Las instituciones financieras son una de las piedras angulares de la sociedad pero, para moverse al ritmo de los nuevos cambios, es clave que puedan modernizarse a la misma velocidad. Esto no solo significa estar actualizados con los requisitos normativos y proteger a su organización de los crecientes riesgos de ciberseguridad, sino que demanda una transformación que debe hacerse con la mirada en el nuevo consumidor financiero.
Los clientes quieren acceder a sus cuentas, bloquear tarjetas perdidas, hacer pagos virtuales