Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Al pasar del arroyo
Al pasar del arroyo
Al pasar del arroyo
Libro electrónico192 páginas1 hora

Al pasar del arroyo

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Al pasar del arroyo es una comedia teatral del autor Lope de Vega. En la línea de las comedias del Siglo de Oro Español, narra un malentendido amoroso que acabará por provocar varias situaciones humorísticas y de enredo.-
IdiomaEspañol
EditorialSAGA Egmont
Fecha de lanzamiento25 dic 2020
ISBN9788726616231
Al pasar del arroyo
Autor

Lope de Vega

Lope de Vega (1562-1635) was Spain's first great playwright. The most prolific dramatist in the history of the theatre, he is believed to have written some 1500 plays of which about 470 survive. He established the conventions for the Spanish comedia in the last decade of the 16th century, influenced the development of the zarzuela, and wrote numerous autosacramentales.The son of an embroiderer, he took part in the conquest of Terceira in the Azores (1583) and sailed with the Armada in 1588, an event that inspired his epic poem La Dragentea (1597). Among his many notable works are Fuenteovejuna (c. 1614) in which villagers murder their tyrannous feudal lord and are saved by the king's intervention, and El castigo sin venganza, in which a licentious duke maintains his public reputation by killing his adulterous wife and her illegitimate son.

Lee más de Lope De Vega

Relacionado con Al pasar del arroyo

Libros electrónicos relacionados

Crítica literaria para usted

Ver más

Comentarios para Al pasar del arroyo

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Al pasar del arroyo - Lope de Vega

    Al pasar del arroyo

    Lope de Vega

    Cover image: Shutterstock

    Copyright © 1619, 2020 SAGA Egmont

    All rights reserved

    ISBN: 9788726616231

    1. e-book edition, 2020

    Format: EPUB 3.0

    All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

    SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

    Hablan en ella las personas siguientes

    JACINTA, labradora

    TERESA, labradora

    DORENA, labradora

    BENITO

    PASCUAL

    LAURENCIO

    SILVIO

    UN HORTELANO

    LISARDA, dama

    ISABEL

    DON LUÍS

    DON CARLOS

    MAYO, criado

    ANTÓN

    MENDO, viejo

    GUZMÁN

    Acto I

    (Salen JACINTA, y TERESA, labradoras.)

    JACINTA.

    En mi vida tuve amor.

    TERESA.

    Para ser tan entendida,

    mucho admira tu rigor.

    JACINTA.

    Yo paso mejor mi vida.

    TERESA.

    5

    La sola no es la mejor.

    JACINTA.

    El que dio su voluntad,

    ya no goza libertad;

    luego vivir en prisión

    no parece discreción,

    10

    sino fina necedad.

    TERESA.

    No ha dado el cielo a la tierra

    otro bien como el amor:

    todos los bienes encierra.

    JACINTA.

    Mas antes todo el rigor,

    15

    toda la discordia y guerra,

    y el mas soberbio enemigo.

    TERESA.

    Antes su descanso y paz.

    JACINTA

    Yo le huyo.

    TERESA.

    Yo le sigo.

    JACINTA

    Yo pienso estar pertinaz.

    TERESA.

    20

    (Salen PASCUAL, y BENITO, labradores.)

    Y yo esperar tu castigo.

    BENITO.

    Esto que digo, me cuesta.

    PASCUAL.

    Tu pasas vida inhumana.

    BENITO.

    Y con un ‟no", por respuesta,

    sin sol toda la semana,

    25

    hasta que llegue la fiesta.

    Aunque ya el tiempo me vale,

    no porque el torno solar

    días y noches iguale,

    mas porque a ver vendimiar

    30

    tal vez a las viñas sale.

    PASCUAL.

    Vendrá a matar labradores;

    mas, siendo alegre dolor

    el amor en sus rigores,

    en parte es hacer favor

    35

    Benito, el matar de amores.

    Pero, ¿no es Jacinta aquella?

    BENITO.

    Teresa, su grande amiga,

    a la fe, viene con ella;

    pero déjame que diga

    40

    que es de sus rayos estrella.

    JACINTA.

    ¿Que hay, Benito?

    BENITO.

    ¡Dafne esquiva!

    PASCUAL.

    ¿Teresa!

    TERESA.

    ¡Pasqual, hermano!

    JACINTA.

    ¿Qué se trataba?

    BENITO.

    Así viva

    la luz de ese soberano

    45

    sol, que al sol de rayos priva,

    que de un monstro se trataba,

    de cuya pintura brava

    tiembla, Jacinta, la villa:

    que si hay de ellos maravilla,

    50

    eres maravilla octava.

    Monstros son tus bellos ojos,

    contradiciéndose en ellos

    las paces y los enojos:

    tan bellos, que el ir a vellos

    55

    se lleva el alma en despojos.

    ¿Que monstros hay en el suelo

    como ver sus luces puras,

    dar fuego entre nieve y hielo,

    con que parecer procuras

    60

    cielo, mas airado cielo?

    ¿Cuándo ha de llegar el día

    que a algún dichoso himineo

    rindas tu helada porfía?

    Que verte de otro deseo

    65

    si es imposible ser mía.

    JACINTA.

    Benito, si cada cual

    sigue bien su inclinación,

    no haces bien en sentir mal

    de mi esquiva condición.

    70

    Por decreto celestial

    esto quieren las estrellas,

    y yo lo que quieren ellas.

    Nunca su Autor las crio

    para forzarnos, que yo

    75

    bien puedo librarme de ellas.

    JACINTA.

    Pues ¿cuál es tu inclinación?

    BENITO.

    Quererte.

    JACINTA.

    O fuerza, o padece.

    BENITO.

    No puedo.

    JACINTA.

    Luego ellas son

    quien fuerzan al que aborrece,

    80

    como al que tiene afición.

    BENITO.

    No dices bien, porque yo

    amo, y el amar es bien,

    y al bien nadie resistió;

    pues siendo mal el desdén,

    85

    tú has de resistir, yo no.

    JACINTA.

    Forzándome aborrecer

    el cielo a todos los hombres,

    resistir a su poder

    fuera locura.

    BENITO.

    ¿Qué nombres

    90

    fuerza tu mismo querer?

    Deja la vana aspereza

    con que me tratas así,

    que ofende tanta belleza;

    ¿Cómo el cielo puso en ti

    95

    tan bárbara rustiqueza?

    Escoge en todo Barajas

    el mozo de más ventajas,

    o algún criado del Conde,

    si más a tu humor responde

    100

    la seda, que no las pajas.

    Toma ejemplo en la azucena,

    que, de granos de oro llena,

    al aurora resplandece,

    y que, marchita, anochece

    105

    llena de tristeza y pena.

    Mira los lirios al alva,

    cuando al padre de Faetón

    hacen los pájaros salva,

    que no en balde a la ocasión

    110

    pintaron desnuda y calva.

    Si cuando verte no quieras,

    piensas que te han de querer,

    yerras loca, y necia esperas,

    que en belleza de mujer

    115

    pasan las horas ligeras.

    JACINTA.

    Ya tu mucha libertad

    con mi paciencia se mide:

    que es dar, aunque haya amistad,

    consejo a quien no le pide,

    120

    bachillera necedad.

    Para lo que yo profeso

    no es mi soledad exceso,

    ni esquiva mi condición,

    pues que ya la inclinación

    125

    de mi aspereza confieso.

    Más precio en el soto o selva

    seguir de Atalanta el paso,

    sin que al oro el rostro vuelva,

    hasta que el Sol al ocaso

    130

    en oro y sangre se envuelva.

    Y en aqueste manantial

    que riega con varias venas

    el prado, a un jardó igual,

    ver retozar las arenas

    135

    con los golpes del cristal.

    Más precio

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1