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Secretos de Buceo
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Libro electrónico407 páginas6 horas

Secretos de Buceo

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Secretos de Buceo es un libro único lleno de comentarios y consejos de experto, dándote un acceso sin precedentes a los secretos del buceo profesional y de los buzos técnicos.

Con Secretos de Buceo, aprenderás cómo alcanzar la maestría de las habilidades y técnicas que te harán sentir un buzo más confiado, capaz y seguro. Ofrece una instruida visión balanceada en algunos de los más polémicos temas del buceo con equipo autónomo, como el buceo solo, buceo profundo y recicladores, e incluye un análisis completo sobre cómo ocurren los accidentes de buceo y cómo asegurar de no volverte una estadística.

Secretos de Buceo también te da un conocimiento valioso en un amplio rango de temas como sería sentirte en un curso de buceo en cuevas, cómo asegurarte de comprar el equipo correcto, qué considerar al elegir tu instructor, cosas que incluso los pro hacen mal y donde encontrar el mejor buceo del mundo.

Este es un consejo sincero, sensato y práctico de un profesional que ha estado involucrado en las últimas tres décadas con prácticamente cada parte de este deporte.

"Si el manual de Open-Water de PADI es la Biblia del buceo con equipo autónomo, considera a este el nuevo Testamento." David Espinosa, Jefe de Edición, revista Sport Dive

"¡Lo que es un libro de bienvenida! He estado instruyendo el Buceo desde hace varias décadas y esta será una excelente incorporación a los actualmente utilizados libros de entrenamiento." Evelyn Bartram Dudas NAUI #8672

"A través de historias de casos, Simon provee un acercamiento con marco negro para evitar algunos de los obstáculos del buceo y al hacerlo, da algunos buenos consejos e ideas sobre un tema que le importa a todos los buzos de todos los niveles, que tal vez no encuentres en otras publicaciones." Terry Cummins OMA

"Merecedor del lugar en el estante de la librería de cualquier buzo considerado, "Secretos de Buceo" es mucho más que otro manual de 'Como Bucear'; es un recurso que, para aquellos que prestan atención a su mensaje, allanará el camino para emocionantes y agradables aventuras de buceo y descubrimientos."David Strike, Organizador de OZTeK

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento20 jun 2017
ISBN9781386889618
Secretos de Buceo
Autor

Simon Pridmore

L’auteur Simon Pridmore a travaillé dans le domaine de la plongée sous-marine comme guide, directeur de plongée, instructeur, moniteur de moniteur et moniteur de moniteur-moniteur. Il a été l’un des pionniers de la plongée technique en Asie. Durant des années il a eu son propre centre de plongée, il a dirigé une agence régionale de formation internationale de plongeurs et a été chef de vente international pour un ordinateur de plongée et des recycleurs. Il a organisé des expéditions de plongée à travers le monde, écrit des articles pour de nombreux magazines de plongée et est intervenu à des conférences sur quatre continents. Plongée confidentielle reprend les informations les plus intéressantes que Simon a collectées pendant trente années de plongée et vingt années d’enseignement et de rédaction d’articles sur ce sport. Il habite actuellement à Bali en Indonésie, en plein milieu des meilleures plongées du monde. Vous pouvez le joindre sur http://www.simonpridmore.com/

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    Secretos de Buceo - Simon Pridmore

    Parte Uno

    SEGURIDAD

    1

    PREPARACIÓN MENTAL PARA EL BUCEO

    Convertirse en un buzo exitoso no es solamente desarrollar habilidades y tener el equipo correcto; es vital que también aprendas cómo estar en control de lo que ocurre dentro de tu cabeza mientras estás bajo el agua. Los atletas llaman a esto condicionamiento mental y es un factor importante que determina el nivel de desempeño competidor en cualquier deporte. El buceo no es una excepción.

    Las habilidades que aprendemos durante el entrenamiento de buceo están diseñadas para asegurarse que sepamos cómo reaccionar a cualquier inconveniente que pueda pasarnos debajo del agua, pero conseguirlo apropiadamente en cualquier tipo de situación que pudiera presentarse simplemente estando armado con la información de qué hacer, no es suficiente. También necesitas una mente clara y una visión positiva para asegurar que tú funcionas efectivamente y tomas las decisiones correctas. Tu condicionamiento mental tiene un efecto considerable en cuanto al disfrute que obtendrás en tus buceos, a las directivas de cómo actuar en una emergencia, y tal vez la más importante, te ayudará a manejar el estrés.

    ¡Todos nosotros reconocemos que el estrés es algo malo! La mayoría de nosotros ha adoptado estrategias de condicionamiento mental para evitar o reducir el estrés en nuestra vida laboral y social, pero el entrenamiento de buceo convencional no enseña realmente a los buzos cómo evitar o reducir el estrés debajo del agua.

    En el capítulo dos y tres discuto cómo identificar y manejar el estrés cuando ocurre y qué hacer cuando aparece un problema en el equipo. Aunque, la principal meta debería siempre ser hacer todo lo que puedas para prevenir el aumento de estrés en primer lugar: para asegurarte que estás preparado mentalmente para el mundo submarino y siempre en el estado correcto de tu mente para enfrentar calmadamente con cualquier cosa que pase. Aquí hay algunos consejos y técnicas que pueden ayudarte.

    Enfócate en Tus Habilidades

    Tus habilidades de auto-rescate necesitan ser aprendidas al punto en que puedas realizarlas automáticamente, así cuando una emergencia aparece no necesitas pensar qué hacer, simplemente lo haces, instintivamente. Puedes practicar tus habilidades en cada inmersión. Por ejemplo, solo toma un segundo o dos mientras nadas adelante cambiar tu boquilla del regulador, por la boquilla de emergencia y luego regresar a la anterior. Una y otra vez, puedes alcanzar detrás de tu cuello para localizar la válvula del tanque, así sabes dónde buscarla si alguna vez te encuentras descendiendo con tu válvula de aire cerrada. Cuando estés en tus paradas de seguridad, practica enviar una boya a la superficie.

    Construye Confianza en el Agua

    Siéntete tan cómodo como puedas en el agua, no solamente buceando, aunque siempre es una buena idea. ¡Ve a hacer snorkel, haz algunas apneas/buceo libre, nada más a menudo, pasa más tiempo en la playa o en la piscina!

    Ponerse en Forma

    Necesitas estar tanto mental como físicamente en forma para bucear. Cuánto mejor te encuentres, mejor podrás enfrentarte al rigor de nadar contra corriente o al hacer una salida de playa dificultosa con todo el equipo puesto, cosas que fácilmente podrían traernos altos niveles de estrés.

    Ponte Cómodo

    Estás más propenso al pánico en un buceo si tienes frío o estás incómodo. Piensa en tu protección térmica, usa el traje adecuado para el ambiente en el que estás buceando y reemplaza tus trajes húmedos regularmente. La exposición frecuente a presión comprime el neopreno, reduciendo su eficiencia, así que resístete a la tentación de andar con tu viejo traje hasta que se vuelva fino, gastado y suelto. Un traje nuevo no sólo te hace ver mejor, sino que te mantiene caliente.

    No Bucees Borracho

    Otros factores que pueden predisponerte al pánico son la fatiga y el alcohol, así que si la noche anterior seguiste hasta un poco tarde y fue un poco más pesado de lo que planeaste, duerme durante el primer buceo del día, descansa más y bebe mucha agua cuando eventualmente te levantes.

    Aprende a Respirar

    La respiración correcta puede prevenir el comienzo del estrés y ayudarte a mantener tu mente clara si un potencial incidente estresante aumenta. Acostúmbrate a exhalar totalmente con cada respiración, contrayendo tu estómago. Luego toma una larga, pero lenta y profunda inhalación, empujando tu estómago hacia afuera para permitir que tus pulmones se expandan tanto como sea posible. Idealmente, cada inhalación y exhalación debería durar 7 segundos más o menos, dándote así un ciclo de respiración de 15 segundos y cuatro respiraciones por minuto. Esta es la manera correcta de respirar en el buceo. Te permite expulsar desde tus pulmones tanta tensión-eliminando dióxido de carbono como sea posible y en partes iguales reducirá tu consumo de aire.

    Visualiza

    Antes del buceo, haz como lo hacen los buzos técnicos. Siéntate en un lugar tranquilo (difícil a veces en un barco lleno, lo sé), y piensa acerca del buceo próximo. Reflexiona sobre las instrucciones del guía de buceo; revisa lo que hayas investigado acerca del sitio del buceo o lo que recuerdes de inmersiones anteriores. Ten pensamientos positivos, piensa en lo que vas a ver y visualiza un buceo exitoso. Obsérvate a ti mismo comenzando el descenso, en total control, revisando que todo el equipo esté en su lugar, relajando la respiración, manteniendo una buena flotabilidad, y estando en contacto con tu grupo de buceo. Luego reflexiona sobre la inmersión en sí, qué estarás buscando y lo que podrías encontrar. Visualízate a ti mismo sintiéndote cómodo y en control, revisando tu computadora y tu manómetro frecuente y regularmente, luego haciendo un lento, seguro y controlado ascenso con una parada de seguridad, finalmente estableciendo flotabilidad positiva en la superficie y terminando el buceo con mucho aire.

    Eliminar Aprensiones

    La visualización antes de un buceo generalmente remueve cualquier aprensión que pudieras estar sintiendo. Aprensión es bien definida como una sensación de incertidumbre acerca de tu habilidad para lidiar con una situación. El principal riesgo de embarcarte en una inmersión cuando estás en ese estado mental, es un problema menor que puede transformar la aprensión en un completo ataque de pánico.

    Visualizando el buceo puedes crear confianza en ti mismo y colocarte a ti en un estado mental relajado, positivo y con visión a futuro, la exacta clase de actitud que deberías tener antes de cualquier esfuerzo.

    Seguir Premoniciones

    Puede haber muchas ocasiones cuando, sin importar que tan bien hayas visualizado el buceo, no puedes quitarte de encima el sentimiento de que algo malo va a pasar. Si alguna vez sientes esta clase de premonición, no la ignores. Cancela el buceo y no participes o cambia el plan.

    Conduce una Revisión en el Agua

    Todos aprendemos el control de seguridad pre-inmersión durante nuestro curso introductorio y esto pronto se vuelve algo que hacemos rápida e instintivamente sin darnos cuenta que lo estamos haciendo. Otro buen hábito para incorporar es llevar a cabo un control en el agua al comienzo de tu buceo. Todo el proceso del armado de equipo en un barco lleno, la entrada al agua y el descenso pueden ser apurados y estresantes, y puede deshacer todos los efectos positivos de tu visualización previa al buceo. Entonces una vez que has dejado la superficie y estas unos metros debajo del agua, rodeado de la paz y tranquilidad del océano, haz una revisión rápida. Tómate unos segundos para componerte, relajarte, tomar una larga, lenta y profunda respiración, asegúrate que el equipo está intacto, todas las correas ajustadas, nada tiene pérdidas y el manómetro está trabajando, entonces sumérgete a las profundidades calmadamente.

    Vuélvete un Mejor Buzo:

    Incluyendo técnicas de preparación mental en tu rutina de buceo.

    2

    DETECTANDO Y MANEJANDO EL ESTRÉS

    El estrés es un riesgo potencial en casi todo buceo que hacemos. Algunos de los ejemplos más obvios son el estrés por la presión del tiempo al tener limitado el suministro de aire, el estrés al hacer una tarea causado por la necesidad de hacer cosas en simultáneo y el estrés compuesto, que suele ser lo que ocurre cuando un número de factores estresantes coincide.

    En el buceo con equipo autónomo, el estrés es particularmente no bienvenido ya que, si este no es controlado, puede conducirte rápidamente al pánico, y cuando sentimos pánico nuestras respuestas no entrenadas usualmente empeoran la situación en lugar de mejorarla. El pánico siempre es una amenaza a la vida cuando ocurre debajo del agua y es el factor más común que contribuye a las fatalidades en el buceo.

    Un ejemplo clásico son los nervios del buzo que está preocupado por que el regulador le de suficiente aire. El traga gradualmente cuando inhala pero exhala parcialmente antes de intentar la siguiente inhalación. Eventualmente, él encuentra imposible inhalar ya que sus pulmones se encuentran llenos, en lugar de exhalar, él concluye que el regulador está fallando, deja caer la boquilla de su boca y nada hacia la superficie, aguantando el aire.

    Para lidiar con el estrés, debes primero reconocer que el estrés está ahí y para hacerlo necesitas estar alerta de las señales y en tono con lo que tu mente y cuerpo están haciendo.

    Los indicadores de estrés incluyen torpeza, respuesta tardía, desorientación, fijación en el manómetro, un aumento en tu índice de respiración, irritabilidad, tensión, dificultad, y una inusual ansiedad o aprensión. Sé consiente de tu estado de ánimo y mantente objetivo, así puedes interpretar correctamente. Por ejemplo, si empiezas a encontrar algo que tu compañero de buceo está haciendo intensamente molesto, es mucho más probable que tú, y no tu compañero, seas quien tiene el problema.

    Una vez que has identificado que el estrés está presente, tu intuición te dirá que hay una razón lógica para ello. Eso es por decir, por qué estás preocupado, tienes que tener algo válido para preocuparte. Esto, por supuesto, no es siempre el caso. Un aumento en la velocidad de tu respiración acompañado de un sentimiento de incomodidad o aprensión puede simplemente ser el resultado de un aumento del dióxido de carbono en sangre seguido de nadar fuerte contra corriente.

    El secreto para manejar el estrés al comienzo debajo del agua es despejar tu mente, analizar la situación y luego actuar de acuerdo con tu entrenamiento.

    Para aclarar tu mente, abandona cualquier actividad; sostente a una roca (primero asegúrate que sea una roca), y descansa. Exhala lenta y completamente, comprimiendo tu diafragma para expirar todo el CO2 cargado en tus pulmones y así inhalar completamente expandiendo el diafragma. Repite esto varias veces.

    A medida que tu mente se aclara podrás resolver qué está ocurriendo. ¿Tengo alguna razón válida para preocuparme? ¿Hay alguna acción que se requiera urgentemente? Mira tu manómetro y asegúrate que tienes suficiente aire para continuar o concluir la inmersión. Revisa tu estatus de descompresión o el tiempo restante para la no-descompresión.

    Haz un control rápido de tu equipo de buceo para asegurarte que todo está en su lugar y funcionando.

    Luego actúa. Si tienes suficiente aire, estás cómodo con lo que lees en la computadora y todo tu equipo funciona correctamente, entonces puedes continuar con tu inmersión, reduciendo tu esfuerzo para que el pánico no regrese.

    Si estás bajo en aire y/o excediste tu estatus de descompresión planeado, entonces tu prioridad debe ser hacer un ascenso controlado a una profundidad menor.

    Siempre es inteligente tomarse un momento para ordenar los pensamientos antes de tomar acción, así te aseguras de hacer lo correcto. Aunque, tomarse demasiado tiempo para esto, cuando estás en aguas profundas, puede exacerbar tus pensamientos dados los límites de tu consumo de aire. Así que tu tiempo para pensar es igualmente limitado.

    Esta es la principal razón del por qué practicar las habilidades de emergencia y auto rescate hasta el punto en que tu respuesta a la emergencia sea instintiva y apropiada.

    Los buzos técnicos constantemente practican el compartir aire y cambiar entre sus reguladores primarios y secundarios. Sus respuestas son tan condicionadas que si en el mundo real ocurriera una emergencia y se quedaran sin aire en el regulador que tienen, ellos automáticamente cambiarían a su regulador de reserva antes de que sean conscientes de lo que ha pasado. La emergencia ha terminado casi justo cuando comenzó.

    Anticipación

    La forma más efectiva de lidiar con el estrés es anticiparse o notarlo en la etapa temprana, así puedes actuar con decisión y cortarlo de raíz antes que escale al estado de pánico.

    Los profesionales no solo deben monitorear su propio estado, sino también aprender a identificar las señales en otros. Esta habilidad suele alcanzarse a través de la experiencia. Por lo menos una vez en nuestra carrera, la mayoría de nosotros ha experimentado que se nos detenga el corazón por un momento cuando un buzo a cargo nuestro de repente nada hacia la superficie. Sí, es cierto que los buzos certificados son finalmente responsables por su propia seguridad, ya sea en presencia o ausencia de un guía de buceo. Aún así, nos castigamos mentalmente por no haber visto que el buzo tenía un problema antes de que fuera muy tarde.

    En las dos siguientes historias, los buzos en cuestión reconocen que estaban sufriendo estrés y que no apreciaron totalmente las potenciales consecuencias. Afortunadamente, ambos eventos ocurrieron en un escenario de práctica, así que el instructor estuvo presente anteponiendo sus instintos y anticipándose a la amenaza en nombre de los buzos.

    Historia #1 El Ansioso Andrew

    Yo fui uno de los 3 estudiantes en un curso de buceo profundo. Pasamos mucho tiempo discutiendo el plan de buceo y estábamos realmente esperando por él. Descendimos rápidamente a la pared del arrecife pero cuando arribamos a esa profundidad me sentí incómodo. Estaba respirando más rápidamente de lo normal y me volví ansioso y desorientado. Mi instinto me decía que abortara el buceo pero yo no quería decepcionar a mi instructor o a mis compañeros de clase, quienes pasaron tanto tiempo preparándose, así que decidí pensarlo bien y cuando el instructor me preguntó con la señal si ¿estaba bien? Solo respondí estoy bien. De todas maneras, en lugar de movernos, él me miró por unos segundos con una expresión incrédula en sus ojos y luego juntó a todos y nos hizo señal de ascenso con el pulgar hacia arriba.

    Sentí una inmensa sensación de alivio, pero cuando estábamos de regreso en la zona baja al tope de la pared, mi mente se aclaró, mi ansiedad desapareció y sentí una terrible culpabilidad por haber echado a perder el buceo. Así que le señalé al instructor que yo estaba contento de volver a descender pero el movió su cabeza y pasamos tiempo en el bajo en lugar de realizar las habilidades. El buceo profundo se programó para el día siguiente y todo transcurrió bien.

    Es posible que de haber mantenido al grupo a la profundidad del buceo original, la mente afectada del buzo se hubiera aclarado luego de unos minutos y el buceo habría ocurrido suavemente. Sin embargo, una vez que el instructor nota que uno de sus estudiantes podría estar al borde del pánico, él evalúa eso, dada la inexperiencia relativa del grupo, ahí había un riesgo alto al mantenerlos a esa profundidad que hubiera causado que la situación escalara rápidamente. Su pronta reacción apacigua la situación inmediatamente, asegurándose que esta no aumente y elimina completamente la posibilidad de ser parte de escenarios adversos. El buzo mismo sabe que está comprometido y debería abortar el buceo pero decide continuar y aceptar el riesgo adicional para no desilusionar a otros miembros del grupo. Él no era consciente que estaba sufriendo por percibir estrés por presión de grupo tanto como por sus otros síntomas, y este factor en adicional podría haberlo dirigido al desastre, sino fuera por la intervención del instructor.

    Historia #2: Malas Noticias para Ruth

    Yo estaba en el centro de buceo con mi compañero preparando nuestro equipo para nuestra inmersión final del curso de trimix, cuando uno de los guías de buceo llega con las noticias de que un buzo que nosotros conocíamos de otra tienda de buceo había muerto en la cámara hiperbárica luego de un incidente que ocurriera el día anterior.

    En el barco, las noticias jugaban en mi mente pero me repetía a mí mismo que no me obsesionase con eso y que tenía que concentrarme en el cuarto y próximo buceo que sería nuestro primer buceo a 90 metros (300 pies). Cuando llegamos al sitio de buceo vimos una fuerte corriente y se había llevado la boya, la cual era esencial para nuestro ascenso. Yo miré a mi compañero y se veía preocupado. Sentí que todo estaba conspirando para prevenir que hiciéramos esa inmersión, pero era el último día de nuestro curso y estaríamos volando la noche siguiente así que íbamos a tener que hacer el buceo ahora, sin importar las condiciones.

    Nuestro instructor vino a nosotros mientras nos poníamos los trajes secos y preguntó si nos molestaría posponer el buceo a un futuro viaje, dadas las circunstancias. Casi lloro por una extraña mezcla de emociones que afloraron de mi de repente, incluyendo pena por el buzo que murió y también alivio porque nosotros no tendríamos el buceo hoy. Al final, cambiamos nuestros vuelos y disfrutamos del buceo a los 90 metros (300 pies) unos días después.

    El instructor no podía saber con seguridad como las noticias recibidas por sus estudiantes actuarían en sus mentes a profundidad. El sí sabía, sin embargo, que el hecho de estar tomando un gran buceo ya crearía cierto nivel de ansiedad, y una corriente fuerte los podría dirigir a realizar tareas adicionales. Abortar el buceo antes de que ellos hayan entrado al agua aseguró absolutamente que lo que parecía una constante acumulación de factores de estrés no resultara en una tragedia. Aunque el buzo identificara correctamente varios indicadores, el buzo confundió el tiempo del estrés creado por sus planes de vuelo para los próximos días como un factor justificando así riesgo adicional. El buzo nunca discutirá conscientemente que el horario de su vuelo sería valioso como para arriesgar su vida, pero el estrés nubla la mente y nos dirige a una decisión pobre.

    Rompiendo la Cadena

    En ambos incidentes, el instructor actuó decisivamente para romper la cadena de eventos que podrían haber concluido en desastre. Cada accidente tiene una serie de eslabones que lo dirige, pero a veces solo son visibles más tarde. No siempre vas a ver la cadena antes de que el accidente ocurra, tú necesitas tener el coraje de romperla, aún si esto te lleve a que seas criticado por otros en tu propio grupo de buceo.

    Los buzos de cuevas tienen una regla que elimina presión y miedo de recriminación entre compañeros y salva vidas. La regla es esta: Cualquier buzo puede abortar cualquier buceo en cualquier momento por cualquier razón sin tener que explicarse ante nadie.

    Cuando uno de tu equipo te da la señal de ascenso, el resto del grupo acepta y actúa inmediatamente, sin cuestionar, en ese momento o posteriormente.

    No importa si la amenaza a la seguridad es genuina o no. Por ejemplo, si un buzo aborta el buceo simplemente como resultado de una mala lectura en su manómetro. Lo importante es que uno de los miembros del grupo cree que hay una amenaza, entonces esa creencia en sí misma es suficiente para poner al grupo en riesgo si continúan.

    No Dejes que el Equipaje se Meta en el Camino

    Un punto final que regresa a la importancia de la preparación mental. Estate atento a los factores externos que pueden afectar tu concentración añadiéndote estrés al buceo sin que te des cuenta. Si tu mente está ocupada con problemas en otro sitio de tu vida como dinero, novias, novios, familia o temas de trabajo, estas distracciones pueden nublar tu juicio en un evento donde las cosas salgan mal. Así que incorpora el hábito de dejar las preocupaciones fuera cuando estás debajo de la superficie y sumérgete en la paz del océano. Solo ve a bucear.

    Vuélvete un Mejor Buzo:

    Sabiendo cómo identificar el estrés.

    Sabiendo cómo manejar el estrés cuando aparece.

    3

    PRUEBAS Y ADVERSIDADES

    Por varios de los buceos tranquilos que tenemos, hay siempre un buceo raro donde algo ocurre que nos recuerda nuestra vulnerabilidad debajo del agua. Somos mamíferos terrestres, por Dios; ¡nosotros no deberíamos estar ahí!

    Contrariamente a lo que debieron enseñarte en tu entrenamiento básico, estos eventos a veces involucran una falla en una pieza del equipo y muchos de nosotros somos culpables de no pensar profundamente qué hacer si algo sale mal o cómo prevenir que ocurra el incidente.

    En este capítulo repaso las cosas que probablemente puedan ocurrirte y discuto las precauciones que puedes tomar y los ejercicios que puedes practicar para estar seguro de que se mantengan como pequeños problemas molestos y que no terminen en una emergencia mayor.

    Los buzos técnicos se refieren a este proceso como planeamiento para En Caso Que.

    Explosión de la Junta Tórica (O-Ring)

    La junta tórica, que se encuentra en la primera etapa del regulador si estás usando DIN, o en la válvula misma si estás usando una abrazadera internacional, es una unión pequeña pero crucial en el proceso de mover el aire desde el cilindro a tus pulmones. Si esta falta o está dañada, el sello no ocurre, el aire se escapará súbitamente cuando la válvula este abierta y tu suministro de aire se agotará rápidamente, eventualmente no podrás respirar algo.

    En tierra o en barco, sabes inmediatamente cuando falta la junta tórica, ya que habrá un fuerte silbido de presión alta cuando abras la válvula del cilindro. A estas alturas seguramente te sonrojaste un poco y tomaste una nota mental de revisar la junta tórica antes de conectar tu regulador la próxima vez.

    Aunque la junta tórica esté presente puede estar raída o levemente rasgada en cuyo caso reventará de repente y por supuesto, lo hará en el momento más inconveniente. Como todos los instructores saben, cuando tienes un grupo de nuevos estudiantes caminando fuera en la zona de aguas bajas en un buceo de playa, es una excelente oportunidad para que una de las juntas tóricas de las válvulas de sus cilindros falle. Es por esto que ellos siempre llevan algunas juntas tóricas en sus correas de relojes o computadora, o en su BCD.

    Tu deberías hacer lo mismo, así tienes juntas tóricas fácilmente a la mano y así no tienes que pedir ayuda en el momento en que todos a tu alrededor se están equipando y tienen sus propios problemas que resolver.

    Debajo del agua, es muy inusual que la junta tórica de la válvula del cilindro falle, aunque he visto que ocurriera. Si esta junta tórica falla durante el buceo, la única manera de detener el problema es cerrando la válvula, lo cual es posible si estás llevando otro cilindro que contenga aire respirable a la profundidad que te encuentras. Si solo tienes un cilindro, entonces obviamente no vas a cerrarlo. Tu única opción es ir a la superficie inmediatamente y tan rápido como la seguridad lo permita, recordando que es infinitamente mejor perder la parada de seguridad que quedarte sin aire debajo del agua.

    Aún serás capaz de respirar a través del regulador mientras asciendes, pero en poco tiempo se agotará el aire de tu cilindro. Esta es una gran razón para a) evitar ir a descompresión obligada cuando solo tengo un cilindro, y b) para practicar un ascenso compartiendo aire con tus compañeros, de vez en cuando.

    Si estás planeando un buceo profundo o un buceo donde la descompresión es un evento planeado (o aún solo una posibilidad), entonces debes llevar una fuente de aire independiente a la que puedas cambiar en caso de emergencia. Idealmente este debería ser un cilindro poni con capacidad de por lo menos 3 litros (un cilindro de 30 pies cúbicos en la medida imperial). Así la falla de un pequeño anillo de goma ocasionará sólo inconvenientes y no una tragedia.

    Regulador con Flujo Continuo

    Tu regulador está diseñado con una válvula de flujo continuo, con este sistema si hay una falla, el aire saldrá sin control de tu cilindro hasta vaciarse por completo. Cuando al principio aprendes a bucear, tu instructor describe esto como algo bueno y probablemente te fuiste con esa idea, por que en ese tiempo era más preocupante quedarte sorpresivamente sin aire, qué tener demasiado.

    Por supuesto, esto no es algo bueno y el riesgo de un flujo continuo del regulador es aún otra razón por la que siempre deberías realmente considerar tener una fuente independiente de aire para cambiar cuando estés en un buceo profundo.

    En el curso de principiantes, te arrodillas en el fondo de la piscina y respiras desde un regulador con flujo continuo para darte la experiencia de respirar a través de un flujo rápido de aire. En un aspecto es un buen entrenamiento, en eso, tener la experiencia en un ambiente controlado; ahora estás menos propenso a sentir pánico si ocurre en la vida real.

    Por otro lado, el entrenamiento tiene imperfecciones que puede mal encaminarte a pensar que te mantendrás en condiciones estacionarias en un evento con el regulador en flujo libre. De hecho, a menos que tengas una fuente de aire independiente a la cual cambiar, el flujo libre del regulador simplemente significa que te estás quedando sin suministro de aire y al perder gas tan rápido, más que quedarte quieto, lo que hay que hacer es un movimiento controlado en dirección a la superficie.

    Parece ser un consejo obvio el que le hagas mantenimiento a tu regulador regularmente, sigue el cronograma del servicio del productor y llévalo a un centro de servicio de buena reputación que use juegos nuevos para reparar y rote las juntas tóricas contenidas en su cajón así las viejas son usadas primero.

    De todas maneras, la experiencia sugiere que no es buena idea tener un regulador recién revisado funcionando correctamente inmediatamente antes de un gran viaje, a un lugar remoto o a un curso. Déjalo en casa. ¡Si está roto, no lo arregles!

    Escape del Cilindro

    Tú estás nadando y de repente te sientes desbalanceado, el regulador en tu boca está tirando tu cabeza hacia atrás y sabes que el cilindro se soltó del BCD (chaleco). Si estás cerca del fondo, y este no está cubierto por frágil vida acuática:-

    Siéntate en tus rodillas, alcanza detrás de ti con tu mano derecha para sostener el cilindro, abre la hebilla del BCD y el Velcro en tu cintura y quítate el chaleco como si te quitaras una chaqueta, primero el brazo izquierdo, manteniendo tus dientes apretados en la boquilla del regulador.

    Trae el equipo hacia delante de tu cuerpo manteniéndolo bien cerca de ti (¡especialmente si tus plomos están en el BCD!) y coloca la correa al cilindro calmadamente antes de ponerte el chaleco de nuevo y continuar con tu inmersión.

    Aún si el fondo no está cerca, te sorprenderás como con un poco de práctica, podrás remover el chaleco y el cilindro y nadar con él al frente

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