ruge el motor de su Harley-Davidson, música para él. Parafrasea a Lorca mientras se acerca enfundado en una chupa de cuero, pantalones bombachos beis y cinturón con tachuelas donde se puede leer sus apellidos. «Lo sublime no tiene ángel, tiene duende». Como él, para quien casi no hace falta presentación. Es corazón, latido y vísceras en blanco y negro. Revelador, paro y fijador. Su vida siempre ha sido una delgada línea roja por la que han transitado ángeles y demonios. Estrellas de la música, actores porno, motociclistas, toxicómanos, artistas en una España gris y balas perdidas. Drogas, sexo y Alberto García-Alix (León, 1956) es uno de esos grandes genios de nuestras fronteras (y más allá de ellas), un trovador de la óptica en constante
Alma NÓMADA
Jun 20, 2023
4 minutos
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