Como todo lugar con vulcanismo activo, Sicilia se configura como un vórtice de energías ectónicas, no siendo de extrañar que Aleister Crowlyn, el, quizás, mayor mago del siglo XX, fundara el “templo” donde desarrollar su doctrina Thelema en Cefalú, una bella ciudad ubicada a solo unos 50 km de Canneto.
El caso es que por este pueblecito discurría el tiempo apaciblemente hasta que un día, a principios de 2004, comenzaron a suceder fenómenos de pirogénesis, sin que aparentemente hubiera causa natural alguna: en casa del vecino Antonino Pezzino estalló en llamas el conmutador eléctrico… y fueron acaeciendo muchos más incendios que involucraban, sobre todo, a los electrodomésticos, pero también a otros enseres y muebles incluso, a estancias enteras. Eso sí, los fuegos siempre prendían cuando no había personas cerca, por lo cual se pensó que actuaban de forma inteligente, causando daños materiales pero no personales.
¿ACCIDENTE O CONSPIRACIÓN?
Los habitantes de Canneto guardaban cierta suspicacia respecto a unas maniobras militares estadounidenses llevadas a cabo en la zona poco tiempo antes–apenas dos meses–. Si bien estas no deberían haber tenido nada de extraño ni novedoso (ya se habían realizado otras en la isla por parte de la OTAN, en 2001), pero, a causa de su aparatosidad, determinaron que el alcalde demandara explicaciones al