CIUDAD VICTORIA, TAMPS.– Entre balaceras, bloqueos y asesinatos que obligan al cierre de escuelas y suspensión del transporte público y actividades comerciales, los empresarios de Tamaulipas claman por ayuda, pero las autoridades locales y federales consideran que el estado “se encuentra pacificado”.
Como respuesta a la crisis más reciente, que inició a finales de abril y se prolongó durante casi una semana, funcionarios estatales argumentaron que en mucho se trató de un “ambiente de psicosis”, particularmente entre Matamoros, Reynosa y San Fernando por los intercambios de fuego entre células del Cártel del Golfo (CDG), y de éstas contra fuerzas estatales y federales.
Se acusó de inducir esa psicosis al exgobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca, autoexiliado en Estados Unidos, a fin de desestabilizar el estado.
No obstante, el martes 2 Matamoros se vio paralizada por 16 bloqueos del CDG, que tuvieron confrontaciones para, supuestamente, tomar la plaza de San Fernando, con la resistencia del grupo local, de la misma organización, auxiliado por el de Reynosa.
De acuerdo con fuentes de seguridad consultadas, se trata de una pugna interna del cártel, entre los grupos Metros, Escorpiones, Panteras y Ciclones.