Ni un hogar sin lumbre, ni una familia sin pan”. Esta promesa, repetida por el general Franco en sus discursos durante la Guerra Civil, no se cumplió. La “nueva España” forjada por los vencedores pasó frío y hambre. Tanto es así que la situación que se vivió en los años cuarenta se puede calificar de hambruna. Según las estimaciones, entre 1939 y 1942, al menos doscientas mil personas murieron en España de inanición o enfermedades derivadas de la malnutrición. Teniendo en cuenta que el período de carestía se alargó durante más de una década, hasta 1952, las cifras podrían superar, ampliamente, el número de muertos durante la guerra en el frente, estimados también en unas doscientas mil personas.
¿Por qué España se murió de hambre? ¿Cuáles fueron las causas de esta hambruna tan intensa y duradera? Según el discurso del régimen franquista fueron tres: las consecuencias de la Guerra Civil, la “pertinaz” sequía y el bloqueo internacional. Franco echó la culpa, primero, a la destrucción provocada por “los rojos”, un argumento que había utilizado ya durante la contienda, con el objetivo de desmoralizar a la población hambrienta de la zona republicana y alimentar el quintacolumnismo. Según esta narrativa, reflejada en la prensa oficial y los discursos propagandísticos, el pueblo español de posguerra estaba sufriendo las consecuencias del caos organizativo desatado en la zona republicana, las