SI ALGUNA VEZ has visto por televisión correr a Eliud Kipchoge, es muy posible que tu cerebro haya pensado que no parece que corra tan superrápido. Pero tu cerebro se equivoca. Compruébalo tú mismo. Vete a animarlo a su siguiente maratón y verás que pasa volando. Si te adelanta en la pista, observarás atónito que desaparece más rápido que tu asombro. Lo que sucede es que, como la cámara de la motocicleta avanza a la misma velocidad increíble de 20,92 km/h, nuestra materia gris nos juega una mala pasada. Resulta que nuestra percepción visual del movimiento confía ciegamente en la capacidad de nuestro cerebro de computar la rapidez a la que algo se mueve en relación con los objetos que lo rodean. Por tanto, si nunca has visto a Kipchoge en persona, quédate tranquilo porque corre muy muy rápido.
A su ritmo de carrera en una maratón, literalmente podría ser capaz de dar la vuelta al mundo en… menos de 80 días. Y no acaba ahí la cosa. Podría viajar a la Luna en 18.233 horas y 12 minutos. E incluso podría hacer la ruta 66 en poco más de una semana.
Por supuesto, no es que Eliud Kipchoge sea el único maratoniano rápido de nuestro planeta. En un mundo sin el keniano, podríamos estar aquí escribiendo sobre el segundo maratoniano más veloz que la historia ha conocido, el etíope Kenenisa Bekele. Su marca de 2:01:41 h en Berlín 2019 ni