CHILPANCINGO, GRO.- Daniel Villanueva cargaba en brazos a su hija de casi ocho meses cuando un hombre armado, con pinta de agente estatal, llegó a su casa y le dijo, ordenándole, que se fuera rápido a la escuela primaria Ignacio Zaragoza, porque habría una reunión.
El hombre se aseguró que Daniel le viera botar el seguro de su arma, y, entonces, supo que no tenía más opción que acudir a la “cita”, aun cuando su esposa, que también estaba en casa, le lloró para que no saliera.
De negarse, muy probable su desobediencia la pagarían ella y las tres hijas que tuvieron en pareja; las otras dos niñas tienen entre ocho y seis años.
Daniel ya sabía cuál sería su fin cuando iba rumbo a la escuela, que está en una loma de El Durazno, pueblo del ejido que lleva el mismo nombre, ubicado en la Sierra, pero que pertenece al municipio de Coyuca de Catalán, región Tierra Caliente de Guerrero.
El sábado 10, pasado el mediodía, ingresaron a El Durazno hombres armados en camionetas rotuladas con las letras “FM” –siglas del grupo criminal La Familia Michoacana que, de acuerdo con la Fiscalía General del Estado (FGE), tiene presencia en la región–, y asesinaron a siete hombres del lugar, Daniel y un menor de edad, entre ellos.
escuchó los balazos del asesinato de los primeros seis hombres. Entonces desconocía