividades del conocimiento y su desempeño en la competitividad de Sinaloa

Por Rosario Alonso Bajo y Óscar Elí Velarde Moreno

La importancia de las actividades del conocimiento de una región se ha vuelto relevante hoy más que nunca para lograr el desarrollo de un territorio. Esta obra analiza en dos grandes grupos este asunto para el estado de Sinaloa. En una primera parte, estudia el rol de las universidades y su impacto en el desarrollo de la competitividad en pequeñas

• Idioma: Español
• Editorial: Universidad Autónoma de Sinaloa
• Fecha de lanzamiento: 17 jun 2022
• ISBN: 9786077373278

Rosario Alonso Bajo

Rosario Alonso Bajo es doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Autónoma de Sinaloa, maestro en Comercio Internacional por la Universidad de Occidente y licenciado en Economía por la UAS, donde es profesor e investigador de tiempo completo adscrito a la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Ha realizado estancias académicas en universidades de Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Costa Rica, Colombia, Cuba y México, y pertenece a la Red de Investigación y Docencia en Innovación Tecnológica. Sus líneas de investigación son vinculación, transferencia de tecnología y sistemas de innovación. Es autor y coautor de diversos libros y capítulos de libros, la mayoría relacionados con las actividades científicas, tecnológicas y de innovación, además de artículos en revistas indexadas, arbitradas y de divulgación. Entre otros cargos y distinciones, ha sido director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Sinaloa (2005-2009); miembro del Sistema Nacional de Investigadores (nivel i) (2005 a 2020); miembro del núcleo básico de la Maestría en Ciencias en Ciencias Económicas y del Doctorado en Ciencias Sociales de la uas, reconocidos como posgrado de calidad por el conacyt; líder del cuerpo académico consolidado Economía de la Educación, la Ciencia y la Tecnología; miembro del Comité Directivo Nacional del Consejo Mexicano de Ciencias Sociales (comecso) (2007-2010); responsable del Nodo-Sinaloa de la Red de Investigación y Docencia en Innovación Tecnológica y miembro de la Red Nacional de Innovación en el Trabajo. Oscar Elí Velarde Moreno es profesor investigador en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Cuenta con una licenciatura en Relaciones Internacionales, una maestría en Negocios Internacionales y un doctorado en Filosofía de la Administración. También se desempeña como consultor empresarial en el área de comercio internacional y en proyectos de investigación relacionados con desarrollo de proveedores y cadenas de valor en empresas multinacionales.

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Contenido

Introducción

Primera parte

Actividades del conocimiento

I. La competitividad regional en México a través de las actividades del conocimiento

Jesús Armando Ríos-Flores y Rosario Alonso Bajo

II. Universidad pública y servicios profesionales: profesiones, pequeñas empresas y gobiernos locales

José Mateo Bastidas Morales

III. Pertinencia y funciones de las Instituciones de Educación Superior Pública de Sinaloa en la economía 4.0. El caso del sector agrícola

Rosario Alonso Bajo, Jesús Armando Ríos-Flores y Damaris Zazueta

IV. Efecto del área estratégica en el desempeño innovador de las empresas

reniecyt sinaloenses

Viridiana Bastidas Regalado, Nora Teresa Millán López y José Arias-Pérez

V. La oferta biotecnológica de las ies de Sinaloa y sus potencialidades

Antonio de Jesús Rosas Valenzuela y Rosario Alonso Bajo

Segunda parte

Actividades económicas y análisis municipal

I. La competitividad de Sinaloa en el cultivo de maíz

Luis Armando Becerra-Pérez y Luis Fernando López Reyes

II. Análisis de las exportaciones sinaloenses

Oscar Elí Velarde Moreno

III. Convergencia económica municipal: Sinaloa y el noroeste de México. Tratamiento de datos espaciales

Jorge Rafael Figueroa Elenes y Rafael Rentería Zatarain

IV. Desigualdad intrarregional en los municipios sinaloenses

José Luis Hernández Juárez, Baltazar Pérez Cervantes y Marine Rosario Urías García

Introducción

Actividades del conocimiento y su desempeño en la competitividad de Sinaloa, es una obra colectiva realizada por académicos de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Sinaloa. En ella se abordan temas relacionados con la importancia del conocimiento en las actividades económicas de una región, ya que nos encontramos en la denominada cuarta revolución industrial y/o economía 4.0, donde se retoman los principales planteamientos de la economía del conocimiento, dimensionándolos a las nuevas realidades del entorno económico, político y social del mundo actual.

La publicación consta de dos secciones: la primera es denominada Actividades del conocimiento; la segunda está relacionada con las actividades económicas del estado de Sinaloa; y también se enfoca en el estudio de los municipios, principalmente a los de la geografía sinaloense. A continuación se describen cada una de las secciones con los capítulos que las integran.

La primera sección se compone de cinco trabajos relacionados con las actividades científicas, tecnológicas y del conocimiento:

En el primer trabajo «La competitividad regional en México a través de las actividades del conocimiento» de Jesús Armando Ríos-Flores y Rosario Alonso Bajo, se realiza una estimación del efecto espacial en el desarrollo de las actividades ligadas al conocimiento con la competitividad. Para ello, se determina un índice sobre la productividad de la economía del conocimiento en cada uno de los estados que integran la República mexicana, valiéndose de indicadores de producción, adquisición, aplicación y difusión del conocimiento. Através de esto, se llega a la conclusión de que se produce un efecto espacial positivo, mediante la cooperación que a su vez genera un estímulo a la instauración y aplicación del conocimiento.

El segundo capítulo de esta sección titula «Universidad pública y servicios profesionales: profesiones, pequeñas empresas y gobiernos locales», cuyo autor el doctor José Mateo Bastidas Morales, realiza una reflexión, desde el punto de vista teórico, sobre el devenir de la universidad pública en México en cuanto a las relaciones y redes sociales con el entorno, enfocado en la formación del recurso humano y los servicios profesionales que demanda el contexto en un ambiente competitivo. Aterriza, así, en un ensayo relacional del estado de Sinaloa, tipo triple hélice: profesiones, pequeñas empresas y gobiernos locales.

En el tercer trabajo, «Pertinencia y funciones de las Instituciones de Educación Superior Pública de Sinaloa en la economía 4.0. El caso del sector agrícola», de Rosario Alonso Bajo, Jesús Armando Ríos-Flores y Damaris Zazueta, consiste en un análisis del comportamiento del sector agrícola en Sinaloa ante los cambios provocados por la cuarta revolución industrial, enfocándose en los adelantos que se presentan a nivel mundial, como son: procesos automatizados, robótica y utilización de datos en la agricultura horticultura. Los autores detallan las tareas a desarrollar por la instituciones de educación superior (ies)para insertarse en lo que se denomina vinculación 4.0, que retroalimente las acciones entre las universidades y el sector productivo. En la parte final se efectúa un diagnóstico del sector agrícola horticultura de Sinaloa, vislumbrando los requerimientos actuales, así como a mediano y largo plazo, y cuál es el potencial de las ies para satisfacer estas demandas.

El cuarto capítulo «Efecto del área estratégica en el desempeño innovador de las empresas reniecyt sinaloenses», de Viridiana Bastidas Regalado, Nora Teresa Millán López y José Arias-Pérez, buscan demostrar el resultado que conlleva el área estratégica en el desempeño innovador, mediante la gestión del conocimiento de las empresas sinaloenses con Registro Nacional de Instituciones Empresariales de Ciencia y Tecnología (reniecyt). Los resultados arrojan que se obtiene un efecto positivo al dimensionar el área estratégica en el desempeño innovador de este tipo de empresas.

El último capítulo de la primera sección es el presentado por Antonio de Jesús Rosas Valenzuela y Rosario Alonso Bajo, «La oferta biotecnológica de las ies de Sinaloa y sus potencialidades». En él se realiza un análisis que permite determinar cuál es la oferta que las instituciones de educación superior del estado de Sinaloa tienen con respecto al sector biotecnológico, mediante un enfoque exploratorio y descriptivo. Los resultados demuestran que las ies disponen de una oferta biotecnológica valiosa, con énfasis en las especializaciones productivas de Sinaloa.

En la segunda parte, Actividades económicas y análisis municipal, se ubican trabajos de suma importancia para la economía sinaloense: el primero trata sobre una actividad preponderante como es el cultivo de maíz; otro contemplaexportaciones sinaloenses y los últimos corresponden al análisis municipal.

El capítulo uno de este libro, ubicado en la segunda parte, es el de Luis Armando Becerra-Pérez y Luis Fernando López Reyes, el cual se intitula «La competitividad de Sinaloa en el cultivo de maíz». Becerra y López llevan a cabo un estudio para determinar la competitividad del estado de Sinaloa en el cultivo del maíz, con respecto a otras entidades de la República mexicana que se dedican a la siembra de esta oleaginosa. A la conclusión que arriban, mediante la utilización del modelo Shift & Share, es que Sinaloa es la entidad más competitiva a nivel nacional y con un fuerte efecto en la generación de empleo.

«Análisis de las exportaciones sinaloenses», de Oscar Elí Velarde Moreno, es el segundo capítulo y en él se detalla la estructura de las exportaciones de Sinaloa y la importancia de cada uno de sus componentes, en donde resaltan por su dimensión los bienes de origen agrícola, particularmente las hortalizas. En cuanto a las exportaciones de productos manufactureros, encuentra que estos tienen un nivel tecnológico reducido. Los de un nivel poco mas alto tienen una participación muy baja en el total del sector exportador sinaloense.

En el tercer capítulo, «Convergencia económica municipal: Sinaloa y el noroeste de México. Tratamiento de datos espaciales», de Jorge Rafael Figueroa Elenes y Rafael Rentería Zatarain, a través de los modelos de crecimiento neoclásico y endógeno, los autores analizan la situación económica de los municipios de la región noroeste de México, con la finalidad de determinar la existencia de convergencia económica entre los municipios de la región. Para ello, tratan de ubicar los componentes que hacen posible que exista o no la convergencia entre los municipios estudiados.

El cuarto y último capítulo, no por ello menos importante, es el que presentan José Luis Hernández Juárez, Baltazar Pérez Cervantes y Marine Rosario Urías García, llamado «Desigualdad intrarregional en los municipios sinaloenses». En este trabajo se desarrolla un estudio sobre cuáles son las causas socio territoriales que provocan la desigualdad en los municipios que integran la estructura geográfica sinaloense. Para ello, se realizan análisis de indicadores como: educación, salud y nivel de ingreso, a través de los cuales se lleva a cabo un comparativo para determinar si la conducta espacial está asociada a la desigualdad en los municipios.

Esperamos que la presente obra sea de su interés y les permita ubicar algunas de las principales actividades del conocimiento que se desarrollan y/o se deben desarrollar en la entidad, con la finalidad de poder ubicarnos de una mejor manera en la denominada cuarta revolución industrial o economía 4.0.

Primera parte

Actividades del conocimiento

I. La competitividad regional en México a través de las actividades del conocimiento

Jesús Armando Ríos-Flores

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Rosario Alonso Bajo

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Introducción

La configuración económica internacional, sustentada en la información y el conocimiento, ha estimulado la expansión de las redes productivas y la competitividad (Metcalfe, 2002). La introducción del conocimiento, al incrementar las innovaciones organizativas, ha cambiado los elementos que determinan la competencia industrial, flexibilizando el proceso productivo y aumentando la cantidad y calidad de los productos (Loasby, 2001).

Si bien el tema de la competitividad aborda muchos aspectos ligados al quehacer productivo de una región o empresa, el tema tecnológico cobra cada vez una mayor relevancia. Desde el enfoque de las Economías Basadas en el Conocimiento (ebc), las regiones con una mayor proporción de actividades productivas ligadas al conocimiento científico, así como las dinámicas de su producción, adquisición, difusión y aplicación son las que incrementan su competitividad (Chen y Dahlman, 2006).

En México la creación de conocimiento tecnológico sujeto a la propiedad intelectual es contrastante. En el ámbito regional se presenta una alta concentración, no obstante, hasta principios de la década de los 90 la producción del conocimiento vía solicitudes de patente se encontraba centralizada en la Ciudad de México. A pesar de que la instauración de los centros de investigación en México datan de 1972, la operatividad y su funcionamiento pleno como centros sep-conacyt en los estados inician a principios de los años 80, pasando de una plena concentración nacional a una regional. A su vez, en 1990 las solicitudes de patente por cada 10 000 habitantes decrecieron a 0.07 y 0.08 solicitudes para 2010, desempeño limitado comparado al 2.0 promedio del resto de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (ocde).

Al analizar el desempeño económico desde el enfoque de la ebc es necesario contextualizar el fenómeno de forma sistémica. Por una parte, existen diferentes clases de conocimiento ligados a diversos tipos de industrias y cada una presenta distintas cualidades. De forma similar, el proceso de creación y adquisición de conocimiento, sin aplicación en el proceso productivo, no presenta efectos económicos en la empresa y si estos no generan un proceso de difusión vía imitación, el efecto individual no producirá uno sinérgico a la economía en su conjunto. En este sentido, cabe preguntarse ¿qué efectos generan las distintas actividades del conocimiento como la creación, adquisición, aplicación y difusión en la competitividad de una región?, ¿cuál es el efecto espacial de las actividades del conocimiento en la competitividad?, y ¿cuál es el ajuste interregional por la crisis económica de 2008?

El objetivo central de este documento es estimar el efecto espacial de las actividades del conocimiento en la competitividad. En los objetivos secundarios se encuentran el estimar los indicadores de producción, adquisición, aplicación y difusión del conocimiento y, así mismo, determinar el índice general sobre los niveles relativos de la economía del conocimiento de los estados de México. La hipótesis planteada sugiere que tanto el efecto directo de las actividades como el efecto indirecto de la difusión espacial del conocimiento en las entidades son positivos, ya que la cooperación estimula la creación y aplicación del conocimiento al incrementar la red de actividades del mismo.

Para el desarrollo de la investigación, el documento se estructuró en cinco apartados. En el apartado uno se despliega el marco teórico basado en la panorámica de las economías fundamentadas en el conocimiento. En la parte dos se presenta la metodología basada en las actividades del conocimento y la perspectiva de la econométria espacial. En el apartado tres se establece la estructura de los datos para la realización de las actividades del conocimiento, mientras que en el cuatro y el cinco se plasman los resultados y las conclusiones respectivamente.

Competitividad y economías basadas en el conocimiento

La competitividad es una función de los factores de la producción, particularmente de sus cualidades, así como de su vinculación, resaltando las estrategias implementadas por los empresarios, la existencia de industrias de apoyo y de las propias condiciones de la demanda tanto interna como externa. En cuanto las estrategias empresariales utilizadas para incrementar o mantener la competitividad, estas dependen del sector industrial en el que se encuentran y desde el soporte territorial de una region; a su vez son soportadas por las políticas públicas, la infraestructura y diversos factores que el espacio provee y no son transferibles. En este sentido, el tipo de actividades realizadas en la producción y la clase de bienes producidos determinan el desempeño económico (Loasby, 2001), aún más cuando las empresas en expansión se enfrentan con demandas crecientes de productos nuevos efecto multiplicador y con mayor generación de empleos de calidad.

Si bien el tamaño de la empresa es un factor importante, particularmente por el contexto en que se encuentre la economía, la intensidad del conocimiento tecnológico implementado en las empresas y en los productos son los que determinan su rentabilidad y, por ello, su competitividad.

El sistema empresarial en términos de las sociedades basadas en el conocimientos se entiende como una red de conocimientos conformada por un conjunto de actores con intereses y enlaces comunes, tanto formales como informales, en la producción y aplicación del conocimiento, ya sea para el desarrollo de conocimiento científico, técnico o para el mejoramiento de los procesos productivos. Aunque la difusión del conocimiento es fundamental para la competitividad regional, esta también se presenta como un arma de doble filo, ya que las decisiones concernientes a la inversión en conocimiento implican una mayor incertidumbre, debido a que el periodo de recuperación es prolongado e incierto y la difusión limita el tiempo de apropiación del nuevo conocimiento.

La actividad de difusión es un proceso creativo y no únicamente imitativo. Las empresas son atraídas por la accesibilidad de bienes y conocimiento generado por los bajos costos de entrada causados por la difusión y la obtención de beneficios elevados. En la búsqueda de incrementar su competitividad, las empresas se trasladan a segmentos más elevados dentro de sus propias trayectorias tecnológicas, generando productos nuevos mediante las mejoras económicas y técnicas, acercando más los bienes al mercado. En la etapa de difusión del conocimiento se presenta la estandarización como una mecanismo necesario para la reducción de los costos de producción y, en su caso, los precios (Vázquez, 2005). Esta etapa propicia que, en las últimas fases de difusión del conocimiento, la competencia se base en mayor medida en el precio y no en la novedad del producto. Por otra parte, cuando el conocimiento se generaliza, aparecen alternativas nuevas de mercado mediante la diferenciación de la producción, ya que se introducen mejoras a los atributos de los bienes que los acercan de forma renovada al mercado.

Desde la perspectiva de la economía del conocimiento, la competitividad de una región se fundamenta en la eficiencia e interconexión de las actividades del conocimiento (Foray, 2004) bajo la forma siguiente:

1. IEC = f (Pro, Adq, Apl, Dif)

El iec es un índice de economía del conocimiento que representa la productividad en términos de las actividades del conocimiento, donde Pro es la producción de conocimiento, tanto incorporado como no incorporado; Adq es adquisición de conocimiento externo, ya sea por transferencia vía compra o por aprendizaje vía imitación; Apl es aplicación de conocimiento durante el proceso productivo y Dif es difusión de conocimiento al interior de la economía.

Existe una amplia evidencia de que las actividades del conocimiento como la producción, aplicación y adquisición (Lopéz-Leyva et al., 2017) presentan efectos positivos para el desempeño tecno económico regional. Dentro de las actividades poco estudiadas, dada su dificultad de medición, está la difusión del conocimiento. Si bien la difusión es un proceso importante para el desplazamiento de la curva de aprendizaje regional, no es un proceso automático, sino que se encuentra condicionado por las capacidades tecnológicas, el funcionamiento empresarial y regional, así como por las relaciones que mantienen con su entorno global.

En el sistema económico pueden surgir efectos de crecimiento desequilibrado, ya que aparecen regiones que se desarrollan y regiones que se rezagan (Hirschman, 1958). En términos intra regionales, las economías logran su desarrollo al presentar un sistema sofisticado de redes empresariales, capital humano, infraestructura y sistema institucional, entre otros. Aunque los efectos directos asociados a la estructura económica son determinantes, existen también efectos indirectos o inter regionales que acentúan aún más los efectos positivos o, en caso contrario, terminan por erosionar la competitividad de dicho sistema (Krugman, 1991).

En las actividades del conocimiento, la difusión se mide en términos intra-regionales relacionados a los medios de comunicación, asociaciones empresariales y dinámicas poblacionales propias, pero existe otro proceso de difusión de tipo espacial inter regional asociado al movimiento poblacional y del capital (Krugman, 1998), por lo que la competitividad regional se presenta funcionalmente de la forma:

2. Competitividad = f ( IECic, Esp )

Donde la competitividad es función del índice de actividades del conocimiento (iecic) sumado a las externalidades o efectos espaciales (Esp) generados por la ubicación y el entorno inter regional cercano. Desde el concepto de competitividad sistémica, se toma como base el sistema legal, financiero, industrial y social como elementos determinantes de la competitividad, reflejados de forma puntual en las actividades y resultados de la empresa. En este sentido, Audretsch y Fristch (1995) resaltan que las externalidades son trascendentes en las decisiones de localización ya que los agentes económicos no solo deciden en función de recursos naturales, sociales o cercanía de mercado, sino también en función de economías externas.

Estos efectos locativos del conocimiento presentan una variedad de matices ligados a sus efectos estructurales y espaciales. En las regiones desarrolladas donde se realiza la mayor producción de conocimiento, se producen efectos directos en el crecimiento económico de su propio desarrollo tecnológico, mientras en el resto de las regiones, típicamente dependientes o imitadoras, dependen del avance tecnológico de las otras, cuyo éxito en la implementación es función de su capacidad de aprendizaje, siempre que las diferencias contextuales no sean extremas, de lo contrario el proceso de asimilación incrementará su probabilidad de fracaso (Solo, 1966).

Desde la perspectiva sistémica, la difusión de conocimiento está limitada por las capacidades tecnológicas y la distancia, dado que uno de los medios representativos de la difusión es la emulación, principalmente por contacto vía conocimiento tácito. En este sentido, las capacidades tecnológicas limitan la asimilación, mientras que la distancia determina la cantidad de conocimiento que es sujeto de difusión, dados por una parte, por la movilidad de los factores establecidos en el territorio y las relaciones informales como la empatía y los enlaces culturales generados por el movimiento poblacional (Glukler, 2007). Las capacidades tecnológicas regionales dependerán, pues, de la fortaleza del sistema regional de innovación y de sus redes de cooperación, al ser estas las determinantes de la difusión espacial del conocimiento (Dei Ottati, 2001).

El modelo

Desde la perspectiva de las economías basadas en el conocimiento, la competitividad de una región se encuentra sustentada por la eficiencia e interconexión de las actividades del conocimiento y sus cualidades. Para el caso de las actividades, la difusión se presenta de forma intra regional vincular a los medios de comunicación, a asociaciones empresariales, entre otras, mientras que la difusión inter regional se presenta por los movimientos poblacionales y del capital, siendo estos últimos de tipo espacial. De esta forma, las ecuaciones 3 y 4 explican la competitividad por medio de las actividades del conocimiento y su difusión intra regional e inter regional:

3. lnCompi = α1 + β1WlnCompi + β2lnIECi + ε

4. lnCompi = α1 + β1 WlnComp1 + β2lnPro + β3 lnapli + β4lnAdq + β5lndif + ε

Con base en estos consideramos, la competitividad es función del iec, sumada de las externalidades o efectos espaciales (lnWCompi) generados por la localización y el entorno regional y la proximidad vecinal, los cuales son estimados con un modelo econométrico espacial.

El efecto de dependencia espacial es una relación funcional entre una unidad espacial y otras que son cercanas a esta (Cliff y Ord, 1981; Anselin, 1988), implicando que el valor de una variable está condicionado por el valor de esa variable en una región vecina, definida como:

5. yi = f ( yj ), i ≠ j

6. Cov ( yi, yj ) = E ( yi yj ) - E ( yi ) E ( yj ) ≠ 0, i ≠ j

Donde i y j son las unidades espaciales vecinas; mientras que yi y yj son los valores de la variable aleatoria en dichas localizaciones. Si el fenómeno se extiende hacia el resto de los lugares próximos y dicha expansión genera concentración, se trata de un caso de autocorrelación positiva con valores high high y low low. Por el contrario, existe autocorrelación espacial negativa cuando la manifestación de un fenómeno en una unidad obstaculiza su aparición en las unidades vecinas con agrupaciones de tipo high low y low high. Para el caso de muestras pequeñas, como el del presente estudio, es necesario un enfoque basado en la permutación espacial estocástica para