Podemos posponer cosas, pero también proyectos ¿Por qué?
Al querer emprender un nuevo proyecto ya sea pequeño o grande, pero que genera necesariamente un cambio en nuestra vida cotidiana, muchas personas presentan un sentimiento de culpa. Esta sensación se puede padecer por diferentes motivos,una niñera o un familiar durante algunas horas o bien dejar a su pareja por un momento en el día; también se da cuando queremos dejar un trabajo por otro y sentimos que dejamos sin nuestra ayuda a nuestros socios o compañeros; etc. Es así que por culpa y por una “mala relación” con el entorno no cambiamos nuestra situación. Para liberarnos de ciertas culpas con el resto de las personas hay que saber poner límites claros y aprender a decir NO sin sentirnos mal. La persona que logra poner límites sanos se relaciona de manera saludable con el resto y crece individualmente de la misma manera. A veces los límites no se ponen por cuestiones inmaduras que requieren ser abordadas: miedo a perder a la otra persona por decir no, mala interpretación de ser bueno o compasivo con el otro, etc.