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Carlos V en Francia
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Libro electrónico348 páginas2 horas

Carlos V en Francia

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Carlos V en Francia es una comedia teatral de corte histórico del autor Lope de Vega. Aborda las relaciones entre el reino de España y de Francia a través de una supuesta visita del Emperador Carlos V al rey Francisco I. Cada acto repasará un hecho histórico relevante en las relaciones hispano-francesas, desde la fima del Tratado de Niza a la entrada del monarca en París.-
IdiomaEspañol
EditorialSAGA Egmont
Fecha de lanzamiento5 jun 2020
ISBN9788726616347
Carlos V en Francia
Autor

Lope de Vega

Lope de Vega (1562-1635) was Spain's first great playwright. The most prolific dramatist in the history of the theatre, he is believed to have written some 1500 plays of which about 470 survive. He established the conventions for the Spanish comedia in the last decade of the 16th century, influenced the development of the zarzuela, and wrote numerous autosacramentales.The son of an embroiderer, he took part in the conquest of Terceira in the Azores (1583) and sailed with the Armada in 1588, an event that inspired his epic poem La Dragentea (1597). Among his many notable works are Fuenteovejuna (c. 1614) in which villagers murder their tyrannous feudal lord and are saved by the king's intervention, and El castigo sin venganza, in which a licentious duke maintains his public reputation by killing his adulterous wife and her illegitimate son.

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    Carlos V en Francia - Lope de Vega

    Saga

    Carlos V en Francia

    Lope de Vega

    Cover image: Shutterstock

    Copyright © 1995, 2020 SAGA Egmont

    All rights reserved

    ISBN: 9788726616347

    1. e-book edition, 2020

    Format: EPUB 3.0

    All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

    SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

    Elenco

    PACHECO

    CAPITÁN

    SOLDADO 1.º

    SOLDADO 2.º

    SOLDADO 3.º

    SOLDADO 4.º

    MEMORANSE

    FRANCISCO

    CARLOS

    GARCILASO

    JUAN

    LEONOR

    CAMILA

    COBOS

    SERNA

    ANDREA

    ALGUACIL

    INFANTADO

    BENAVENTE

    ALCALDE

    CONDESTABLE

    SANDE

    REINA

    BISANZÓN

    LIDONIO

    HORACIO

    MARQUÉS

    Acto I

    (PACHECO soldado, la espada desnuda, cuatro franceses sobre él y un Capitán.)

    PACHECO

    ¡Fuera digo!

    CAPITÁN

    ¡Date preso!

    PACHECO

    ¿Preso un español, villanos?

    CAPITÁN

    ¡Da las manos!

    PACHECO

    ¿Yo, las manos?

    Notable soy, honor profeso.

    CAPITÁN

    5

    Mira que soy capitán.

    PACHECO

    ¿Qué importa, si eres francés,

    y yo español?

    CAPITÁN

    ¿Tú no ves

    que te matarán?

    PACHECO

    No harán.

    SOLDADO 1.º

    Déjanos darle la muerte

    10

    que tiene tan merecida.

    PACHECO

    Yo sabré vender mi vida.

    SOLDADO 2.º

    ¡Qué temerario!

    SOLDADO 3.º

    ¡Qué fuerte!

    SOLDADO 4.º

    Hasta el mismo alojamiento

    de nuestro Rey se retira.

    CAPITÁN

    15

    No le matéis, que ya mira

    nuestro Rey su atrevimiento.

    (MOSIUR DE MEMORANSE, caballeros y el REY FRANCISCO de Francia.)

    MEMORANSE

    ¡Plaza, desviaos! ¿Qué es esto?

    Su Majestad está aquí.

    PACHECO

    Ríndome, señor, a ti;

    20

    ya estoy a tus plantas puesto.

    Mándame cortar el cuello

    y el brazo que te ofendió.

    FRANCISCO

    ¿Quién eres?

    PACHECO

    Yo.

    FRANCISCO

    ¿Quién?

    PACHECO

    Aún yo,

    señor, no acierto a sabello.

    25

    Soy español, y nací

    en el reino de Toledo,

    con apellido que puedo

    osar decírtele a ti.

    FRANCISCO

    Mendoza te llamarás.

    PACHECO

    30

    Pacheco soy.

    FRANCISCO

    ¡Gran nobleza,

    gran valor, gran gentileza!

    ¿Del duque deudo serás

    de Escalona?

    PACHECO

    No, señor.

    FRANCISCO

    Pues, ¿hay Pacheco sin él?

    PACHECO

    35

    Mi apellido tomé de él,

    no de su sangre el valor.

    FRANCISCO

    ¿Cómo?

    PACHECO

    Dio leche mi madre

    al Marqués, que ya lo es;

    criéme con el Marqués

    40

    mientras que vivió su padre.

    Y todos en Escalona

    Pachequillo me llamaban,

    siendo niño, y me trataban

    como a su misma persona.

    45

    Crecí, y saliendo travieso,

    vine de paje a soldado,

    y aunque pobre, soy honrado.

    FRANCISCO

    ¿Por qué le llevaban preso?

    CAPITÁN

    Mató dos alabarderos

    50

    de tu guarda.

    FRANCISCO

    Pues, ¿por qué?

    CAPITÁN

    Lo que yo vi, te diré,

    con algunos caballeros

    que todo el suceso vieron.

    PACHECO

    ¿Yo no te diré lo cierto?

    FRANCISCO

    55

    Pues, di, ¿por qué los has muerto?

    PACHECO

    Porque no se defendieron.

    MEMORANSE

    El español tiene humor.

    PACHECO

    Úsase mucho en España,

    y se tiene por hazaña

    60

    tener humores de honor.

    Señor, yo llegue a jugar,

    estrella con que nací,

    porque del juego salí

    y al juego pienso tornar;

    65

    que Escoto, a fe de quien soy,

    me ha dicho que en los dos puntos

    que nací, jugaban juntos

    Venus y Marte al rentoy.

    En fin, llegué donde había

    70

    guarda de tu real persona,

    de Francia digna corona,

    y del mundo monarquía.

    Jugué, perdí; dije allí

    luego que me levanté:

    75

    "Si a franceses lo gané,

    con franceses lo perdí."

    Díjome cierto soldado:

    "Si las paces no se hicieran,

    los españoles perdieran

    80

    lo que de Francia han ganado."

    Repliqué: "El Emperador

    tiene la paz por divisa,

    y sólo ha venido a Nisa

    a confirmalla mejor.

    85

    Y pues el Papa las hace

    por bien de la cristiandad,

    gracias a su Santidad,

    de quien la concordia nace;

    que si durara la guerra,

    90

    yo tuviera que jugar

    lo que supiera ganar

    con mi espada en vuestra tierra."

    Pues, ¿por qué —me replicó—,

    "no nos aguardó el marqués

    95

    del Vasto? Dije: Francés,

    si el Marqués me retiró

    de Piñarolo, no fue

    porque le faltó valor,

    mas porque estaba mejor

    100

    en Aste." Esto sólo hablé;

    cuando, volando en el viento,

    me tocó una mentís la espada,

    de cuya ofensa indignada,

    hizo igual atrevimiento.

    105

    Vinieron mil sobre mí;

    entre tantos, yo no sé

    a quién herí, a quién maté,

    mas sé que me defendí.

    FRANCISCO

    Soldado, vos sois honrado

    110

    y Pacheco, y así, os doy

    la palabra que fui y soy

    a vuestro nombre inclinado.

    Por vos y por el marqués

    de Villena, id norabuena,

    115

    pues el marqués de Villena

    vuestro dueño decís que es;

    que pues yo he venido a Nisa

    a hacer con el César paz,

    tras el odio pertinaz

    120

    y la dilación remisa,

    todas sus cosas es bien

    que ponga sobre mis ojos.

    Ya pasaron los enojos

    y la enemistad también.

    125

    Idos libre por soldado

    de Carlos y por Pacheco.

    Tomad este anillo.

    PACHECO

    Hoy trueco

    el ser, pues tu sol me ha dado;

    y pues me ha dado tu sol,

    130

    tu soldado vengo a ser.

    FRANCISCO

    Yo debo favorecer

    todo soldado español;

    que he visto el valor que tienen

    con las armas en las manos.

    (Éntrense. Quede PACHECO. Salga un Capitán español y algunos soldados.)

    CAPITÁN

    135

    Hoy que dos reyes cristianos

    a firmar las paces vienen,

    hoy que el Papa los juntó

    aquí en Nisa de Provenza,

    un soldado sin vergüenza

    140

    a romper la paz llegó.

    SOLDADO

    A dos franceses ha muerto.

    CAPITÁN

    ¿Qué dirá el Emperador

    si de su parte un traidor

    rompe la paz y el concierto?

    SOLDADO

    145

    ¿Aquél es?

    CAPITÁN

    ¡Date a prisión!

    PACHECO

    Españoles, ¿qué queréis,

    si soy español y veis

    que los maté con razón?

    SOLDADO

    ¡Date al Capitán, villano!

    PACHECO

    150

    No conozco al Capitán.

    ([Todos le acuchillen.])

    ¡Así los buenos se dan!

    CAPITÁN

    ¡Date a prisión!

    PACHECO

    ¡Meted mano!

    CAPITÁN

    ¡Matadle!

    SOLDADO

    ¡Muera el traidor!

    CAPITÁN

    ¡Que con tal atrevimiento

    155

    hasta el mismo alojamiento

    llegue del Emperador!

    ¡Matadle!

    SOLDADO

    Ya el César sale

    a las voces y el rüido.

    (CARLOS V salga y el MARQUÉS DEL VASTO y gente.)

    CARLOS

    ¿Qué es esto?

    CAPITÁN

    Un hombre atrevido

    160

    con quien ni tu nombre vale,

    ni las espadas que ves.

    Es digno de gran castigo,

    que del francés, ya tu amigo,

    mató dos hombres o tres.

    CARLOS

    165

    ¿Por qué a la justicia suya

    no te entregaste, homicida?

    PACHECO

    Por conservar esta vida

    para defender la tuya;

    que en Túnez, en la Goleta,

    170

    en Viena y en Turín,

    y cuando emprendiste el fin

    de la luterana seta,

    te serví, aunque pobre, sólo

    con mi sangre, que ésta gasto

    175

    por ti, dígalo el del Vasto

    en Aste y Piñarolo.

    Verdad es que los maté

    cuando a hacer las paces vienes;

    pero ¿cuál soldado tienes,

    180

    ni cuál español lo fue,

    que sufra un mentís de Francia?

    CARLOS

    Tienes, soldado, razón;

    pero el quitar la ocasión

    es ahora de importancia.

    185

    No excuso el dar a entender

    al de Francia que he sentido

    que español se haya atrevido

    a nuestras paces romper.

    Llevadle vos, Capitán,

    190

    y a la vista del cuartel

    de Francia le ahorcad.

    PACHECO

    Cruel

    sentencia a Pacheco dan

    tus manos, siempre piadosas.

    CAPITÁN

    Ea, caminad, soldado.

    PACHECO

    195

    Señor, oye, aunque enojado,

    pues tus armas gloriosas

    para humildes y protervos

    que te enojan y bendicen,

    parcere subiectis, dicen,

    200

    et debelare superbos.

    Oye, señor, así veas

    tu Felipe, que ocho años

    tiene ahora, rey de extraños

    reinos, en que tú lo seas.

    205

    Así crezca y así robe

    la fama en nuestro hemisferio,

    que se diga que el imperio

    parte con el mismo Jove.

    Así el Plus ultra adelante,

    210

    que con este mundo mides;

    así venga a ser Alcides

    de donde tú fuiste Atlante:

    y de Felipe produzca

    otro Felipe tan bueno,

    215

    que a todo el mar ponga freno

    y el mundo a sus pies reduzca.

    Y de este Felipe venga

    otro y tantos, que no acabe

    el tiempo nombre tan grave

    220

    ni el mundo otro dueño tenga.

    CARLOS

    ¿Qué quieres?

    PACHECO

    Cuando emprendieron

    los franceses darme muerte,

    me llevaron de esta suerte,

    porque de otra no pudieron,

    225

    hasta el mismo alojamiento

    del Rey. Salió y supo el caso,

    y por ti detuvo el paso

    su enojo a mi atrevimiento.

    Si estimando tu persona

    230

    me perdonó, ¿será hazaña

    que castigue el rey de España

    lo que el de Francia perdona?

    CARLOS

    Él pudo como agraviado;

    yo no, porque le respeto.

    PACHECO

    235

    Pues dame aquese decreto

    sólo en un papel firmado,

    porque al de Francia le lleve,

    y luego me ahorcarán,

    o dígale el Capitán

    240

    lo que a matarme te mueve.

    CARLOS

    ¡Notable español, Marqués!

    MARQUÉS

    El valor y las razones

    merecen que le perdones,

    y porque Pacheco es

    245

    un soldado muy honrado

    y le he visto pelear.

    CARLOS

    De eso y del modo de hablar

    le estoy algo aficionado.

    ¿Qué oficio podrá tener

    250

    acerca de mi persona?

    MARQUÉS

    La buena suya le abona;

    tu lacayo puede ser.

    CARLOS

    Ya, Pacheco, estáis acá;

    yo os llevo en amparo mío.

    PACHECO

    255

    ¡Dadme esos pies!

    CARLOS

    Ese brío

    mucho contento me da.

    PACHECO

    Dadme esos pies, ¡oh, segundo

    César!, porque de ellos sé

    que con sólo un puntapié

    260

    podrán derribar el mundo.

    Soy vuestro lacayo, y soy,

    en ser del César lacayo,

    de vuestro sol algún rayo,

    pues cerca de vos estoy.

    265

    Y rayo vuestro, ¡por Dios

    que ha de ser…!

    CARLOS

    ¡Vente conmigo!

    PACHECO

    Vida en muerte, honra en castigo,

    sólo pudo hallarse en vos.

    (Vanse todos. Entren GARCILASO DE LA VEGA y DON JUAN DE MENDOZA.)

    GARCILASO

    En fin, llegáis ahora.

    JUAN

    Y con

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