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Cuando Dios no contesta tus oraciones (salmo 77)
Cuando Dios no contesta tus oraciones (salmo 77)
Cuando Dios no contesta tus oraciones (salmo 77)
Libro electrónico37 páginas43 minutos

Cuando Dios no contesta tus oraciones (salmo 77)

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Información de este libro electrónico

¿Dónde está Dios cuando lo necesitas? ¿Por qué no responde a tu llamado? En un extracto de su libro Salmos: Canciones populares de la fe, Ray Stedman comparte reflexiones del Salmo 77, para ayudar a quienes luchan contra las dudas y las decepciones espirituales. Averigua cómo puedes mantenerte firme ante el silencio de Dios y permite que Él te conceda una fe inquebrantable.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 ene 2009
ISBN9781680435115
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    Cuando Dios no contesta tus oraciones (salmo 77) - Ray Stedman

    Título del original: When God Isn’t Answering Your Prayer (Psalm 77)

    ISBN: 978-1-68043-511-5

    Foto de portada: iStockphoto

    SPANISH

    Las citas de las Escrituras provienen de La Biblia de las Américas © 1986,1995,1997 por The Lockman Foundation.

    © 2012 Ministerios RBC. Todos los derechos reservados.

    La producción de libros electrónicos: S2 Books

    CONTENIDO

    Capa

    En tiempos de duda (Salmo 77:1-13)

    A través de aguas profundas (Salmo 77:13-20)

    CUANDO DIOS NO CONTESTA TUS ORACIONES

    (Salmo 77)

    ¿Es posible que nos hayan confundido haciéndonos creer que podemos resolver nuestros problemas orando? ¿Qué podría ser más importante que llamar con más fuerza a las puertas del cielo cuando Dios parece guardar silencio ante nuestras peticiones?

    En este extracto de Salmos: Canciones populares de la fe, Ray Stedman sugiere que orar quizá no sea lo que primero debemos hacer en las dificultades. Este pastor experimentado admite que clamar más tal vez no nos dé la paz mental ni las respuestas que buscamos.

    Entonces, ¿qué debemos hacer cuando no sabemos a quién más recurrir? Las siguientes páginas nos mostrarán cómo renovar nuestra fuerza cuando sentimos debilidad y miedo.

    Mart De Haan

    EN TIEMPOS DE DUDA

    (Salmo 77:1-13)

    Una vez, alguien dijo: «Sabes que tienes problemas de dudas cuando tu oración es más o menos así: ¡Oh Dios! (si hay un Dios), salva mi alma (si es que tengo alma), para que pueda ir al cielo cuando muera (en caso de que el cielo exista)». Esta plegaria nos hace reír; pero, cuando son las tres de la mañana y no podemos dormir, la duda no es algo que cause gracia. Dudar provoca dolor e intranquilidad. Nos quita el gozo y la paz, y abre una brecha en nuestra relación con Dios.

    A veces, la duda proviene de nuestras emociones. Cuando el doctor dice: «Es cáncer», cuando perdemos a un ser amado o cuando nos rompen el corazón, solemos preguntarle a Dios: «¿Por qué? ¡Podrías haber evitado que sucediera, pero no lo has hecho! Si eres todopoderoso y todo amor, ¿cómo permitiste que esto pasara?». En esos momentos, podemos sentirnos decepcionados por nuestro Creador. Las dolorosas emociones desencadenarán un ataque de dudas.

    En otras ocasiones, la duda es causada por el cuestionamiento intelectual. El maestro bíblico G. Campbell Morgan (1863-1945) dio su primer sermón a los trece años. Aunque no tenía capacitación formal, era sumamente devoto del estudio de la Palabra. Aun de adolescente, era muy buscado como maestro bíblico. Pero a los 19 años, experimentó una crisis de fe que casi lo sacó del ministerio.

    A veces, la duda proviene de nuestras emociones.

    Morgan había empezado a leer los trabajos de varios científicos y agnósticos, como Thomas Huxley y Herbert Spencer, y algunos de sus

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