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Decreta cada Mañana las Promesas de Dios para tu Vida: Semanario Motivacional para Personas Ocupadas
Decreta cada Mañana las Promesas de Dios para tu Vida: Semanario Motivacional para Personas Ocupadas
Decreta cada Mañana las Promesas de Dios para tu Vida: Semanario Motivacional para Personas Ocupadas
Libro electrónico70 páginas42 minutos

Decreta cada Mañana las Promesas de Dios para tu Vida: Semanario Motivacional para Personas Ocupadas

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Información de este libro electrónico

este libro está dirigido para todas aquellas personas que dicen no tener tiempo para meditar, reflexionar o leer un versículo de la Palabra de Dios. Puedo decir que es inspirador, motivador y lleva de forma directa al lector a interesarse por buscar más de la fuente de Vida, que es Cristo", expresó Felipe.

La periodista destacó además que es un instrumento para que los cristianos alcancen a esas personas que ponen de excusa el tiempo para no adentrarse en la Palabra.
Este es un semanario de motivación y superación personal, de contenido cristiano, para todas aquellas personas que desean tener un refrigerio espiritual cada mañana. Está escrito de forma fresca, testimonial, reflexiva, pero sustentado todo por la Palabra Dios.
IdiomaEspañol
EditorialBookBaby
Fecha de lanzamiento21 abr 2014
ISBN9781483528335
Decreta cada Mañana las Promesas de Dios para tu Vida: Semanario Motivacional para Personas Ocupadas

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    Decreta cada Mañana las Promesas de Dios para tu Vida - Yaniris Felipe

    Bibliografía

    Agradecimientos

    A mi Señor y Salvador Jesucristo, que ha estado conmigo sin desampararme siempre y en todo momento, protegién-dome bajo el pacto de su sangre derramada y con su Santo y Poderoso Manto. ¡Gracias del alma! A ti sea la gloria por los siglos de los siglos.

    A mi esposo Luis, porque siempre me ha apoyado en todo lo que emprendo. Doy gracias a Dios por tu vida, tu amor y paciencia.

    ¡Te amo!

    A mis hijos Luis Francisco y Shaddai, los amo con todo mi corazón y declaro que serán llamados: los benditos de Jehová aquí en la tierra.

    A mis padres (Dominga y Francisco), los amo y bendigo sus vidas. Gracias por sus esfuerzos y amor.

    A mis hermanos (Yobany, Francis, Yasmín y María); a mi mejor amiga y hermana en Cristo, Arianna, gracias por tus oraciones y por servir de madre espiritual.

    A mi suegra Georgina, mi segunda madre, intercesora y apoyo.

    A mis pastores (Luis y Elena Ayze) y a mis hermanos en Cristo del Ministerio Internacional Jesucristo El Restaurador, gracias por su apoyo y oraciones, los amo mucho en el amor de Cristo Jesús.

    Gracias a las intercesoras que Dios puso en mi corazón para que oraran por este proyecto (Silvia, Arianna, Yasmín, doña Luz y Georgina). Y a todos los ángeles que Dios colocó en el camino, ya que de una u otra forma contribuyeron con la realización de este devocional.

    ¡Bendiciones!

    Él que estaba sentado en el trono dijo: «¡Yo hago nuevas todas las cosas!» Y añadió: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza.» (Apocalipsis 21:5)

    Agradecimiento Especial

    Ministerio de Turismo de

    República Dominicana

    Introducción

    Como una nueva oportunidad debemos recibir los amaneceres y nuevos días, que como preciados regalos nos entrega diariamente nuestro Padre Celestial.

    Aún en nuestras camas, podemos agradecerle a nuestro Señor Dios por la oportunidad de abrir nuestros ojos y respirar.

    Recordemos que vivir es un privilegio, por tanto, alabar, bendecir y glorificar a quien nos ha dado la libertad de la vida, representa un acto de aceptación y agradecimiento hacia Aquel que con amor y misericordia cuida de nosotros.

    Yo me acosté, y dormí, y desperté; porque el Señor me sustentaba. (Salmo 3:5)

    A nuestro Padre le agrada que le alabemos y le hablemos en las primeras horas del día, que Él sea el punto número uno en nuestras agitadas y ocupadas agendas; fechar en nuestras libretas diarias tal como resaltamos una importante cita que jamás debemos olvidar o postergar.

    Debemos procurar que nuestro agradeci-miento hacia Él sea constante en nuestra boca, en nuestra mente, pero sobre todo en nuestro corazón.

    El factor tiempo muchas veces nos envuelve y no nos permite que nuestros deseos de enaltecerle o de meditar en su palabra

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