uando los miembros de la Sociedad Dialéctica de Londres (SDL) empezaron a investigar el fenómeno de las mesas giratorias en 1869, hubo al menos 12 miembros de un total de 33 que se mostraron escépticos desde el principio. Sin (1896) el biólogo y químico Alfred Russell Wallace, participante en los experimentos y defensor a ultranza de la autenticidad de los fenómenos. En relación con las dotes de D. D. Home, recordemos que en 1855 ya había hecho levitar una mesa lo bastante grande como para acomodar a 14 personas, mientras que en otra ocasión la mesa comenzó a hacer extraños movimientos ondulatorios y emitía, a medida que estos avanzaban, un curioso acompañamiento de crujidos. Hubo más pruebas de su capacidad: en 1858, Home se reunió con un grupo de diez racionalistas en Ámsterdam, en una sala bien iluminada que no había visitado antes. Se registró que «produjo la levitación de una pesada mesa de caoba, a pesar del esfuerzo de varios asistentes que intentaron evitar que se levantara», recoge George Zoraba en » ( 1970).
