España ha alcanzado este año su récord de población: según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), a fecha de 1 de enero, éramos 48.593.909 personas en nuestro país. Lo que también aumenta es la edad media, que ya se sitúa en 44,2 años. Mientras el mercado laboral requiere de cada vez más trabajadores ante el envejecimiento poblacional, los jóvenes buscan desesperadamente hacerse un hueco en un sistema casi colapsado.
Analizamos la situación de la vivienda en España, ante la escalada de los precios y de una población joven que se ve obligada a vivir de alquiler, junto a Javier Kindelan, vicepresidente de CBRE en España, y José Ramón Pin, profesor emérito del departamento de Dirección de Personas en las Organizaciones de IESE Business School.
CADA VEZ MENOS PROPIETARIOS
España ha sido tradicionalmente un país de propietarios. A diferencia de otros países europeos, nuestra economía es conocida por la gran cantidad de personas que poseen una vivienda en propiedad. Pero esta historia no es tan antigua como parece. La dinámica de la España propietaria se empezó a forjar en los años 50, los años de la recuperación de la Guerra Civil.
En 1950, apenas el 45% de los españoles poseía una vivienda en propiedad. En 1960, la cifra se había movido hasta el 51,6%. Para 1970, el porcentaje ya rondaba el 63,5%. Y en 1999, el número de propietarios alcanzó su cénit, 86 de cada 100 (86%).
Desde ese momento, no ha hecho más que caer, llegando a su cifra más baja en 2020, cuando se situó en el 75,5%. A fecha de hoy, el porcentaje