os Procesos de Núremberg tenían como principio el atribuir, por parte de los vencedores, responsabilidades y designar las culpas concretas derivadas de las atrocidades y crímenes de guerra realizados por el régimen nazi durante la contienda conocida como la Segunda Guerra Mundial. Pero a nadie se le escapa que más allá de enjuiciar actos, delimitar cargos y aplicar castigos, subyacía una necesidad todavía más ambiciosa y trascendente: comprender. Intentar entender cómo se podía haber llegado a esa indescriptible situación. Entre los atroces testimonios, la narrativa de los espantosos hechos y las estructuras ideológicas y psíquicas que allí se manifestaron hubo un testimonio concreto. Se trataba de un oficial alemán de segunda escala de mando responsable de un campo de exterminio. La
LEVINAS EN UN ROSTRO
Feb 19, 2024
4 minutos
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos