En recientes décadas nuestras vidas se han visto modificadas de manera significativa por la presencia de una alta densidad empresarial en la sociedad. Es decir, existen mercados y empresas para prácticamente todos los bienes y servicios que consumimos, tanto de primera necesidad como de confort o lujo. Cuando nos referimos a las actuales sociedades como conglomerados de capital, hacemos referencia a esa importante presencia que las corporaciones tienen en nuestras vidas.
Pero la alta participación de empresas en la vida pública no puede ser vista sólo como posibles oportunidades de negocio y ganancia (siempre para algunos pocos).