“Amo representar a mi madre, a mi hermana; amo representar a la vecina. Nosotras representamos los sueños de quienes están y de las que ya no”. Es la voz de Celeste Vidal, delantera de las Bravas de Ciudad Juárez, el equipo de futbol que emergió en la tierra de las miles de tumbas de mujeres que han sido asesinadas por manos feminicidas. Las mataron nomás porque sí, por su condición de mujeres.
El sueño de Vidal no es ser la mejor jugadora del mundo. Lo dice entre lágrimas y sollozos en la entrevista que le dio a la FIFA para el documental “Bravas”, que se estrenó en 2021. Está de pie en una habitación del segundo piso de una casa en Ciudad Juárez, donde vive con su familia, donde los olores de la cocina de su mamá la despiertan del sueño que le alivia las sobas que se ha puesto en los campos de futbol.
“La mujer es bien fuerte. Somos bien chingonas para todo lo que nos proponemos. Tenemos muchas historias que contar y esta es la mía, que inicié desde cero, que salí orgullosamente del barrio, que jugué en tierra y ahorita juego en un estadio.
“Las mujeres de Ciudad Juárez somos muy luchonas es algo