A tres años de la explosión en Tlahuelilpan Vivir entre la amenaza del crimen y el olvido gubernamental
TLAHUELILPAN, HGO.– Deudos de los 137 muertos por la explosión de un ducto de Pemex en Tlahuelilpan, el 18 de enero de 2019, enfrentan el olvido de las autoridades que prometieron reconstruir un pueblo enlutado, la disputa de las rutas de la ordeña por parte de grupos de huachicoleros y, encima de todo, la precariedad laboral agudizada por la pandemia de covid-19.
Peor aún, aquella tragedia no sólo no redujo las operaciones del huachicol; hoy es una herida abierta para cientos de damnificados.
Dos meses después de aquel fatídico 18 de enero de 2019, decenas de deudos firmaron una minuta de seis puntos en Palacio Nacional, en una sesión en la que, recuerdan, estuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Desconocen el estatus del terreno donde ocurrió el siniestro, no cuentan con la escritura para construir ahí una Casa de Oración y no han dejado de reclamar que tampoco se cumplió el acuerdo de crear fuentes de empleo para las familias afectadas, el cual involucraba a los tres niveles de gobierno.
La comunicación con representantes federales se rompió y les han retirado apoyos que, remarcan, habían llegado a muy pocos, como el recurso para madres solteras procedente del programa del gobierno federal; tampoco se creó un fondo o programa específico para atenderlos.
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