Con la publicación del libro Cosmos por la editorial alemana Hirmer, el arquitecto Eduardo Terrazas (Jalisco, 1936) celebró cerca de cinco décadas de creación plástica en torno a la serie homónima iniciada en 1974, y en la cual –en una infinita gama de posibilidades– representa al planeta Tierra y a las fuerzas que dominan el Universo.
Presentado hacia finales del recién ido 2022 en el Museo de Arte Moderno (MAM) por el escritor Guillermo Fadanelli, el lujoso y bello volumen de 327 páginas reúne 450 de las más de 600 obras que, a lo largo de 48 años, ha realizado el artista determinado por el arte huichol, particularmente el famoso rombo tejido llamado Ojo de Dios que inspiró la simbología de la Olimpiada México 68.
La soleada mañana de un día de mediados de diciembre, el también diseñador y urbanista, creador de espacios, como la Macro Plaza en Monterrey y la Plaza de la Solidaridad en la Ciudad de México, así como de centros culturales en Tamaulipas, recibe a Proceso para hablar de esta serie artística convertida –aun cuando tiene otros conjuntos de obras plásticas– en el gran proyecto de su vida, y por el cual se alejó de su vocación primigenia, la arquitectura.
Vestido en mezclilla clara, en el estudio que ocupa