«QUE ALGUIEN ponga a Julio Iglesias, por favor», pide encarecidamente al equipo del estudio fotográfico enfundada en un look de John Galliano para Margiela. «Julio es muy buen amigo mío. Hace unas semanas me decía bromeando que él y yo nos teníamos que haber casado…, ¿te imaginas? Es un ser humano maravilloso».
Bamboleiro, bamboleira /Porque mi vida yo la he aprendido a vivir así /Cuando el amor /Llega así de esta manera /Uno no se da ni cuenta
A María del Carmen Rosario Soledad Cervera Fernández de la Guerra (Barcelona, 1943) le encantaba desde bien pequeña acompañar a su madre a descubrir a los maestros costumbristas como Julio Romero de Torres. Su búsqueda constante por la belleza la llevó a coronarse, sin que sus padres lo supieran, como Miss Cataluña, inmediatamente después y con sólo 18 años (en 1961) Miss España. Posteriormente, quedó tercera en Miss Europa y Miss Mundo, hasta llegar al certamen de Miss Universo en Miami donde volvió a quedar tercera entre 64 candidatas. Poco después, en un vuelo de Roma a Ginebra, Tita enamoró al mismísimo Tarzán, al actor Lex Barker. Cuenta la leyenda que Tita se le acercó para pedirle un autógrafo y este se lo dio a cambio de su teléfono.
Su diferencia de edad (él era 22 años mayor) no supuso un problema y el 6 de marzo de 1965 se casaron en Ginebra. Era el quinto matrimonio para él y el primero para Tita. En su etapa de Hollywood coincidió con grandes personajes y artistas de la época: desde Linda Evans, «es una de mis mejores amigas», a otros como la rodeada de colores vibrantes y positividad en estado puro.