Para Elena Ponaitowska
López Obrador tiene una obsesión con la investidura. Nadie como él ha hablado tanto de ella y la ha defendido hasta lo absurdo. La primera vez que lo hizo fue en enero de 2020, cuando las victimas llegamos a Palacio Nacional a pedirle una explicación pública de por qué había traicionado la agenda de Justicia Transicional pactada con él y trabajada con su gobierno para crear lo que aún nos debe: una política de Estado en materia de Justicia y Paz.
“No voy a manchar la investidura –dijo después de acusarnos de ser