Hombres En Su Humanidad Dolida

Por Elizabeth Otero

Este libro que tiene en su mano, que acompaa esta nota autorial, es un canto en la noche llena de obscuridad, revelndonos su gracia, respondiendo a nuestras necesidades, mostrndonos que en medio de nuestra humanidad dolida hay un ser Paternal con su amor de benevolencia, invitndonos a entrar en su accesibilidad con confianza, para tomar en Cristo su amor de complacencia.

Elizabeth Otero ( Coln)
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• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 24 dic 2013
• ISBN: 9781463375171

Elizabeth Otero

Nací en Puerto Rico, ahi conocí a Cristo como mi Salvador. Luego emigre a Estados Unidos de América. Soy la autora de dos libros ya publicados: Marginados...Posicionados, y Hombres: En su humanidad dolida. Continuo en esta labor gloriosa, como es este tercer libro: “Mujer, cuan grande es tu fe” para que la Iglesia de Jesucristo sea edificada en la Verdad. En Cristo. Elizabeth (Colón) Otero [e-mail]

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HOMBRES EN SU

HUMANIDAD DOLIDA

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Elizabeth Otero

Copyright © 2013 por Elizabeth Otero.

El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas.

Utilizado con permiso.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2013922751

ISBN:                          Tapa Dura                                 978-1-4633-7519-5

                                    Tapa Blanda                              978-1-4633-7518-8

                                    Libro Electrónico                      978-1-4633-7517-1

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Fecha de revisión: 12/17/2013

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ÍNDICE

Introducción

Acerca del Autor

Parte I.    Jacob, un hombre viviendo de los recuerdos

Parte II.    Jose viviendo de sus sueños

Parte III.    Job, sentado en medio de las cenizas

Parte IV.    Jesus, Varon de Dolores y Experimentado en Quebranto

CONCLUSIÓN

Introducción

Hombres en su humanidad dolida, muestra que desde la caída del hombre, éste ha quedado en bancarrota y resquebrajado. Todas sus relaciones y vivencias han sufrido grandes estragos y en medio de sus vivencias; dialoga, inquiere, cuestiona el porque de esta falta de integridad y estructuración.

La salud del hombre es tan esencial a su persona integral como lo es la salvación a nuestro hombre interior. En búsqueda de esta integridad algunos han viajado a traves de los campos de la filosofía para inquirir, para plantear y dar contestación a su pregunta existencial.

Otros han entrado en la rama de la espiritualidad buscando la ayuda de un gurú que le guié en su viaje a su problematica existencial. Y aún otros, han investigado las estructuras en las cuales la humanidad se ha desarrollado, pero sin respuestas acertivas al problema de la humanidad.

Expondremos el tema estudiando a cuatro hombres, mirandoles desde la realidad de su humanidad y de sus vivencias, en donde la actuación divina interviene con su verdad, que define la realidad y su gracia para llevarnos a lugares de esperanza y victoria. Veremos como se mueven en su dolor, como agonizan en sus historias; a la vez que vamos viendo los eventos redentores de Dios irrumpiendo en el acontecer de su Historia.

Vimos la cosecha del pecado haciendo estragos en familias completas, dividiendo los hogares, manipulando y marginando al pobre y al despreciado, destruyendo los lazos de hermandad que los une; y ante tal abismo insuperable el Majestuoso redime todo acto de maldad para elevar al hombre ante su Presencia y cubrirlo con su gloria (Santidad).

En Job descubrimos el dilema del mal tomando ocasión en un hombre para destruir los fundamentos de su vida, a la vez que va permeando la relación vertical con Dios. Veremos como el hombre batalla contra el mal, como se desenvuelve en su existencia, como inquiere y como se estremece ante la realidad del mal. A la vez que va descubriendo en un salto de fe la manifestación del Segundo Adán, (1) Tomando nuestra posición (en lugar de nosotros) y (2) a favor de nosotros, (santificandonos) para que recibamos su gloria moral.

Dios en su bendita misericordia nos ofrece un garante. Jesús viene a nuestra historia y comparte nuestro sufrimiento, tomando nuestra humanidad…sin pecado. Jesús se hizo participante de todo lo que nos sujetaba y experimentando nuestro dolor, Despoja de su aguijon al que nos sujetaba. En Jesús se expone la maldad humana en toda su desnudez; (mientras Su justicia penal es expuesta en toda su profundidad contra el pecado humano) para que Dios sea propicio a nuestra humanidad.

Ahora, el hombre puede en Cristo levantarse y por encima de lo que nos acosa podemos proclamar la redencion en Cristo. Ahora se nos otorga la vida… vida en plenitud, vida en abundancia y vida eternal. Su actitud hacia el sufrimiento cambia de paradigma, dandole en la obra de la cruz: (1) Aceptación (Mateo 26:29) y paciencia (Hechos 12:2), ejemplificada en su espirítu perdonador, y en un claro sentido de su misión; arrancado de su existencia el aguijón del dolor, y sometiendolo al señorío de Cristo como materia prima en la construcción de nuestro carácter.

El dolor ya no hiere nuestra existencia, sus tentáculos no son avasalladores ante la majestuosa presencia del Salvador. El poder del pecado ha sido quebrado, un Nuevo principio de vida nos ha sido dado, por medio de la obra bautizadora del Espirítu Santo; una posicion de estar unido vitalmente en Cristo está garantizado; solo nos resta vivir para Cristo.

Acerca del Autor

Nací y me crié en las montañas del lindo pueblecito de Yauco, en Puerto Rico. Allí disfruté de la frescura y belleza de la naturaleza, en donde conocí a Cristo como mi Salvador. Un día en nuestro acontecer histórico, dejé mi tierra y me moví a vivir en los Estados Unidos de América; con solo tres centavos en mi cartera y una presentación-recomendación dada por una buena amiga al hogar que me acogería como una hija.

Allí, en Nueva York, la vida se vive de prisa con su continuo vaivén, que se me hizó difícil ajustarme a esa linda ciudad y su cultura. Pasé a vivir en Massachussetts en donde conocí a mi ex- esposo con el cual tuve 3 hijos preciosos y una hija adoptada.

Mis hijos me han dado riquezas incomparables y de gran precio: (1) Eneida me ha enseñado que a pesar de tener una enfermedad terminal, puedes sonreirle a la vida y disfrutarla a lo máximo. Esta casada y tiene una hija - Mía (mi primera nieta).

(2) Rubí me enseñó a amar a los animales, sin importar si son lindos o feos, fieros o domésticos, como así mismo a admirar la estética de la pintura. Fue una jornada un poco llena de tensiones, ya que el prejuicio me había mutilado, pero sin embargo cuanta profundidad aportó a mi vida.

(3) Jonathan me enseño a abrirme a la música, prestando oído a la sincronización armoniosa que una buena pieza musical ofrece. Ahora puedo disfrutar a profundidad su exquisitez a la vez que las puertas se abren a escuchar todo tipo de musica sin ninguna molestia.

(4) Madeline me enseñó que confiar en una promesa dada y esperar hasta que ella misma cobré vida, es tremenda garantía a nuestro acontecer histórico. Es madre de un niño - Yadiel.

Cerca de los treinta cinco años, mi esposo (ex-esposo) me abandonó, mientras continuamos nuestro viaje por jornadas a través del desierto de la vida. Como madre soltera - lo único que pude ofrendar a Dios era mi lamento indescifrable que estaba viviendo… pero nunca me falto su presencia, su poder y sus promesas divinas.

Como mujer me refugié en la Palabra y me llenó de fe, convicción de que Dios estaba a mi lado para darme el valor para enfrentar la vida con todas sus crisis y vaivenes, en donde se dan criterios para el ahora (tierra de luchas y conflictos) y para el mañana (con sus ambivalencias) de la vida. Nunca me falto la afirmación divina de quien soy yo en Cristo, sostenida por las dos columnas infraestructurales de la confianza (fe) y de la seguridad (esperanza). !Que riqueza, que abundancia de su gracia condescendiente a favor del hombre, nutriendo y fortaleciendo en todo el peregrinaje existencial del hombre/mujer en su peregrinaje!

Parte I

Jacob, un hombre viviendo de los recuerdos

Tomando como base a Génesis 37:33-36 estaremos visitando a Jacob en sus diferentes luchas y vivencias, manifestando en cada una de ellas su humanidad dolida por el problema de la conducta relacionado con su cáracter, y las relaciones personales que vive dentro de su entorno.

Establecidos en Beerseba, que significa (pozo del juramento) ó (Dios está contigo), junto al pozo que Abraham abrió para su descendencia, y ahora Isaac con su esposa Rebeca, levantarían su tienda de campaña para beber de este manantial de aguas vivas para su subsistencia y de los animales, hacen de este lugar su hogar de permanencia. Alrededor del pozo excavado, que trajo la alegría y el gozo al jeque de esta familia, viven con sus dos hijos, Jacob y Esaú, mellizos que se nos describen como jovenzuelos desempeñandose en sus pasatiempos favoritos. A Esaú le encanta los espacios abiertos, la aventura, la caza; haciendose diestro en la misma (Génesis 25:25) pero en cambio Jacob es tranquilo, cercano a su madre que habitaba en tiendas.

De acuerdo a Génesis 27:1 Isaac ha envejecido, y unido a la vejez, el sentido de la vista se ha atrofiado, dejandolo en obscuridad, incapaz de poder distinguir a sus seres familiares, a no ser que se entrenara en toda su capacidad el sentido del olfato, donde podia por el olor de las ropas distinguir al usuario de las mismas, o refinar el sentido del toque, cuando palpando a la persona podia reconocerle por sus caracteristicas personales, que Isaac ha usado como mapa referencial para descubrir al sujeto.

Las esperanzas de Isaac, estaban en su hijo mayor, Esaú, al cual en su hombre interior lo ha posicionado como el hijo de la primogenitura. La escritura nos dice en Génesis 25:28 que Isaac amó a Esaú porque comía de su caza; por lo tanto su amor por el hijo lo hizo posicionarlo como el primogenito con el derecho a la promesa de Abraham. La primogenitura es el derecho exclusivo (garantizado) que se le da al hijo primogenito (primer nacido) en casa. En la primogenitura se incluía por lo menos tres privilegios: (1) Venía a ser jefe de la familia o de la tribu, de acorde a la circunstancia dada en ese momento, llevando sobre sus hombros el peso de la jefatura o gobierno. (2) Heredaba asi mismo una porción doble de los derechos paternos, incluyendo los bienes indivisos (tierras) y (3) venía a ser el sacerdote del hogar, (señor de sus hermanos) con el derecho de conferir bendición sobre su Casa. A más de esto, la bendición de Abraham, de donde vendría el Redentor, y por quién posicionaba a los gentiles a esta misma entrada, se amalgaba al derecho y título de la primógenitura, claro esta, de esta familia en particular. Privilegio que llevaba gloria y honra, por cuanto Jehová Dios en su Soberanía estableció con ellos, la promesa de la Simiente que traería Salvación a las familias de la tierra.

Mandando a llamar a Esaú para que viniera a verle, el venerable anciano le da el motivo de sus intenciones: He aquí ya soy Viejo, y no se el día de mi muerte. Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo y traeme caza, y hazme un guisado como a mi me gusta, y traemelo, y comeré para que yo te bendiga antes que muera (27:4). Isaac deseaba motivar su hombre interior por medio del guisado preparado por su hijo, y así hallar expresión libre de bendecir las futuras generaciones de su Casa.

En esta cobertura de bendición; (Ejercida, ejecutada desde la posición sacerdotal) la cual se ejercita por la fe, (Así Abraham creyó a Dios y le contado por justicia, Gál.3:6) se manifiesta todo lo que Dios hace por el hombre y a favor del hombre, cuando Dios removió (quito) y nos dio remisión (perdon) de los pecados, tanto pasados, presentes como futuros, Heb. 9:26. Nos dió liberación de las consecuencias penales del pecado; y nos concedio a Jesús, quien como sustituto, tomo el lugar de nosotros, y nos justificó ante el Padre, (Romanos 5:1), haciendo posible la inhabitación del Espíritu Santo. Gálatas 3:13.

Sin tomar las medidas necesarias para que lo prometido a Esaú se llevará a cabo, donde solo él y Esaú fueran los unicos interlocutores de este drama vivencial-eterno, la puerta quedó abierta para que Rebeca fuera interlocutora no presente, y sin embargo, activa en el desarrollo de la Cobertura de la bendición concedida a las futuras generaciones de Su Casa a través de la Bendición de Abraham amalgada al derecho de la primogenitura. Inmediatamente, Rebeca prepara su plan y acercandose a su hijo le dice: He aquí yo he oído a tu padre que hablaba con Esaú tu hermano, diciendo: Traeme caza y hazme un guisado, para que coma y te bendiga en presencia de Jehová antes que yo muera". Los detalles de la conversación son dados a Jacob con mucha cautela pero acertivos para que este reaccione a lo que esta por pasar dentro de este hogar mal dividido. Sí la bendición es dada a Esaú, Jacob quedaría enajenado de esa cobertura gloriosa, de la cual Rebeca ha saboreado en grande. Fue esta Cobertura de bendición que la ha posicionado en donde está frente a los enemigos que le rodean.. Es a causa de esta cobertura de bendición que ella fue recibida y galardonada como la esposa de Isaac; recibiendo la herencia como un don, haciendole heredero de todo. Es imposible que su hijo Jacob quede fuera de esta herencia. Esaú ha vivido como le ha placido, con el solo interes de dar satisfacción a su persona. ¿No se caso con estas dos mujeres cananeas: Judit hija de Beeri heteo y Basemat hija de Elon heteo, llevando nuestro espiritu a la amargura? ¿No he oído rumores de que Esaú le vendió la primogenitura a Jacob por solo un plato de lentejas? Génesis 25:33. ¿Qué valor le concede Esau a esta cobertura de bendición?

Un plato de lentejas!!! Menospreciarla sin darle el valor merecido, cuando dijo en su Corazon: "He aquí yo me voy a morir, ¿Para qué, pues, me servirá la primogenitura? El acto impensado y sin aparente trascendencia para Esaú, era lo contrario a lo que este hombre sin visión pensó que era la primogenitura, algo sin valor para hoy y mañana y sin embargo legítima títulos de supremacía de Jacob y de su pueblo sobre Esau y los suyos. Era un hombre del presente, del hoy, sin previsión para el mañana y mucho menos a lo eterno. Era un hombre tan carnal que nunca preparó un altar en su vida, vivía por la fuerza, por la destreza de su arco. Nunca se preparó para el mañana y nunca le dejo un legado a su futuras generaciones. Murió empobrecido, carente de lo verdadero y lo eterno!!

En cambio, Rebeca ordena a su hijo Jacob a que no deje escapar esta bendición. Solo le pide a Jacob que se ponga a su disposición en obedecer en todo lo que ella le mande a hacer. Tendría que actuar con presición y ligereza: Ve al ganado, y traeme de allí dos buenos cabritos y haré de ellos viandas para tu padre, como a él le gusta. De algo Rebeca estaba bien segura, y uno de ellos consistia en