La industria aseguradora en la Argentina tiene varias cuentas pendientes. En primer lugar, todavía tiene en carpeta encarar una profunda transformación digital, un proceso que se aceleró durante la pandemia del Covid-19 pero que todavía no se terminó de completar en todas las compañías y servicios. Asimismo, también debe ampliar la conciencia aseguradora, principalmente en coberturas como los seguros de vida.
Sin embargo, la coyuntura económica local suele obligar a los jugadores a sortear desafíos del corto plazo como prioridad. Entre ellos figuran cuestiones como la inflación y el desfasaje con las sumas aseguradas, la rentabilidad técnica y sostener la cartera ante un derrumbe del poder adquisitivo, por mencionar algunos de los problemas que marcan la agenda en este 2024 (y también en los últimos años).
Como respuesta, muchas compañías comenzaron a dar los primeros pasos para integrar sus propuestas comerciales en una oferta omnicanal pero, al mismo tiempo, están preocupadas por no perder clientes. Y, al momento, la cuestión inflacionaria no parece tener un horizonte optimista, según señalan los gerentes y CEO del sector entrevistados. Por eso, una vez más, este 2024 la atención va a estar puesta en los vaivenes de la actividad económica, sin dejar de lado la estrategia de poner al cliente en el