EL GRAN DESFASE ENTRE ESPAÑA Y EL RESTO DE EUROPA
España perdió todo su imperio colonial y no pudo competir en la carrera política internacional iniciada en la Conferencia de Berlín en 1885, un momento en el que el prestigio se dio en términos de capacidad de dominio.
EL DESASTRE DEL 98
El paso del siglo XIX al XX en España estuvo marcado por el Desastre del 98 y el advenimiento de Alfonso XIII como rey, lo que no supuso una redención de la vida política española, pero sí la crisis de un sistema que había nacido con Cánovas del Castillo y la Constitución de 1876 y que reflejaba la típica imagen de una España decadente e inmovilista. La Guerra Grande entre España y Cuba se inició en la finca de Manuel de Céspedes en 1868 con el Grito de Yara y terminó en 1878 con la Paz de Zanjón, sin resolver las aspiraciones autonomistas de las élites antillanas que, en 1895, con el famoso Grito de Baire, reiniciaron la guerra liderada ahora por José Martí.
Los rebeldes, conocedores del terreno, desgastaron a las tropas peninsulares, siendo el general Martínez Campos, tachado de débil, sustituido por Valeriano Weyler con la consigna de “guerra hasta el final”, que involucró a EE UU en el conflicto. Acto seguido, cayeron Puerto Rico y Filipinas.
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