INTERNACIONAL /FRANCIA
PARÍS.– Las cifras hablan por sí solas: dos millones 300 mil personas, según las organizaciones sindicales, 800 mil según las autoridades, desfilaron en toda Francia el 1 de mayo para celebrar el Día Internacional de los Trabajadores y seguir rechazando la reforma a las pensiones que Emmanuel Macron impuso por decreto.
Es la decimotercera manifestación multitudinaria de oposición a esa reforma que eleva la edad legal de las pensiones de 62 a 64 años.
Encabezaron la marcha parisina –en la que participaron 550 mil personas, según los organizadores; 112 mil, según la policía– el Frente Intersindical galo que lidera ese movimiento social histórico y representantes de unas cien organizaciones gremiales de toda Europa, pero también de Estados Unidos, Canadá, América Latina, Turquía, Ucrania, Bielorrusia, Corea del Sur, la India…
Es la primera vez desde 1889, año en que la Segunda Internacional Obrera dedicó el 1 de mayo a las luchas por los derechos laborales, que se juntan en Francia tantas delegaciones internacionales.
“Francia es un ejemplo de resistencia. Ustedes nos inspiran para llevar nuestros propios combates”, afirmó Kevin Courtney, líder del poderoso Sindicato Nacional de Educación de Inglaterra y Gales, resumiendo en pocas palabras el sentir general.
Jan Willem Goudriaan,