Pese a afincarse en Estados Unidos desde 1992, el multimúsico Beto Hale, integrante del grupo Timbiriche en los años ochenta, productor y arreglista, ha permanecido fiel a su identidad mexicana y se declara satisfecho por poder grabar en su casa angelina de California, Los Olivos Recording Studios, a muy jóvenes artistas hispanoamericanos.
“Yo siempre sentí que Los Ángeles, además de ser un centro neurálgico de la industria musical, constituía la ciudad ideal para yo estar cerca de mi país en lo cultural, en lo físico”, sostiene telefónicamente Beto Hale en su hogar de la zona suburbana de San Fernando Valley.
Poseedor de seis discos (Orbs of Light, Rebirth, entre ellos) y preparando Entre los unos y los ceros, un séptimo álbum con sus canciones llenas de optimismo melódico y riqueza rítmica, Hale ha conquistado el mercado allende de la CDMX que lo vio nacer hace 52 años. Ha trabajado con los artistas Ozomatli, Elena Garnes, Rosemary Butler, Auxi Belmonte y Nancy Sánchez, entre otros. Agrega:
“Jamás me planteé el dejar mi nacionalidad mexicana, constantemente estoy informado de lo que sucede a mi país política, social, culturalmente”.
Al comenzar la pandemia, la cantautora Nancy Sánchez, (“di algo”), trilogía escrita por esta artista mexicana-estadunidense: