TUXTLAGUTIÉRREZ, CHIS.— Enfrentamientos de grupos del crimen organizado que disputan tierras en los Altos de Chiapas, desplazamientos forzados, narcoejecuciones, desapariciones forzadas y otras formas de violencia han prevalecido en el estado durante los cuatro años del gobierno de Rutilio Escandón Cadenas.
La Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, lo mismo que organismos defensores de derechos humanos, activistas y pobladores se dicen desesperados por la inacción gubernamental para atender los conflictos en la entidad.
En el Valle de Jiquipilas y Cintalapa, en la región Centro de Chiapas, civiles armados protagonizaron una serie de enfrentamientos por el control del territorio, que se extienden desde la región fronteriza, en particular en Frontera Comalapa, colindante con el Departamento de Huehuetenango, Guatemala.
Esta disputa empezó desde julio de 2021, tras la ejecución en Tuxtla Gutiérrez del jefe de la plaza del Cártel de Sinaloa en la frontera sur, Ramón Gilberto Rivera Beltrán, . Entre septiembre y octubre la lucha se agudizó con escenas que hasta ahora sólo se habían visto en el norte del país: caravanas de vehículos blindados con hombres fuertemente armados,