El concepto “dieta mediterránea” se acuñó por primera vez en la década de los cincuenta, cuando el biólogo y fisiólogo Ancel Keys (1904-2004) y su equipo de investigadores analizaron los hábitos alimentarios de diferentes poblaciones en la región mediterránea. Keys observó que las personas que vivían en países como Grecia, Italia y España tenían una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares en comparación con otras regiones del mundo, y se planteó identificar las razones de tal circunstancia.
Parece que todo empezó con la llegada a Grecia de un grupo de médicos ingleses y estadounidense a una devastada isla de Creta, al terminar la segunda Guerra Mundial. Más allá de las circunstancias bélicas, los científicos advirtieron unos sorprendentes índices de baja mortalidad de los