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Mingar la paz: Enseñanzas de Yurumanguí para pensar la construcción de paz en los territorios del Pacífico Sur colombiano
Mingar la paz: Enseñanzas de Yurumanguí para pensar la construcción de paz en los territorios del Pacífico Sur colombiano
Mingar la paz: Enseñanzas de Yurumanguí para pensar la construcción de paz en los territorios del Pacífico Sur colombiano
Libro electrónico433 páginas5 horas

Mingar la paz: Enseñanzas de Yurumanguí para pensar la construcción de paz en los territorios del Pacífico Sur colombiano

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"Este libro ofrece un diálogo entre los resultados de investigación del proyecto "Mingar la paz: enseñanzas de Yurumanguí para pensar la reparación territorial y la construcción de paz en el Pacífico Sur colombiano" y otras experiencias de investigación y trabajo  colaborativo con comunidades negras de esta región, en torno a la vivencia del territorio como sustrato de la construcción de paz. Sin duda, su aporte más significativo es que presenta una reflexión sobre la realidad del conflicto armado en la región Pacífica por medio de la indagación en las sedimentaciones históricas que rodean a los sentidos del territorio, la territorialidad y el lugar, los cuales, en cuanto espacios de vivencias y experiencias concretas, permiten mingar la memoria colectiva de las comunidades negras. De esta manera, plantea algunas claves para una reparación histórica y territorial de estas comunidades, una necesidad urgente en el camino de la restauración de la dignidad negra."
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento13 jun 2023
ISBN9789587947373
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    Mingar la paz - Danna Carolina Aguilar Gómez

    Introducción

    LA PRESENTE COMPILACIÓN FORMA PARTE DE los productos del proyecto de importancia institucional Mingar la paz: enseñanzas de Yurumanguí para pensar la reparación territorial y la construcción de paz en el Pacífico colombiano, un proceso de investigación-acción desarrollado por el grupo de investigación Teoría Política Contemporánea de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, en alianza con el colectivo de trabajo Guía Nómada, el Consejo Comunitario de Yurumanguí y un grupo interdisciplinar de estudiantes y profesionales, en el marco de la Convocatoria Nacional Sesquicentenario de la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad Nacional de Colombia.

    Este proyecto tuvo como objetivo contribuir a la generación de espacios para el encuentro de experiencias en las comunidades del río Yurumanguí que permitieran articular formas de recrear la vida en el territorio frente a la amenaza permanente del conflicto sociopolítico. En concreto, y reconociendo las múltiples experiencias que se adelantan en el Pacífico Sur colombiano por la defensa de la vida y el territorio, el proyecto Mingar la Paz ha considerado el río Yurumanguí como el nodo de una red de acción, pensamiento y creación en torno a las experiencias comunitarias de defensa del territorio en esta región. La construcción de esta red se ha llevado a cabo en los últimos años por medio de la interlocución entre diferentes actores sociales y políticos del Pacífico Sur colombiano.

    En este sentido, por medio de este libro compilatorio, se busca relacionar algunos de los hallazgos, reflexiones, retos y apuestas del proceso investigativo de Mingar la Paz con las comunidades del río Yurumanguí, en diálogo con otras experiencias de investigación desarrolladas en el Consejo Comunitario Yurumanguí o en otros lugares del Pacífico Sur, a fin de contribuir a la divulgación y diversificación de la red. De esta forma, el libro constituye un espacio de encuentro y diálogo entre diferentes experiencias comunitarias de organización de la vida en el territorio de la región Pacífico Sur, reunidas en el marco de esta edición gracias a una convocatoria pública promovida en el segundo semestre del 2019 por el proyecto Mingar la Paz.

    Dicha convocatoria hizo un llamado a activistas sociales y académicos para que presentaran los manuscritos resultados de sus investigaciones o intervenciones en el Pacífico Sur con relación a la memoria, el territorio y la reparación, a fin de tejer diferentes visiones y perspectivas académicas, éticas y políticas sobre el trabajo en torno a la construcción de paz con las comunidades de esta región del país. Como resultado de la convocatoria, se seleccionaron nueve textos resultados de diversas investigaciones e intervenciones comunitarias enfocadas en pensar los procesos de memoria, reparación y construcción de paz a la luz de la territorialidad e historicidad de las comunidades negras del Consejo Comunitario de Yurumanguí, como caso particular, así como de otros territorios del Pacífico Sur, en específico, el Consejo Comunitario de Guajuí-Cauca y las territorialidades afrodescendientes que se han reconfigurado con la migración desde los ríos del Pacífico a las ciudades de Buenaventura y Bogotá.

    Con el propósito manifiesto de aportar a la reflexión sobre algunos problemas contemporáneos que afectan a este territorioregión, el libro está organizado en tres secciones: La historia del poblamiento en Yurumanguí: entre los archivos históricos y la memoria corp/oral, Enseñanzas de Yurumanguí para pensar los procesos de memoria histórica, reparación y construcción de paz desde el territorio, y Otras miradas al Pacífico Sur. Ahora bien, los textos que integran las secciones son de diversa índole: en cada unidad el lector encontrará algunos de corte histórico, otros de impronta analítica, así como disertaciones de anclaje institucional y sistematizaciones de experiencias comunitarias, todo lo cual permite abordar la temática general del libro desde distintas aproximaciones teóricas y metodológicas.

    Las dos primeras secciones del libro están dedicadas a ofrecer una mirada al proceso político-comunitario del Consejo Comunitario de Yurumanguí. Recientemente, este territorio ha sido representado como uno de los ríos mejor conservados del Pacífico colombiano. Basta con hacer una búsqueda en Google con la entrada Yurumanguí para comprobarlo. Y es que, en efecto, las comunidades de esta cuenca, situada en la subregión central del andén Pacífico, aproximadamente a 60 km al suroeste del puerto de Buenaventura —su municipalidad—, han persistido en mantener su territorio libre de minería a gran escala y cultivos ilícitos, pese a los embates del conflicto social y armado. Los capítulos reunidos en la primera y la segunda sección presentan un recorrido por esa historia social y política de los yurumanguireños, desde el cimarronaje de sus ancestros frente a la esclavización, pasando por su reterritorialización en la cuenca del río Yurumanguí, hasta el actual proceso de reparación estatal por su victimización en el marco del conflicto armado, que, como los lectores podrán constatar, tiene raíz en un continuum de violencias frente al cual la comunidad ha ejercido una fuerte resistencia cultural de la que estas páginas esperan ser testimonio.

    La tercera sección amplía esa perspectiva abriendo la mirada a otros territorios del Pacífico Sur. Por un lado, aborda la recreación de la territorialidad negra en la ciudad, las tensiones que genera y los conflictos que la atraviesan. Por otro, se aproxima al contexto del Consejo Comunitario de Guajuí-Cauca desde una perspectiva ecosistémica de la innovación comunal en un contexto de exclusión histórica y violencia armada. De manera que la tercera parte puede ser leída, desde las claves generales de la vivencia de Yurumanguí, como una experiencia local que puede enseñar sobre la reparación y construcción de paz a escala regional, a la vez que permite iniciar un diálogo entre experiencias interregionales.

    Figura 1. Ubicación de Yurumanguí en el litoral pacífico

    Figura 1. Ubicación de Yurumanguí en el litoral pacífico

    Fuente: elaborado por Carlos Orlando Arias.

    La primera sección del libro lleva el nombre de La historia del poblamiento en Yurumanguí: entre los archivos históricos y la memoria corp/oral. El capítulo que la inaugura, La vida cotidiana en los Reales de Minas: el caso de los enclaves mineros de Yurumanguí y Juntas de la Soledad (Provincia del Raposo), 1743-1766, del historiador Miguel Arroyo, es un texto de corte histórico que ofrece una mirada a la vida cotidiana de los hombres y las mujeres de ascendencia africana esclavizados en el Real de Minas de Yurumanguí y Juntas de la Soledad, que representan el segundo grupo humano en poblar el territorio ancestral de Yurumanguí durante el periodo de la Colonia¹.

    En un primer momento el capítulo expone cómo, para el siglo XVIII, la economía de la Nueva Granada era impensable sin el concurso de los negros esclavizados, que, organizados en cuadrillas, soportaron sobre sus hombros el desarrollo de la minería, la agricultura, la ganadería, la artesanía, el comercio y el trabajo doméstico en las costas del Caribe y el Pacífico. Dicho trabajo esclavo sería más tarde el germen de la acumulación capitalista. En el segundo momento del texto, el autor presenta los resultados del estudio de caso del Real de Minas de Yurumanguí y Juntas de la Soledad, que realizó mediante la revisión historiográfica del archivo privado de la familia Arroyo, especialmente de los documentos epistolares enviados de 1743 a 1766 por don Joseph Manuel Rodríguez, administrador del Real de Minas de Yurumanguí, a don Pedro Agustín de Valencia, dueño de esta y muchas otras minas, además de tesorero de la Casa de la Moneda de la Gobernación de Popayán.

    Esta revisión tuvo por objeto la descripción de diferentes aspectos de la vida cotidiana de los negros esclavos, como lo son la cultura material, los oficios, la salud corporal y espiritual, la organización del trabajo y la familia, y los actos de resistencia pasiva y de sublevación ante la esclavitud. Una idea-fuerza de este capítulo es que, en el Real de Minas Yurumanguí y Juntas de la Soledad, se vivió una permisividad obligada por parte del administrador del Real hacia los esclavos, ello con el fin de lograr un clima de equilibrio dentro de la cuadrilla que permitiera negociaciones tácitas entre los esclavos y los amos, ya que, mientras estos últimos buscaban extraer la mayor cantidad de oro posible, los esclavos querían las mejoras de su condición de esclavitud.

    El segundo capítulo de esta sección, Habitar lo narrado: cinco historias del poblamiento en el río Yurumanguí, escrito por el arquitecto y magíster en Ordenamiento Urbano y Regional Carlos Orlando Arias Romero, nos muestra la otra cara de esta historia: la del proceso de emancipación de los sujetos racializados como negros. Este puede valorarse como un caleidoscopio construido a varias manos para aproximarse, desde la capacidad creativa de la imaginación humana, hacia las narraciones míticas de la tragedia y la emancipación creadas por los ancestros yurumanguireños, legadas de generación en generación a sus renacientes a través de la práctica de la medicina tradicional, la brujería, la música y la danza, con el fin de reconocer su movilidad y diversidad.

    En la visión del autor, dicho legado cultural, más que un cúmulo de saberes mágico-religiosos de matriz africana, es el resultado del acto de narrar y construir recuerdos sobre un pasado que ha sido negado pero que, al ser recreado por las comunidades negras de Yurumanguí, ha liberado un poder mítico que se explora y se funda sobre el cuerpo y la magia. Así, es mediante las creencias y prácticas rituales en torno a la Sierpe, la sombra, la ombligada, los santos patrones, el manacillo, que los hijos del río Yurumanguí han logrado transgredir las relaciones de dominación a las que han estado sometidos históricamente. En el texto, el autor nos ofrece una descripción de estas memorias corp/orales con base en las experiencias que vivenció en el río/cuerpo. Sin duda, los más valioso de esta propuesta yace en que es fruto de un proceso de reflexión-acción-reflexión con algunos actores comunitarios de Yurumanguí sobre la memoria de su ascendencia y poblamiento, en cuyo marco el autor se hizo partícipe de un diálogo intracomunitario que tuvo por objeto revisitar los archivos históricos del Real de Minas de Yurumanguí del Fondo Arroyo a la luz de la tradición oral y la memoria territorial de los yurumanguireños. Lo anterior permitió redescubrir el Palenque del Desparramado —sitio de refugio de los hombres y mujeres cimarronados de Real de Minas de Yurumanguí—, no como una anécdota histórica, sino como una experiencia territorial concreta, enraizada en la narrativa mítica sobre el río a partir de la que, sustenta el autor, se ha reconstruido una memoria sanadora y desvictimizadora capaz de proyectar un futuro común.

    La segunda sección, Enseñanzas de Yurumanguí para pensar los procesos de memoria histórica, reparación y construcción de paz desde un enfoque territorial, está encabezada por el capítulo Fiesta de los Manacillos: momento liminal en medio de la guerra de la socióloga y magíster en Construcción de Paz Solange Bonilla. Su propuesta expone los resultados de un trabajo etnográfico sobre la Fiesta de los Manacillos, celebrada en la vereda Juntas de Yurumanguí en la Semana Santa del 2018, en medio del escenario de conflicto armado que se vive en este territorio colectivo. Por esta razón, el capítulo, en un primer momento, nos presenta una rica descripción del ritual.

    Con base en la teoría del ritual de Víctor Turner, la autora presenta la Fiesta de los Manacillos como el momento liminal de un ritual de paso (la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo) en el que se liberan las tensiones y los conflictos de la vida cotidiana y se renuevan las energías comunitarias. Luego, complementa este planteamiento con el concepto de performance de Diana Taylor, con el fin de mostrar que la fiesta envuelve un sistema de aprendizaje basado en prácticas corporizadas gracias al cual el legado histórico/emotivo del Manacillo se ha mantenido vivo en la memoria colectiva de los pobladores del Yurumanguí. De esta manera, el Manacillo se ha instituido en un medio de expresión de la identidad colectiva de los/as yurumanguireños/as. No obstante, en el actual contexto local de guerra y de disputa territorial que sufre Yurumanguí, el significado social y político de la Fiesta de los Manacillos se ha expandido y ha llegado a convertirse en lo que la autora concibe como un acto de resistencia desde el territorio a la coacción que imponen los armados sobre la población civil. Esto porque, desde su perspectiva, la realización de la Fiesta de los Manacillos exige el ejercicio de la autonomía de las comunidades sobre su territorio, puesto que es una práctica cultural cimentada en la territorialidad y la identidad localizada de los/as yurumanguireños/as que, por supuesto, riñe con las acciones de territorialización forzada de los armados. En este sentido, el trabajo de organización político-comunitaria del Consejo Comunitario de Yurumanguí en defensa de su territorio ha sido vital para la pervivencia de la fiesta.

    A la par, para la autora de dicho capítulo, este ejercicio político de resistencia civil ha contribuido a que la fiesta se configure en un momento liminal en medio de la guerra, en el que algunos miembros de los grupos armados tanto legales como ilegales y la población civil interactúan en un mismo espacio, ya no bajo la lógica de la guerra, sino de acuerdo con las reglas consuetudinarias de la fiesta. De esta forma, por medio de su trabajo, la autora nos invita a pensar la Fiesta de los Manacillos como un escenario para la construcción de paz en y desde el territorio yurumanguireño.

    En una línea similar, Mónica Fernanda Iza Certuche y Santiago Alberto Llanos Molina, profesionales del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), aportan el capítulo Narraciones del duelo y la resistencia: construcción de memoria histórica en el río Yurumanguí. Este texto es producto del acompañamiento institucional que estos dos profesionales hicieron al Consejo Comunitario del río Yurumanguí en la implementación de la orden catorce de la Sentencia de Restitución de Tierras. Esta orden no es otra cosa que una medida de satisfacción que aboga por restablecer la dignidad de las víctimas del conflicto armado interno y fortalecer los procesos de resistencia de la comunidad a través de la conceptualización de contenidos, adecuación del espacio y producción museográfica de un lugar de memoria que reconozca la importancia de la memoria territorialmente inscrita.

    Los investigadores se interesaron por la comprensión de los daños que han sufrido los espacios tradicionales de encuentro comunitario para la celebración de la vida y la muerte en ocasión del conflicto social y armado. Con base en el enfoque de memoria histórica, se preguntaron si un lugar de memoria podría ser un espacio propicio para realizar el duelo de los daños que la guerra ocasionó, así como para generar nuevas estrategias de resistencia colectiva. Tras un trabajo de campo que consistió en la realización de grupos focales y entrevistas a informantes clave, en su escrito sostienen que ha sido precisamente en el proceso de sobreponerse al dolor de las pérdidas humanas y a las afectaciones de tipo cultural, económico y social que la comunidad ha resignificado los procesos de duelo en acciones de resistencia, donde estas últimas configuran escenarios de reconstrucción del tejido social y de avance en la consolidación de la paz territorial.

    En consecuencia, el lugar de la memoria que debe construir el CNMH en Yurumanguí ha de posicionarse como un espacio para el recuerdo y la sanación espiritual de los daños que ocasionó la guerra, pero, sobre todo, para el reconocimiento de la lucha organizativa como única posibilidad de continuar defendiendo la vida digna en el territorio yurumanguireño. Es responsabilidad de la institucionalidad estatal y de las comunidades garantizar que dicho espacio realmente sirva para este fin y evitar que se quede solo en la puesta en marcha de un museo que mistifique el trabajo de la memoria de las comunidades, como ya ha sucedido con otras experiencias de reparación simbólica.

    Desde otra orilla, el psicólogo y antropólogo Juan Guillermo Garzón presenta el capítulo Yurumanguí, río-vida: poéticas en reparación territorial, donde plantea la clave río-vida, esto es, el río como espacio de vida para pensar la reparación territorial. El autor inicia por exponer cómo la cosmovisión del río-vida supera la visión del río como un recurso vital útil para la acumulación de riquezas y, por medio de enfatizar en una mirada ontológica, pone de relieve la cualidad esencial que hace que el río sea uno con el resto de lo existente: la vida. En consecuencia, postula que, para entender los procesos de victimización de las comunidades negras del río Yurumanguí, su espacio de vida, se debe considerar que lo que lesionó la esclavización —violencia histórica y estructural sufrida por estas comunidades— fue el mismo ser de la vida en relación con el territorio por medio de una fuerza de desterritorialización trasatlántica, y que fue eso mismo lo que siguió siendo herido constantemente mediante el embate del conflicto armado colombiano que los ha afectado de maneras dramáticas y diferentes. Según expone, para las gentes yurumanguireñas, las políticas autónomas de cuidado de la vida y de defensa del territorio forman parte de una poética, entendida esta como el acto creativo de la cultura, cotidiana y constante, en la que radica la resistencia de la comunidad a esa victimización histórica. Esto lleva al autor a resaltar entonces el lugar reparador del cuidado del territorio como reivindicación de la vida y el ser, aun cuando este emerge en un escenario violentado en el que los actores armados han agenciado una poética de la muerte, cimentada en la desaparición o el sometimiento de otros. En este sentido, lo que el autor propone que requiere pensarse, desde la clave río-vida en la experiencia de Yurumanguí, es el trasfondo cultural de las concepciones y prácticas sobre la reparación.

    Los procesos de reparación institucionales constituyen un escenario particularmente crítico para repensar la vida y el devenir comunitario, pues posibilitan un conjunto de decisiones y acciones en las que se friccionan diferentes apuestas por modos de ser, estar, sentir y percibir en el mundo. Así, mientras que la reparación se cimienta en una visión mecánica de lo social en la que lo indispensable es reparar aquellas dimensiones del tejido comunitario que la violencia dañó, desde la perspectiva del río-vida el daño del territorio en realidad es la herida de la cultura, lesiones a las poéticas de las que emerge. Es un perjuicio al devenir que, como nos enseña Yurumanguí, requiere ser sanado por medio de acciones que se sustenten fuertemente en las decisiones fundadas en las memorias de creación del tejido de la vida, del cuidado de la vida. En suma, esta es una propuesta innovadora para efectuar la reparación, o mejor, la sanación del territorio-vida desde la potencia misma del entramado cultural yurumanguireño.

    El último capítulo de esta sección, titulado Objetos del río, relatos de ancestros: una experiencia de teatro testimonial con mujeres del río Yurumanguí, presenta el proceso y los resultados de un taller de teatro testimonial llevado a cabo en Cali, Colombia, con seis mujeres de la vereda San Antonio del río Yurumanguí —algunas de ellas víctimas directas del conflicto armado— desde la voz de su facilitador, Angelo Miramonti. En el texto, el autor expone una obra que entreteje relatos autobiográficos de ancestros con objetos que las participantes escogieron para representar su conexión con la vida en el río, su territorio y su historia. La obra se compone de once monólogos que exploran la relación entre memorias, cuerpos, territorios y presente, a través de la incorporación de los relatos y de la animación de los objetos. A través de ella, las actrices representan el encuentro de cuerpo y territorio, de memoria y presente, con lo que muestran que la memoria no es un contenedor de acontecimientos pasados sino un acto presente y en evolución constante: el acto de rememorar y relatar experiencias pasadas que sentimos significativas para nuestro presente.

    En este sentido, la importancia de este capítulo radica en que constituye una sistematización de experiencias. Estas últimas aportan a la visibilización y promoción de metodologías de creaciónexpresión que permiten abordar los procesos de construcción de memorias sobre el territorio y el conflicto armado desde la experiencia corp/oral y los relatos autobiográficos.

    Sebastián Mayorga Patiño, politólogo y magíster en Geografía, inaugura la sección Otras miradas al Pacífico Sur con el capítulo Territorialidades y acciones estratégicas en Buenaventura: conflicto territorial por el control de corredores estratégicos en los barrios Isla de la Paz y La Cima. Este ensayo es resultado de un proceso de investigación colaborativa en dos barrios de Buenaventura: Isla de la Paz y La Cima, los cuales son habitados, en su mayoría, por migrantes forzados de los ríos Yurumanguí y Naya (zona rural de Buenaventura) a causa de la violencia, quienes, a fin de rehacer su vida en la ciudad, desde el 2003 erigieron sus casas en territorios ganados al mar, es decir, rellenando cuerpos de agua y adecuándolos para ser habitados mediante la organización y la acción colectiva. Actualmente, estas comunidades se encuentran amenazadas por proyectos de desarrollo portuario que, con el apoyo de actores armados legales e ilegales, pretenden despojar a las comunidades de sus territorios legítimos.

    Para aproximarse a esta compleja realidad, el autor acudió a los postulados teóricos de la geografía política crítica y del enfoque fenomenológico, así como a las herramientas metodológicas de la cartografía social, con el propósito de analizar cómo, en ejercicio de su territorialidad, cada actor del conflicto construye y despliega sus propios repertorios de acciones estratégicas, de tipo organizativo, jurídico, económico, armado o cultural. De esta forma, el autor nos muestra cómo en ambos barrios se está presentando un conflicto territorial caracterizado por la desterritorialización del espacio físico y simbólico que habitan las comunidades negras por parte de actores armados ilegales que, tras los procesos de desmovilización de los paramilitares en el 2006 y de la guerrilla de las FARC en el 2016, se reconfiguraron, respectivamente, en Bacrim —como la Local y la Empresa— y en disidencias de las FARC —como las Fuerzas Armadas del Pacífico—, grupos al margen de la ley que hoy se disputan el control de corredores y territorios estratégicos por medio de acciones bélicas que afectan a las comunidades.

    De forma concomitante, en estos barrios se ha venido desarrollando un proceso de reterritorialización al servicio de empresas privadas como la Sociedad Portuaria Terminal de Contenedores de Buenaventura (TCBUEN), el Centro Logístico del Pacífico (Celpa) y los proyectos Master Plan 2050 y el Complejo de Actividades Económicas de Buenaventura (CAEB), que han localizado sus operaciones de logística portuaria en esta zona. Según los testimonios de los habitantes de Isla de la Paz y la Cima, estos actores han recurrido a estrategias jurídicas, como la reclamación de tierras por parte de terceros ajenos a la comunidad o pertenecientes a la misma pero cooptados por los intereses privados, y a acciones de presión armada, entre las que se incluyen amenazas, asesinatos selectivos y estrategias de confinamiento, todo con la finalidad de expandir y valorizar sus predios para adquirir rentas y acumular capital. Ante estos hechos, las comunidades de Isla de la Paz y La Cima se han organizado para resistir al despojo mediante alianzas estratégicas entre sus respectivas Juntas de Acción Comunal (JAC) y ONG nacionales e internacionales de derechos humanos, articuladas en el Comité Interorganizacional de Territorios Ganados al Mar, una coalición interorganizacional conformada por comunidades que habitan y defienden los territorios ganados al mar de Buenaventura.

    De acuerdo con la argumentación del autor, los procesos organizativos de las comunidades se han basado en prácticas culturales que fundamentan el ejercicio de sus territorialidades, como lo son las mingas y las rocerías, acciones colectivas que han permitido la recuperación del espacio comunitario con adultos mayores y jóvenes. Con estos últimos, la organización barrial ha priorizado el desarrollo de torneos de fútbol relámpago y de entrenamientos deportivos constantes que han sido claves para efectuar la recuperación de la cancha, uno de los espacios comunitarios que fue despojado por los actores privados interesados en controlar los barrios. Como resultado de este proceso de organización juvenil, se creó el equipo de fútbol Cimapaz, en el que confluyen jóvenes de Isla de la Paz y La Cima que agencian procesos de fortalecimiento de liderazgos comunitarios y acciones de prevención en contextos de violencia.

    Motivado por lo anterior y con base en los talleres de cartografía social que el autor realizó con estas dos comunidades, propone el nombre Cimapaz para designar y reconocer la figura territorial urbana-rural que resulta de la localización de la zona fronteriza de los dos barrios donde conviven prácticas urbanas y rurales propias de la vida rivereña. La finalidad política y jurídica de la figura es poder consolidar el Consejo Comunitario de Cimapaz como una forma de organización territorial y política que cuente con una persona jurídica creada entre ambas JAC, a fin de potenciar sus repertorios de acción colectiva en clave de la consolidación de un ordenamiento territorial acorde con el plan de vida de las comunidades negras que allí habitan. En este sentido, la propuesta del autor constituye una gran herramienta conceptual y práctica para el fortalecimiento del proceso de organización político-comunitaria de Cimapaz, que debería ser apoyada por el Estado colombiano como resarcimiento de los derechos étnico-territoriales de esta población.

    Como segundo capítulo de esta sección aparece De dónde vengo yo: identidad y territorio en los relatos de estudiantes afrocolombianos de la Fundación Universidad Autónoma de Colombia, escrito por Omar Jerónimo Prieto Ruiz, magíster en Filosofía. El texto aborda la cuestión de la identidad personal y colectiva en relación con el territorio en el caso de un grupo de jóvenes que, habiendo migrado desde la región del Pacífico hacia Bogotá, se encuentran inscritos en la Fundación Universidad Autónoma de Colombia (FUAC). En aras de abrir un espacio para la visibilización de las voces afros de la FUAC, la investigación que fundamenta este capítulo se desarrolló mediante la efectuación de 43 entrevistas que abordaron con profundidad temas asociados con su estancia en la Universidad y en la ciudad, su relación con los municipios de origen, sus aspiraciones futuras y el lugar que en ellas ocupa la formación académica, entre otros muchos aspectos. En consecuencia, las entrevistas develaron cómo cada una de estas personas es heredera, en mayor o menor medida, de las cosmovisiones, lenguajes y saberes del Pacífico colombiano.

    De esta forma, el capítulo se desarrolla a partir de los relatos de estos jóvenes sobre sus territorios de origen y las maneras en que son evocados desde la ciudad, centrándose en algunas prácticas culturales que evidencian la especificidad de sus construcciones simbólicas, como lo son su relación con el río como un lugar vivido, la alimentación y las bebidas tradicionales, o la curandería y la brujería. A partir de su interpretación de los relatos, el autor nos muestra cómo estas prácticas develan otros tipos de relación con la naturaleza y de entendimiento de la relación salud-enfermedad, enraizadas en cosmogonías ancestrales. Así, concluye que, en los territorios narrados por este grupo de estudiantes, son perceptibles otros mundos que no solemos ver, pero que viven con ellos en las aulas y los pasillos que recorremos en la cotidianidad.

    El tercer capítulo de esta sección y último del libro, Territorio, cambio sociotécnico e innovación comunal: estudio de caso río Guajuí-Guapi, escrito por Juan David Reina Rozo, candidato a doctor en Ingeniería, se nos presenta una aproximación al río Guajuí en Guapi, Cauca, desde el punto de vista de los ecosistemas de innovación de base comunitaria (EIBC). A partir de entrevistas semiestructuradas, el autor analiza las dinámicas de innovación comunal; es decir, la creación de cambios sociotécnicos mediados por tecnologías o cambios de comportamiento para fortalecer el tejido social que desarrollan el Consejo Comunitario de Guajuí y otros actores del territorio. Se trata de una aproximación crítica frente al concepto hegemónico de innovación, caracterizado por un énfasis en la iniciativa individual, los artefactos y el interés particular, para dar paso a una visión de la innovación como un proceso social y comunitario que más bien emerge de trabajos conjuntos en el marco de historicidades locales y valores culturales específicos. Esto, para el caso del río Guajuí, se traduce en un EIBC centrado en la búsqueda de resiliencia en un contexto de posconflicto, pobreza y exclusión histórica.

    Así, en este capítulo se presenta una aproximación novedosa y necesaria para las dinámicas socioeconómicas de las comunidades del Pacífico Sur en la que se enfatiza en la interacción de diversos actores, que no necesariamente constituyen una misma organización pero que interactúan en torno a unas búsquedas comunes. Aquí se resalta la capacidad creadora de las comunidades, en el marco de unas dinámicas de innovación específicas sustentadas en memorias y recursos territoriales locales desde un trabajo conjunto en el que se articulan actores locales, regionales, nacionales y trasnacionales. En suma, es una visión ecosistémica de la articulación entre las dinámicas socioeconómicas y las demandas provenientes del contexto y los retos que esto representa para las comunidades del Pacífico Sur.

    Danna Carolina Aguilar Gómez

    Equipo de investigación Mingar la Paz

    Abril de 2020

    Notas

    1Se presume que los primeros pobladores de la cuenca del río Yurumanguí fueron indios gentiles denominados yurumaguíes. Para conocer más de este grupo cultural se recomienda consultar el artículo de Paul Rivet (1942), Un dialecte hoka colombien: le Yurumangí, publicado en el número 34 de la Journal de la Société des Américanistes (pp. 1-59).

    La historia del poblamiento en Yurumanguí: entre los archivos históricos y la memoria corp/oral

    La vida cotidiana en los Reales de Minas: el caso de los enclaves mineros de Yurumanguí y Juntas de la Soledad (Provincia del Raposo), 1743-1766

    Miguel Arroyo

    *

    Introducción

    La investigación acerca de lo cotidiano se inscribe en una tendencia nueva en la historiografía, por medio de la cual se busca entender aquellos aspectos que ejercen cierto poder sobre las condiciones sociales y el modo en que se articulan con la economía, la política y los sentidos de sociabilidad en un territorio. Este tipo de análisis en la esfera micro permite acercarnos a aquellos universos de la

    vida cotidiana y comprender desde allí ámbitos propios de la formación de la cultura y organización social de los grupos humanos. Siguiendo a Bourdieu, lo cotidiano es considerado como:

    […] el producto de la relación dialéctica entre la acción y la estructura […] El análisis de las estructuras objetivas, en diferentes campos, es inseparable del análisis del génesis, en los individuos biológicos, de las estructuras mentales que son, hasta cierto punto, el producto de la incorporación de las estructuras sociales. (Bourdieu, 1988, p. 60)

    La perspectiva de Bourdieu es pertinente en lo que respecta a este trabajo porque, de cierta manera, pone

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