Azúcar integral de caña
Ante el azúcar blanco industrial, el azúcar integral de caña es incomparable. Se trata del puro jugo de la caña de azúcar, colado y espesado en calderos hasta obtener un jarabe que se deja enfriar, se bate y se tamiza dando como resultado un azúcar de color marrón oscuro y textura húmeda. No recibe ningún otro proceso de elaboración ni refinado.
Este azúcar crudo conserva todas sus propiedades nutricionales, tiene un sabor muy agradable que recuerda al regaliz y su textura es un poco pegajosa debido a que es muy rico en melaza o miel de caña. En el momento de comprarlo podemos encontrarnos con diferentes grados de humedad (la encontramos pegajosa). Cuanto más lo sea, menos refinado estará.
No todo el azúcar integral que se comercializa es como el que describimos, un auténtico azúcar integral. En muchos casos, lo que algunos fabricantes venden como azúcar moreno es simplemente azúcar blanco refinado al que se le ha añadido extracto de melaza. Este extracto le proporciona su color y sabor particular, pero muy pocas vitaminas y minerales. No es un azúcar integral, por eso su contenido mineral es muy inferior a la melaza y su valor nutritivo es tan sólo ligeramente superior al del azúcar blanco.
Azúcar demerara
Es otra variedad de azúcar integral, es decir sin refinar, obtenido también de la caña de azúcar. Se le conoce con ese nombre porque es la región donde se comenzó a producir y comercializar este tipo de endulzante (Demerara, Guyana). A diferencia de otros azúcares integrales su color es dorado y sus cristales son más grandes y crujientes, no tienen textura húmeda.