Guía práctica de Maternidad

La mejor forma de prepararte para el parto

En las películas, cuando una mujer tiene síntomas de parto suele irse corriendo al hospital. Pero éste no es el caso en la vida real.

Una mujer puede estar muchas horas con contracciones antes de ir a parir. De hecho, muchas mujeres prefieren pasar las primeras etapas pre-parto en su propia casa. Además, muchos hospitales no admitirán a una parturienta hasta que no tenga contracciones regulares de cinco en cinco minutos.

Podés cronometrar las contracciones para tener una idea de cómo progresa el trabajo de dilatación, pero no tenés que hacerlo constantemente. Es mucho mejor ahorrar tus energías para el momento de parir.

Para madres primerizas

¡Atención! Como nunca has experimentado antes este acontecimiento, podés encontrar difícil saber si ya estás en trabajo de parto. Es muy común que muchas madres primerizas concurran al hospital en cuanto comienzan sus contracciones. Sin embargo, investigaciones recientes demuestran que cuando las mujeres son ingresadas al hospital demasiado pronto, tienden a tener trabajos de parto más largos y con mayores complicaciones. Antes de acudir al mismo, llamá a tu médico o partera para hablar acerca de tus síntomas. Nuestro objetivo es crear un enfoque de equipo hacia el comienzo del trabajo de parto, de modo que todos se sientan apoyados y cómodos con las decisiones tomadas.

Es muy común en las madres primerizas el realizar más de un viaje al hospital. Si estás comenzando tu trabajo de parto (tu cuello del útero tendrá una dilatación de menos de 3 centímetros) y te regresan a casa, las siguientes actividades te serán de gran ayuda: caminar, ducharte, descansar, tomar líquidos, mirar una película o escuchar música.

Algunas madres primerizas experimentan un período extendido de trabajo de parto temprano con un cambio mínimo o sin cambio en la dilatación (expansión) del cuello del útero. Esto se llama “”. Si esto ocurre, es muy importante alternar el descanso con la actividad, tomar líquidos en abundancia y mantener alto tu nivel de energía física con alimentos livianos y de alto contenido energético. Los amigos y familiares pueden ser de mucha ayuda en mantenerte entretenida con actividades y en mantener tu espíritu elevado. Un contacto periódico con tu médico o partera también es de gran ayuda.

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