En inglés, la palabra ‘quartermaster’ se utiliza para aludir al responsable de la intendencia en un cuartel o unidad militar. Desde la munición y los explosivos hasta los víveres, los útiles sanitarios o los uniformes, todo pasa por las manos de esta figura que, ahora, da nombre a la variante más utilitaria del Ineos Grenadier, la pick-up Quartermaster.
Pensado para el trabajo más duro en algunos de los lugares menos amables de la Tierra, el Grenadier Quartermaster pero que, entre sus infinitos caminos de tierra y gravilla, encierra desafíos suficientes como para ponernos en apuros. El reto comienza con algo relativamente sencillo, conduciendo varios kilómetros por las carreteras comarcales de esta bella región italiana. De curva en curva, subiendo y bajando pequeños puertos de montaña, enseguida captamos que estamos manejando un todoterreno como los de antes, con fuertes inercias atenuadas por el acierto de la marca al calibrar las suspensiones, de cinco brazos en cada eje. Los frenos hacen gala de una gran solvencia mientras la dirección, al menos sobre el asfalto, se convierte en el único punto negativo: es muy lenta, y enderezarla a mano tras cada viraje se termina volviendo algo tedioso. El último detalle de modernidad lo ponen las abundantes ayudas a la conducción, como el control de crucero inteligente o la frenada automática de emergencia, que se desactivan para no molestar cuando activamos el Offroad Mode.
