Ataques sin freno, un fracaso transexenal
Al menos desde el gobierno de Vicente Fox diversas corporaciones militares y de seguridad pública han tenido la misión de enfrentar al crimen organizado y derrotarlo, pero hasta ahora ha sido una batalla perdida.
Sexenio tras sexenio los cárteles y sus brazos armados han exhibido la nulidad de resultados de parte de soldados, marinos, policías federales y recientemente de efectivos de la Guardia Nacional. La actual estrategia federal de “abrazos, no balazos”, anunciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, tampoco ha podido acabar con la estela de homicidios.
Desde Palacio Nacional, el presidente asegura que “no hay guerra” entre cárteles y afirma que “se puede hablar de paz y tranquilidad” en México. Sin embargo, la realidad exhibe a comandos que salen de cacería para asesinar a inocentes, como el sábado 19 en Reynosa, Tamaulipas, cuyos actos crueles dejaron un saldo de 14 civiles muertos.
La reciente matanza en la urbe fronteriza se suma a la
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