Atan sólo cuatro kilómetros del centro de San Sebastián, en la parte nororiental de la ciudad, se encuentra Pasajes (Pasaia, en euskera), una espectacular bahía protegida por el Cantábrico, repleta de casas de pescadores y calles empedradas con mucho encanto. Fue el principal puerto ballenero de Europa entre los siglos XVI y XVIII y se convirtió en la ubicación desde la que, durante siglos, zarparon las grandes expediciones vascas a Terranova, en Canadá.
En Pasajes se encuentra, desde 1997, , la factoría de la cultura marítima;