ste joven cocinero decidió hacer realidad su sueño y abrir su propio restaurante en el mismo barrio donde se crió. La apuesta gastronómica de Saúl Gómez (Burgos, 1983) es sencilla, fresca y honesta. En ella aúna tradición y modernidad ofreciéndonos platos que destacan por Intento reproducir con la mayor honestidad y de la mejor forma posible la cosas que me gusta encontrarme en un local como cliente. No tenemos un plato estrella como tal. Hacemos una cocina en constante evolución de búsqueda de productos y técnicas nuevas. Más que un plato estrella me gusta apostar por una cocina completamente evolutiva. Me encantan los picantes porque considero que les aporta un extra a los platos. Además, existe un amplio abanico de ellos y todos me parecen espectaculares. Primero me focalizo en buscar el mejor producto que pueda encontrar en el mercado y de temporada. También tengo en cuenta el clima, ya que no comemos lo mismo en verano que en invierno y nuestro cuerpo no está igual en un día lluvioso que en un día hipersoleado. Al final trato de hacer un menú equilibrado en cuanto al producto y lo que nos apetece comer cada día y en cada momento. Sí, cualquier cosa que podamos encontrar cerca es mucho más interesante que lejos. La máxima es que el producto sea bueno y, tradicionalmente, Burgos siempre ha sido un poco "Rosa de los vientos", un cruce de caminos de muchos productos y culturas diferentes. Creo que no somos justos porque no podemos valorar un trabajo por un día. Es muy complicado poder hacer una crítica objetiva dejando de lado nuestro criterio personal. Estamos en un momento de cambio en cuanto a la tendencia y cultura gastronómica. Cada vez más, hay que justificar la subida de precios con algo, ya sea por el producto, la elaboración, el entorno o el local. A veces ocurren cosas muy bonitas, y el cliente acaba convirtiéndose en un amigo. Este trato cercano es lo que realmente me engancha de la hostelería. Por eso, casi siempre estoy en la sala. Es mucho más interesante estar mano a mano con el cliente que estar detrás de un fogón reproduciendo un plato.
