Eneagrama: Una Guía Esencial para Descubrir los 9 Tipos de Personalidad para Elevar su Autoconciencia y Comprender Otras Personalidades para Construir Mejores Relaciones y Mejorar la Comunicación

Por Kimberly Moon

Si desea aprender más sobre sí mismo y otras personas en su vida, continúe leyendo...

Este libro, Eneagrama: Una Guía Esencial para Descubrir los 9 Tipos de Personalidad para Elevar su Autoconciencia y Comprender Otras Personalidades Para Construir Mejores Relaciones y Mejorar la Comunicación, le brinda estrategias específicas para usar el Eneagrama para la autopercepción y una vida más plena y feliz.
Al explorar los tipos y los diferentes sistemas dentro del Eneagrama, logrará descubrir increíbles posibilidades para usted.
Dentro de cada uno de nosotros, tenemos un verdadero ser auténtico. Cuanto más se acerque a esa autorrealización, más se relacionará con el éxito, el amor y la satisfacción.

• Algunos de los conceptos que encontrará en este libro incluyen:
• Historia y Origen del Eneagrama
• Los Tipos de Personalidad
• Descubrimiento de Interpretaciones
• Identidad y el Trayecto
• Tipos y Comunicación
• Comprensión de Sí Mismo, de Otros y las Tríadas

• ¡Y mucho, mucho más!

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• Idioma: Español
• Editorial: Kimberly Moon
• Fecha de lanzamiento: 10 may 2020
• ISBN: 9781393247593

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Capítulo 1: Historia y Origen del Eneagrama

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La historia del Eneagrama de la Personalidad es ampliamente discutida, pero existen algunos puntos principales que se acuerdan como factores contribuyentes principales. Ciertamente parece tener raíces que se remontan a la filosofía de la antigua Grecia. Algunos enfatizarán las cualidades matemáticas y geométricas y evocarán a Pitágoras y Boecio; otros señalan sus conexiones con la tradición de la Cábala. Estas diversas tradiciones constituyen el marco que expresa los arquetipos intrínsecos que se pueden encontrar en el Eneagrama de la Personalidad y sirven como perspectivas y tradiciones a considerar al abordar el uso del Eneagrama para el autodesarrollo.

El esencialismo platónico sirve como fundamento para muchos de los arquetipos y la sistematología simbólica involucrados en los fundamentos del Eneagrama. Básicamente, esto proviene de la filosofía de Aristóteles y Platón, y afirma que cada persona posee una esencia. Este esencialismo es un concepto humano central que alude a la Esencia del alma. La idea está firmemente arraigada en la creencia de la existencia del concepto del alma humana. El esencialismo platónico se originó en Grecia y Asia Menor. Eventualmente, las ideas se trasladaron, como las especias y los materiales, geológicamente al sur, a algunas áreas ahora conocidas como Siria e incluso más allá de Egipto. Fue en estos lugares donde las ideas fueron adoptadas por los primeros místicos cristianos que se centraron en las maneras en que la forma divina se perdió en el ego. Este es el origen del concepto cristiano de los siete pecados capitales. La inspiración original para los siete pecados capitales cristianos estaba contenida en el mismo material que contenía los nueve tipos del Eneagrama.

La mayoría de los expertos están de acuerdo en que fueron los sufíes, personas de la secta del islam que enfatizan el misticismo y el éxtasis, quienes desarrollaron el concepto de tipos de personalidad. Eran personas espirituales y místicas, que se dedicaron a la investigación espiritual. La cultura de los sufíes estaba profundamente arraigada con el misticismo. Fue bajo su influencia en los siglos XIV y XV que se definió la idea de las personalidades. Era una creencia sufí que existían nueve patrones u orientaciones esenciales para la vida. Estos patrones y orientaciones representaban la imagen de Dios que existe dentro de una persona. También existe el otro lado de esta representación: la fuerza opuesta dentro de la persona, que sirve para bloquear la realización del poder interno.

Los sufíes tenían una tradición de desarrollo espiritual que alentó a las personas a encontrar su camino hacia Dios durante muchos años, y fueron testigos de la observación directa de las nueve formas en que las personalidades individuales se manifiestan y cómo se encuentran con obstáculos en su recorrido. Para resumir la pregunta principal de los sufíes, podría hacerlo así: ¿Qué sucede? ¿Qué pasa con nuestra bondad original? ¿Qué sucede en el camino para volvernos distraídos, ansiosos o demasiado enojados para tener claridad en nuestras vidas? La filosofía sufí es congruente con la de Platón. Tenían una concepción de la experiencia humana que coincidía con el esencialismo, proporcionando un medio para alcanzar el desarrollo personal y la autorrealización.

Los sufíes creían que nuestro desarrollo psicológico y espiritual (nuestras experiencias, nuestra educación, nuestras actitudes y nuestra posición en el mundo) aumentan la tensión entre dos verdades dualistas que se encuentran en cada aspecto de nosotros: la virtud o la verdad esencial que imita la forma divina, o el vicio, que sirve para distorsionar y subvertir cada virtud. Puede notar cómo esto ha influido directamente en el Eneagrama. Cada tipo de Eneagrama posee un vicio esencial y una virtud esencial. Estos son rasgos que personifican naturalmente y que pueden surgir ante los desafíos. La virtud y el vicio de cada tipo pueden aclarar la manera en que se posicionan en el mundo y en sus ideas.

Piense en la forma en que nuestra educación y contexto influyen en la forma en que se expresa nuestra personalidad. Si un niño crece en un hogar caótico, un entorno en el que debe protegerse, entonces desarrollará formas de protegerse. Las partes más desarrolladas y más utilizadas de la personalidad del niño serán las que sirvan de protección. Esto podría manifestarse de muchas maneras, ya sea que las estrategias sean adecuadas para el niño o no. Una vez que estos comportamientos y actitudes están firmemente establecidos, una persona siente que tiene una identidad y el ego comienza a aferrarse. Posteriormente desarrollamos estrategias para proteger de las críticas a las partes no desarrolladas.

Los sufíes tenían una fascinante y vasta tradición de meditación, oración y misticismo. Este camino hacia la guía espiritual ha llevado a los sufíes a integrar diversos conceptos con la espiritualidad. A medida que sus capacidades matemáticas crecían en el siglo XV, los matemáticos sufíes descubrieron el sistema decimal. Esto condujo al concepto de fracciones decimales periódicas (cuando uno se divide por tres o siete). A medida que su comprensión científica y matemática del mundo crecía, este conocimiento se incorporó y fusionó en su comprensión espiritual, y el Eneagrama fue uno de los productos de este matrimonio de la ciencia y la fe. En los nueve puntos de energía que describe el Eneagrama, los sufíes observaron nueve refracciones del único amor divino. La palabra Eneagrama en sí proviene de las palabras griegas ennea (nueve) y gramma (letra).

Los sufíes entendieron el potencial de conocimiento para explorar nuestros vicios. La tradición sufí pregunta: ¿Qué nos enseñan nuestras cualidades negativas? Y fomenta la idea de que se puede obtener un valor positivo y enriquecedor al explorar nuestros lados negativos. Antes de continuar y comprendernos a nosotros mismos, tenemos que observar cómo nos beneficiamos de los vicios.

La Cábala es una cepa mística antigua del judaísmo. Es a la vez una escuela de pensamiento, un método y una disciplina del judaísmo. Representa el Árbol de la Vida. El Árbol de la Vida es un símbolo en la Cábala que se considera como un mapa que ilustra varios aspectos del mundo y nuestra experiencia en él. El Árbol de la Vida ofrece otra interpretación de las formas divinas que se manifiestan en nuestros comportamientos. La Cábala tiene nueve Sefirot, que se correlacionan con el Eneagrama. El punto uno se alinea con Hojmá (padre que todo lo sabe, correcto, interiorizado, Abba), el punto dos con Biná (comprensión, control, madre suprema), el punto tres con Gedulá (ímpetu, para ser grandioso), el punto cuatro con Tiferet (belleza, anhelo romántico), punto cinco con Din (confinado, encerrado, limitado), punto seis con Netzá (autoridad duradera y buscadora), punto siete con Hod (esplendor), punto ocho con Yesod (fuerza seminal) y punto nueve con Shejiná (aceptando presencia).

Debido a sus raíces de gran alcance, posiblemente universales, el Eneagrama parece ser en su mayoría congruente con la mayor parte de las tradiciones religiosas más importantes. El Eneagrama es conocido en la tradición cristiana como un puente entre la espiritualidad y la psicología. Con un poco de investigación, podemos entender cómo el sistema del Eneagrama encaja con múltiples fuentes seculares y sagradas con respecto a los vicios y la virtud, o la inteligencia y las debilidades. Múltiples sistemas de personalidad antiguos están contenidos en variantes del modelo de Eneagrama en el cristianismo, el sufismo y el judaísmo. Esto implica que el Eneagrama posee una resonancia antigua y común