El Golf Y Su ¡P... Madre!
Por Alex van Wien
()
Información de este libro electrónico
Que era un jueguito que se inventaron pastores
escoceses que, cuando llevaban sus ovejas de un
campo de pastar a otro, iban golpeando una piedra
con su cayado hasta embocarla en algn hueco en la
pradera vecina. Dependiendo de la distancia, usaban
su propio cayado o el de su compaero. Poco a poco
llevaban ms de un cayado y, claro, menos ovejas.
Luego cubrieron la piedra con cuero y naci el golf.
Relacionado con El Golf Y Su ¡P... Madre!
Libros electrónicos relacionados
Golf Por Siempre: Un Golf Simple Y Disfrutable Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los fundamentos del swing Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesInstrucción de Golf Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesIniciación al Golf Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El juego interior del golf Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Anatomía & 100 estiramientos para Golf (Color): Fundamentos, técnicas, tablas de series, precauciones, consejos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Donde está el limite ? Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Tenis inteligente: Cómo jugar y ganar el partido mental Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La solución Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Sky's the limit. Sky, el límite es el cielo: La intrahistoria del equipo que ha revolucionado el ciclismo mundial Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Adelgaza sobre ruedas: El plan definitivo para quemar grasas y ponerse en forma sobre una bicicleta Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Sagan. Mi mundo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Todo triatlón: De 0:00 a Finisher Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Entrenar y correr con potenciómetro (Bicolor) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPuedo porque pienso que puedo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Golf para principiantes: Como hacer..., #62 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesThomas Dekker: Mi lucha Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Fundamentos del pádel: Los secretos de un entrenamiento eficaz para deportistas Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El entrenamiento del triatleta: Cómo convertir el potencial en rendimiento Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Ganar en la bolsa es posible Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El peso de la gloria. Lucha, esfuerzo y pasión: memorias de una campeona Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa etapa decimocuarta: 71 historias de ciclismo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTriatlón con salud Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCorrer de otro modo: Ensayo deportivo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMi paseo por el póker Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNueva York, guía ligera Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Cómo correr?: Un nuevo paradigma para correr Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Todo Ajram Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Chapu: Memorias de un guerrero Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Golf Directivo: Lecciones de golf para crecer y desarrollarte como líder Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Comentarios para El Golf Y Su ¡P... Madre!
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
El Golf Y Su ¡P... Madre! - Alex van Wien
El golf
y su ¡p… madre!
Alex van Wien
Copyright © 2013 por Alex van Wien.
Ilustraciones por Alejandra van Wien.
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.
Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.
Fecha de revisión: 30/10/2013
Para realizar pedidos de este libro, contacte con:
Palibrio LLC
1663 Liberty Drive
Suite 200
Bloomington, IN 47403
Gratis desde EE. UU. al 877.407.5847
Gratis desde México al 01.800.288.2243
Gratis desde España al 900.866.949
Desde otro país al +1.812.671.9757
Fax: 01.812.355.1576
ventas@palibrio.com
490313
Índice
PARA EMPEZAR
EL JUEGO
LOS PALOS
a) Generalidades:
b) DRIVER.
c) HIERROS LARGOS (del 3 al 6).
d) HIERROS CORTOS (del 7 al pitching (o 10))
e) EL SAND WEDGE:
f) EL PUTTER:
LOS CAMPOS
LOS HAZARDS
EL HÁNDICAP
LA PRÁCTICA
LAS REGLAS
LA p… BOLA
EL HOYO 19
LOS TORNEOS Y COMPETENCIAS
LA HERMANDAD
DEL GOLF
LA ETIQUETA
LAS VIUDAS (O)
DEL GOLF
GLOSARIO
PARA TERMINAR
DEDICATORIA
En Colombia:
Jairo, Bill, Gabriel, Liz
Y los socios, amigos y empleados del San Andrés golf club
En México:
Björn
En España:
Oscar, Luis- poulter
, Luis Jr., y seniors de Aranjuez y Madrid.
Además de la asociación: Amigos del Golf
.
Y, claro,
A mi madre, quien me mantuvo en el golf a pesar de las grandes (enormes) dificultades económicas. A mi padrastro, quien me acompañó y me alimentó los principios de honestidad, corrección y caballerosidad que hacen de éste deporte maravilloso, un GRAN deporte.
A mi hermano, quien nunca ha podido ganarme y ha quien, por eso mismo, se lo dedico.
A Andrea y Frederique quienes, pobres, todavía creen que juego bien.
A mis viudas del golf, que me han aguantado mi pasión y que me han empujado a seguir practicando sin quejarse… mucho.
Y a mi padre (QEPD) quien me inició en el golf. Lo perdono por ello. Porque, a pesar de lo mucho que he sufrido por culpa del golf, no me imagino una vida mejor sin éste.
A mis hijas quienes conocen y aguantan mi pasión (y en el fondo) la de ellas.
PARA EMPEZAR
Dicen que el golf nació en Escocia. Debe ser cierto. Que era un jueguito
que se inventaron pastores escoceses que, cuando llevaban sus ovejas de un campo de pastar a otro, iban golpeando una piedra con su cayado hasta embocarla en algún hueco en la pradera vecina. Dependiendo de la distancia, usaban su propio cayado o el de su compañero. Poco a poco llevaban más de un cayado y, claro, menos ovejas. Luego cubrieron la piedra con cuero y nació el golf.
Dicen, además, que la razón de otorgarle la paternidad a los escoceses es porque ellos le pusieron reglas y empezaron a jugarlo sistemáticamente y con las mismas reglas.
Lo que no dicen es que el golf lo inventaron para amargarle la vida a los ingleses; y los ingleses, una vez aliados con los escoceses bajo la bandera de Reino Unido, lo difundieron por el mundo para amargarle la vida a los demás. Lo harían por sadismo, porque no podían dejar que el mundo viviera feliz. Eso no. Tenían que hacer algo para que los recordaran. A ellos y a su a su progenitora. Y así los honramos. Cada vez que jugamos al golf nos acordamos de ellos, de su madre (y de paso, de aquella de quien nos inició. Por si acaso).
Veamos: ¿no cree usted que hay que ser un poco – o muy masoquista - para entender este deporte? EL golf no es sólo "swing*…" No, no y no. El movimiento es poca cosa si lo compara Ud. con las reglas. Como será la cosa que conozco un abogado que prefiere ser carnicero y abogado de vacas al mismo tiempo, antes de seguir tratando de entender y aplicar el reglamento de golf. No hay parte acusatoria (fiscalía, procurador, parte civil, etc.). No hay reo. No hay víctima. No hay implicado. No. No hay nada de nada. Pero hay juez y parte y esos dos son… ¡uno mismo!
Sí, ya sé que no me cree… Yo tampoco lo creía. Pero léase la primera hoja del reglamento que dice: El golf se basa en la integridad del individuo para mostrar RESPETO a los demás jugadores y en RESPETAR las reglas
. Y que hay que mostrar cortesía, disciplina y deportividad en todo momento, independientemente de lo competitivos que puedan ser.
Que eso es el espíritu
del golf. Sí, el espíritu
del golf. No es un fantasma. En el golf hay fantasmas (bogeys). Pero no ese… Y ese espíritu
parte del principio, absurdo y sobrenatural, de que hay gente… honesta ¡Por favor!
Que si uno mueve la bola hay que auto castigarse (masoquismo puro). Que hay que contar no sólo los golpes que uno da, sino, además ¡los intentos! Imagínese eso. Trata de pegarle a la bola. No lo logra. Ya ese solo hecho es frustrante. Pero, peor aún, tiene Ud., que decir que no sólo no le pegó a la bola, sino que, además, eso cuenta como si le hubiera pegado. Llega Ud. al "tee* del hoyo siguiente y su marcador le pregunta con una sonrisa hipócrita:
¿Seis, verdad? Y uno tiene que decir: No, ocho. Hice dos aires
. El marcador hará cara de compungido y mirará de reojo al tercero o al cuarto de la partida. Lo mas seguro es que cuando crean que uno no lo ve, se volteé, mire al cielo, mueva la cabeza y se ría, por dentro, claro. Y uno, sintiéndose un perfecto idiota, con la misma hipocresía y deseando que un rayo lo parta a él y a los otros acompañantes, abrirá las manos y sonreirá como un niño tratando de disimular las ganas de matar que tiene. Al finalizar la partida, alguien preguntará ¿y qué tal?
, a lo que uno dirá que lo hará mejor la próxima vez y se inscribirá de nuevo para jugar apenas pueda… para seguir sufriendo…
Sí. El golf es el resultado perfecto de la unión de un sádico y un masoquista. Hubieran podido llamarle sadomasoquismo
. Pero no. Prefirieron llamarlo GOLF
. Para confundirnos. Porque si hubiéramos sabido que se podía sufrir así, de esa manera, tal vez ni siquiera hubiéramos empezado. Pero con un nombre tan sencillo. Tan fácil, claro, caímos en la celada. Nadie nos dijo nada. Nadie nos previno. Nadie nos avisó. Es más. Nos empujaron a jugar. Es una delicia
dice el masoquista de turno, hándicap 18. Es un poco difícil, pero me encanta
dice el otro masoquista, hándicap 31. Y así todos. TODOS los masoquistas que jugamos al golf. Del peor al mejor. Hay que verlos en la TV. Sonriendo. Sí. SONRIENDO. Los muy sádicos. Siempre dicen lo mismo: Fue un día difícil. Las banderas estaban en sitios complicados, pero –ojo- lo disfruté mucho…
Y parecen felices. Lo están, porque gozan con el sufrimiento. El ajeno y, sobre todo, el propio. Como corresponde a un masoquista.
Cómo será la cosa, que si hoy en día se juegan 18 hoyos, es porque uno de los miembros del club escocés de Saint Andrews, dijo que él se tomaba una botella de whisky en exactamente 18 tragos -¡uno por hoyo!- Originalmente eran 22 hoyos. Pero mister borracho
no alcanzaba a hacer los dos de ida y los dos de vuelta para llegar al "club-house sin su
dosis personal. Por lo tanto se saltaba esos cuatro hoyos. Pidió que fueran 18, y…así se hizo. Gracias a un borracho que, si aún viviera, estaría encerrado en una clínica de desintoxicación. Trate Ud. de jugar al golf habiéndose tomado una botella de whisky. Si ni estando sobrio es fácil, imagínese estando ebrio. No olvide que lo primero que le dicen es:
mire la bola". Pues con una botella de whisky en la cabeza uno ve entre 2 y 3 bolas, que se mueven y que tienen patas y pelos. Imposible. Pero la historia es cierta. ¡Cómo sería eso!
Y debo agregar que, a pesar de lo que acabo de escribir, siguen siendo 18 hoyos de golf, pero hay otro más al que llaman el hoyo 19 (capítulo aparte. Ya lo verá). El cual, para algunos, recuerda a Lord borracho
. Pero lo juro; nada que ver.
Ahora bien, cuando uno empieza a jugar, no lo hace nunca en un campo de golf. No señor. Eso sería desastroso para los intereses del sádico instructor. Él quiere despertar en usted el interés por el juego. Le da un par de clases, lo hace sufrir durante el entrenamiento y después… – ¡viene el golpe final!- le dice: Ya verá cuando juegue en el campo… es más fácil y disfrutará más…
¡JA! Lo dice con convencimiento. No lo hace de malo. NO. Lo dice porque está convencido. Él ya tiene el virus. Él está enganchado. Y cree que le está haciendo un regalo.
Empieza uno, pues, en un campo de práctica. Por lo general con ese amigo
que es un aficionado, no muy preparado y mal profesor. -Mire: haga éste movimiento, coja el palo así y párese de ésta manera, etc.
y le muestra, con un swing horrible, como se le pega a la bola. (Lo peor es que le pega y, extrañamente, no tan mal). Uno trata, pero obviamente, no le pega a la bola. Por lo menos nunca la primera vez. Es una ley. Usted mira desconcertado al instructor y él lo mira con una suficiencia que dan ganas de asestarle el palo en la cabeza. Le sonríe y dice:
-"Es normal, hay que empezar poco a poco, mire Ud.: el palo se coge de ésta manera y a esto se le llama grip… Después empieza a atiborrarlo a uno con miles de palabrejas en un escocés-inglés absolutamente incomprensible:
Lo que sucede es que su down swing, o su follow through, su stance, su back swing, su dedo meñique, produce un efecto de slice, hook, draw, fade, push, y así, no podrá alcanzar el fairway, ni el green, claro, y así se irá al rough y no podrá hacer ni par, ni birdie, ni eagle, y solo hará bogey, doble y hasta triple, eso si no hace un shank o socquet, con el hierro, ya que con el driver eso no es posible y falta ver el putt…"
Y uno, por supuesto, no entiende nada de nada, pero parece más bien que es un lenguaje dulce, suave. Uno no se alcanza a imaginar lo que puede ser un shank. Suena como una caricia: Sh sh shank. "Huyy, que delicia, me hice un shank en el siete, después de un air shot. ¡Qué frescor tan delicioso en mi tee!…" o algo así. Error: en el golf nada es lo que parece. Lo mejor son unos pájaros: (birdie, eagle y albatros), pero ojo con las otras palabrejas: los bogeys y