INTERNACIONAL /CHILE
SANTIAGO DE CHILE.– En el contexto de los 50 años del Golpe de Estado que dio Augusto Pinochet, Chile se apresta a redactar una nueva Constitución que suplirá a la que se instauró durante la dictadura, en un proceso que será controlado principalmente por la fuerza política encabezada por el ultraderechista José Antonio Kast.
El domingo 7 el país sudamericano eligió a los 51 consejeros encargados de llevar adelante el proceso constituyente y la votación favoreció al Partido Republicano, la opción más conservadora: 23 de sus representantes resultaron ganadores.
Es un giro absoluto en el panorama político de Chile respecto de hace menos de tres años.
La idea de crear una nueva Constitución no fue de Kast –su hermano Michael tuvo cuatro cargos durante la dictadura militar–, fue producto de un estallido social que detonó en octubre de 2019 con millones de personas en las calles que protestaban contra la desigualdad en el país; gritaban “dignidad” y exigían la renuncia del entonces presidente, Sebastián Piñera.
Las consignas del estallido están aún en el centro de Santiago, la capital del país, pintadas hasta en los rincones más inverosímiles. Están también las huellas de los