ES VERDAD QUE todo es imposible hasta que alguien lo logra. Piensa en la cantidad de cosas impensables que nos hemos encontrado hoy: el coche eléctrico que has visto esta mañana, la tablet en la que estoy escribiendo esto. No existían, no podían existir, hasta que lo hicieron.
A veces los progresos son el resultado de una tecnología avanzada. En otras ocasiones, de un equipo de personas con la combinación de habilidades exacta. Pero otras veces lo que lo une todo y hace que todo funcione no es más que la pura voluntad. Disciplina. Una sonrisa desafiante y un paso adelante, y luego, si estamos hablando de un maratón, varios miles de pasos más.
Durante décadas, los fisiólogos aseguraron que un maratón de menos de dos horas era imposible. Entonces, en 2019, Eliud Kipchoge traspasó la muy recientemente impensable barrera de las dos horas en esa prueba, completando el INEOS 1:59 Challenge de Viena (Austria) en 1:59:40 h. Yo lo llamaría un ‘salto cuántico’ si no sospechara que los físicos ya habían empezado a llamar ‘kipchoges’ a los saltos cuánticos. Nos ha transportado a un mundo nuevo. Es, de