os estudios arqueológicos, arquitectónicos y técnicos que se han ido realizando en los templos y las tumbas, indican que fueron planificadas y ejecutadas con gran precisión. Prueba de ello es su notable majestuosidad y que hayan conseguido mantenerse en pie hasta nuestros días. Esto no quita que no dejen de sorprendernos algunos detalles curiosos relacionados con las construcciones. Las habilidades constructivas llegaron a la excelencia, sobre todo en tumbas y templos, principalmente porque con estas construcciones se pretendía alcanzar la eternidad y se las dotaba de más relevancia. El Papiro del Museo Egizio de Turín, que muestra un plano de la tumba de Ramsés IV (1153-1147 a. C.), es una de las pruebas que demuestran estas magnificas aptitudes ya que confirma que estas construcciones estaban planificadas y eran ejecutadas con precisión. De hecho, las medidas de la tumba que han sido obtenidas
