Un artículo reciente en el New York Times trataba sobre el entusiasmo que despiertan las perlas entre las novias neoyorquinas. Todas quieren lucirlas el día de su boda y las que no disponen de las perlas de su madre o abuela (según la antigua tradición nupcial), las arriendan. La demanda es impresionante. Por cierto, las novias de hoy incorporan la gema de formas más modernas: en aros y gargantillas, pero también en velos, corsés y otros accesorios como clutchs y zapatos. Los observadores coinciden: la perla es la tendencia joyera del momento, símbolo del quiet luxury, el lujo discreto.
Las perlas también se han hecho muy populares entre las . En su tercera boda, Jennifer López lució para el banquete un vestido de Ralph, aros y anillos con esta piedra preciosa. Donatella Versace y Maria Grazia Chuiri, respectivas directoras creativas de Versace y Dior, adornaron las siluetas de sus modelos con joyas engarzadas con perlas y, por supuesto también tuvieron un lugar central en el desfile de CHANEL, siguiendo la tradición de su fundadora, quien desde 1932 hizo de ésta su joya fetiche, una costumbre que Virginie Viard, a la cabeza de la desde 2019, respeta al pie de la letra.