Nuestro fiscal general, el abogado Alejandro Gertz Manero, por razón de las funciones que tiene encomendadas y por algunos milagritos que hizo en su paso por este mundo, tiene mala prensa. No goza de las simpatías de muchos. Últimamente no se había hablado de él. Ahora sabemos la razón: está enfermo.
Se está recuperando, para los medios y para las malas lenguas, de la operación a la que fue sometido en Estados Unidos de América, esto dio mucho de qué hablar. Algunos llegaron a afirmar que había muerto; otros, los menos trágicos, hablaron de que estaría incapacitado mucho