La humildad siempre ha sido una virtud muy escurridiza. Es imposible buscarla directamente. Para empeorar las cosas, como su pariente cercano, la autenticidad, tampoco parece estar muy valorada en la sociedad contemporánea. Actualmente, en especial en el ámbito público, no solo se la ignora, sino que se rehúye de ella.
, la humildad tiene una larga historia que debemos revisar y valorar de nuevo para) y las madres () de los desiertos persas y del norte de África del siglo IV lo corrobora. En relación con este grupo, la poeta Kathleen Norris, en su libro , indica que los monjes del desierto «consideraban la humildad como una herramienta para mantener la fe. Mientras que hoy en día la palabra humildad puede tener la connotación de mostrarse servil a la humillación, su origen latino sugiere fuerza y fertilidad. La palabra procede de , como tierra. Una persona humilde es la que acepta la paradoja de ser a la vez grande y pequeño, y que no menosprecia esa esperanza que Kierkegaard denomina posibilidad». El anterior presentador del famoso programa de radio de la BBCThe , Peter France, en su libro , se suma a esta perspectiva al indicar que, para este grupo de monjes, la humildad «era simplemente el rechazo a estar centrado en uno mismo. Era y es una forma poderosa de entender el mundo».