Apesar del tópico, fijarse en la inteligencia o en el comportamiento moral de la otra persona es tan superficial como centrar la atención en su belleza. Por supuesto, cosa distinta son los criterios que uno considere más apropiados para llevar a buen término una relación de pareja estable. Así, aunque probablemente mantendrán una relación más armónica quienes decidan estar juntos porque compartan inquietudes intelectuales o valores, antes que una mera atracción física, no debemos olvidar que determinados patrones de inteligencia y moralidad, en el fondo, también son sexualmente atractivos de una forma similar a una sonrisa bonita, unos músculos cincelados en el gimnasio o unos labios carnosos.
Las virtudes humanas parecen haber evolucionado en ambos sexos a través de la elección mutua de pareja para anunciar una buena calidad genética, habilidades de crianza y/o rasgos apropiados para mantener una pareja estable. Y es que desde la psicología evolutiva se nos dice que una potencial pareja nos puede resultar más o menos atractiva en función de su aptitud social y biológica. Sin embargo, hay muchas formas de inferir ese éxito, desde el dinero, los bienes materiales o la buena salud hasta, como señala el psicólogo evolucionista de la Universidad Estatal de Nuevo México Geoffrey Miller, la creatividad y la habilidad artística.
ME INTERESA TU INTELIGENCIA PORQUE ME INTERESA TU CARTERA.
Durante la evolución humana la elección de pareja por parte de ambos sexos